Byung-Chul Han. Herder; Buenos Aires, agosto de 2023. 112 páginas, 690 pesos.
Las ideas presentes en este nuevo libro de Byung-Chul Han se enmarcan bajo el paraguas conceptual que el autor ha desarrollado durante toda su obra; existe actualmente una crisis de narración, es decir, de un relato que dote de sentido tanto a las trayectorias individuales como a las colectivas. Existe actualmente un vacío narrativo que se manifiesta como desorientación y carencia de sentido. La narración ya no puede brindar identidad y una referencia al sujeto, su lugar y una forma de habitar el mundo. Las narraciones han sido históricamente capaces de dar un sentido social al individuo, de generar comunidad, y ahora se ven reemplazadas por el storytelling y la información permanente. En palabras del autor, el capitalismo recurre al storytelling –a través de la pantalla digital– para adueñarse de la narración y sólo consta de consumidores solitarios que no conforman ninguna comunidad, sólo historias listas para consumir.
Narración e información son fuerzas contrapuestas, ser e información se excluyen. A la sociedad de la información es inherente una carencia de ser, un olvido del ser. Hoy estamos más informados que nunca, pero de una manera aditiva y acumulativa, sin sentido y orientación. El tsunami informativo es una sucesión de instantes presentes fragmentados, incapaz de construir una narrativa para el sujeto. La sobreestimulación informativa obstaculiza la capacidad de reflexión. Ya no se producen ni se generan las condiciones para los grandes relatos que puedan proyectar a la sociedad venidera (que sí existieron y configuraron de algún modo a la Modernidad), que puedan imaginar alternativas frente al orden actual. No hay lugar para narrar a lo grande, única posibilidad de abrirse al futuro. La Modernidad tardía abjura de la historia, del pasado, pero también de toda visión y lejanía. Es el régimen de la información el que impera, como nueva forma de dominio, con el individuo consagrado al instante, sin pasado ni futuro que lo narre. El storytelling ha reemplazado a la narración, significando antes que nada comercio y consumo, sin capacidad de aportar ningún poder transformador de la sociedad.