En la última edición de la diaria de 2022 –ese número especial que llamamos anuaria– publicamos un extracto del informe sobre hábitos de lectura que realizó la Usina de Percepción Ciudadana en el último tramo del año.
La encuesta indica, entre otras cosas muy interesantes, que los géneros preferidos en Uruguay son la ficción, en primer lugar, y luego los ensayos o estudios (eso que suele catalogarse como “no ficción”, digamos). Además, ilumina sobre pequeñas diferencias en las preferencias de géneros (en sentido literario) entre géneros (en el otro sentido) y además, indica que hombres y mujeres expresan distintas razones para evitar la lectura.
Sobre esto último, nos interesó particularmente encontrar que casi un 20% de las personas encuestadas expresó que no leía porque no sabía qué leer. En parte, por eso emprendimos este proyecto llamado la diaria Libros.
La encuesta también habla sobre la continua expansión de los formatos digitales y de la sana costumbre de proveer de lectura a niñas y niños. Además, se mete con la proveniencia de los autores que leemos y con los hábitos de lectura de periódicos.
Si quieren leer el estudio completo y ponerse a cruzar datos -hay decenas de preguntas y variables como edad, nivel socioeconómico, lugar de residencia– pueden hacerlo en la web de la Usina de Percepción Ciudadana.
¿Quién recomienda qué?
Como decíamos más arriba, a veces hace falta que alguien nos aconseje qué leer. Difícilmente encontraremos sugerencias más entusiastas que estas de Samantha Navarro.
Por un lado, la cantautora apuntó a un clásico de la alta modernidad, que es también un clásico del feminismo de principios del siglo XX: la novela Orlando, de Virginia Woolf.
También recomendó una novela “medieval” de la periodista y escritora española Rosa Montero.
Gente de fútbol
La conversación que tuvieron Agustín Lucas y Juan Silva también es una cantera de pistas de lectura, siempre que lo que estén buscando sean narraciones sobre fútbol, ya que ambos son autores y consumidores del género.
Economistas
A principios de mes hubo una especie de polémica en torno al título universitario del exministro de Salud Pública y exsenador Daniel Olesker. Pablo Messina escribió un artículo que no sólo aclara el asunto, sino que también informa ampliamente sobre el efecto que tuvo la represión dictatorial en la formación académica de toda una generación de economistas (y universitarios en general, podríamos agregar). De manera indirecta, esto guarda relación, me parece, con el estudio sobre el ascenso de la economía como disciplina y de los economistas como actores políticos en Uruguay que publicaron hace poco Adolfo Garcé y Javier Rodríguez Weber. La perspectiva de Messina bien podría incorporarse en estudios similares sobre distintos campos profesionales.
Y gente de teatro
Desde 2020, el Ministerio de Educación y Cultura está publicando la Colección Teatro, que permite que la obra de dramaturgos uruguayos de distintas corrientes y generaciones circule en librerías y bibliotecas físicas, así como también trabajos de ensayo sobre la escena local. En este amplio informe se aborda el objetivo y las perspectivas de esta iniciativa oficial.