El fiscal de Florida Hermes Antunes investiga el asesinato de Andrés Pereira, cuyo cuerpo fue encontrado en una tarrina con cemento a principios de octubre bajo el puente Pache, cerca de la localidad de Mendoza, en Florida.
Las cámaras de seguridad de la estación de servicio de Garzón y Casavalle logran captar el momento en que una amiga lo dejó en una moto, en la noche del 1º de mayo, luego de pasarlo a buscar por la casa de su hermano, en Arenal Grande y Rodó, donde fue visto por última vez por su familia. Buena parte de las imágenes fueron borradas antes de que se hiciera la denuncia, dado que, como Andrés vivía solo, su familia demoró en darse cuenta de la situación, en la medida en que pasaban los días y no tenían noticias suyas.
Tras conocerse su desaparición, sus familiares y amigos lograron en pocas horas generar una red de conexión en todos los departamentos del país, Brasil y Argentina, para estar atentos a cualquier información que pudiera ser de relevancia. Tras la aparición del cuerpo y su identificación, la fiscalía tiene pendiente el registro de la ubicación de antenas de su celular, que podría significar un avance en la investigación, en la que no hay detenidos ni elementos que logren explicar cómo su cuerpo apareció en Florida y por qué lo mataron.
Andrés nació en la noche del 23 de setiembre de 1992, se crió entre el barrio Rossi de La Paz y el barrio Fortaleza de Las Piedras. A los 24 años, una lesión en la rodilla lo dejó afuera de las canchas, en las que supo jugar desde los cinco años, siempre acompañado de su abuelo paterno, Nelson. Pasó por Juventud de Las Piedras, 19 de Abril, el Génova de Italia, Peñarol y Uruguay Celestes Deporte y Diversidad, en donde jugaba con sus hermanos. Tenía cuatro hijos: Renzo, de ocho años, Lorenzo, de seis, Faustino, de cuatro, y Juanita, de tres.
“Andrés tenía un gran sentido del humor, un hablar pausado y una voz serena. Una de sus tías abuelas le puso Bam bam por su rubia cabellera y su andar inquieto, como si en el fondo tuviera una conciencia de la finitud de su joven vida”, recordó su madre, Marcela Trentin, en diálogo con la diaria. Andrés dedicó buena parte de su vida al deporte, pero tuvo otros trabajos formales: en el hogar Horneros del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay para niños con discapacidad, cuando se acabó su contrato, en la empresa de su suegro, una distribuidora, luego en una vidriería que funcionaba en el mismo predio de su casa, pero tras algunos desencuentros, se fue a trabajar a una empresa de auxilio mecánico y grúas, que fue su último trabajo.
“La respuesta masiva en cuanto a su búsqueda que inundó las redes, con carteles en la calle que movilizaron a todos sus afectos, nos habla de quién era él y el apoyo que recibimos durante los siete meses de búsqueda afirmó realmente lo que nosotros ya sabíamos: que Andresito era un gurí bueno”, expresó.
Marcela explicó por qué el cuerpo fue enterrado como NN en el Cementerio de Florida, sin esperar los resultados del ADN: “No había lugar en la morgue. El cuerpo fue encontrado el 6 de octubre de 2024, a nosotros nos llama Personas Ausentes para darnos la noticia de la compatibilidad del ADN el 4 de diciembre a las cuatro de la tarde, jamás olvidaré eso. Al otro día nos enteramos por la prensa de qué forma lo mataron y los detalles. Cuando el departamento de Homicidios toma el caso, van a hablar con nosotros y nos explican que luego de la autopsia lo enterraron en Florida. Reconocimos la ropa y su anillo por fotos. En el cementerio abrieron el cajón y nos mostraron el cuerpo con la ropa puesta, calzado, remera, pantalón y championes”.
“Por su perfil también se generaron dificultades para dar una lectura situacional por parte de Personas Ausentes, porque no tenía una correlación con la mayoría de las circunstancias en las que desaparecen hombres de su edad, como antecedentes penales, consumo problemático o vinculaciones con redes delictivas, y al día de hoy eso también genera bastantes interrogantes en la investigación”, advirtió Marcela, quien pese al lento avance de la investigación penal, que estuvo sin fiscal asignado durante un mes, y las deficiencias en la comunicación y el trato con la familia, reconoció el gesto del ministro del Interior, Nicolás Martinelli, quien le envió un mensaje de condolencias.
“Nuestro sistema judicial tiene carencias de todo tipo y Personas Ausentes no es la excepción, sus funcionarios atan con alambre como pueden con lo que tienen, eso es noble, pero no construye justicia, y por supuesto no da respuestas. Las familias que vivimos entre el dolor y la impotencia también recibimos de algunos actores policiales y judiciales una muestra de humanidad a pesar de convivir con la deshumanización más honda y feroz. No podemos naturalizar estas situaciones”, agregó.