“Este conflicto podría rediseñar el mapa geopolítico y el balance entre los principales poderes mundiales”, afirma. Por eso, cuando comenzó la guerra sintió la necesidad de documentarla. Desde entonces lo ha hecho, pese a las dificultades. “En esta guerra es muy difícil llegar a estar cerca de los combates. El gobierno y las fuerzas militares actualmente no lo permiten”, explica.
Consultado sobre su impresión del ánimo de la población, Paduano responde que eso varía. “Hay gente desmoralizada. La guerra ha alterado la vida diaria de las personas. Apenas hay gente en las calles, y desde que empezó la guerra se estableció el toque de queda a partir de las 20.00. Es absurdo pensar que esta nación, que, como otras, estuvo a punto de salir del oscuro período que experimentó por la pandemia de coronavirus, ha caído ahora en una nueva pesadilla”, dice Paduano, y señala que “otro sector de la población, en cambio, es más optimista y positivo, y está convencido de que Ucrania va a salir victoriosa del conflicto”.
En cuanto a la voluntad de seguir resistiendo, Paduano afirma que “el pueblo ucraniano resistirá hasta la muerte. Hay un fuerte sentimiento de apego a la nación e incluso las personas mayores están dispuestas a morir por su país”. Por eso, explica, la mayoría de los hombres de 18 a 60 años, forzados por el gobierno a quedarse en Ucrania, no sienten esa regla como una obligación, sino como un deber.
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