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Memorias de arriba: poemario de Xavier Duarte

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Tercer viaje, lembranças del fluir, de Xavier Duarte Artigas, poemario editado por Yaugurú para su colección Devuelo, propone una poética llana que retoma aquellas interrogantes que resuenan desde antaño y dan muestras de que las dudas siguen acompañando al hombre más allá del tiempo. Desde el título se comunica con expresiones norteñas que evidencian su procedencia.

En una entrevista radial realizada por Pablo Silva Olazábal, allá por 2014, el autor afirma que ama la juventud y que no hace mucho fue joven; mientras lo comenta, se escucha su sonrisa cuando agrega que el umbral de los 80 años ya queda a la espalda de este largo camino. Nacido en Rivera en 1934, cuenta con varios reconocimientos y títulos publicados: Cuando huye el día (Nordan-Comunidad, 2003), Ser joven lleva demasiado tiempo (Nordan-Comunidad, 2003), El armonioso flequillo de la telaraña (2007) y Caballito de madera (Ático Ediciones, 2014).

Organizado en diez tramos, Tercer viaje…¬ presenta motivos variados. El tiempo fluyendo en cambio constante y lo sensorial –desde el oído, el tacto y la vista– se completan con el llanto de una elegía final. Todo el poemario está hilvanado con la fe católica, que rocía los textos de presencia de arcángeles y santos y que no lo priva, sin embargo, de la consulta al I Ching.

Uriel, uno de los siete arcángeles, junto a sus serafines y querubines, parece rescatar al yo en su peregrinación. En ella, el yaguareté, la araña pollito, hormigas mieleras, tarántulas y serpientes acompañan su marcha, a veces, iluminada por la voz del sabiá. Diferentes hierbas completan el paisaje; tanto el laurel amarillo como la hierba carnicera son enriquecidas con la presencia de la aruera, que entrega amargor con sus lágrimas.

Una presencia guía la lectura: “En silencio,/ lentamente,/ frunce, la niña, su traslúcida/ frente/ pálida./ Llora”. Niña que vuelve a experimentar la avaricia de Aúlide y el amparo de Tauride, más adelante muta en niña afgana, luego se desdobla en niños y niñas no nacidos que se topan con una vida mezquina que los transforma en huérfanos y huérfanas. A su vez, en el recorrido que propone Duarte la maravilla se hace presente a través de elfos y duendes que conviven con los tres pastorcitos portugueses, testigos del milagro.

Confeso lector de Proust desde los 13 años, Duarte deambula su sensibilidad lectora por el lejano Emilio Oribe, por Sara de Ibáñez, Alejandra Pizarnik y Antonio Machado. El ejercicio poético hace que se encuentre con el silencio cuando instrumentos como el corno, el contrafagot y el arpa mueren en 23 segundos de silencio.

La primera de las diez secciones que conforman este poemario se llama “¡Ah el tiempo!” y, ciertamente, en él se sumerge. Se ubica al inicio, en la oscuridad de la duda que “en la in apariencia de lo genérico,/ impersonal,/ alguna respuesta aporte”. El agua, la inundación, la antigua lluvia limpia el mundo para hacerlo nuevo y reconocer el comienzo en varios tramos: “Justos y pecadores/ banco procuran/ sobre arcaica nave./ Bote en la Bahía de la Misericordia/ al sur de los Mares del Sur/ inseguramente fondeada./ Se desconoce cómo/ a la orilla voló/ desde impreciso cielo,/ liláceo y evanescente”.

Esa primera atmósfera no se sostiene porque en el segundo tramo, el yo, es testigo de la transformación: “agua jabonosa/ sucia/ licor usado 1 y 1.000 veces en la trastienda de la botica casera,/ escondida”. Aquella agua del inicio, hoy agua química, mezcla de aceites y grasas, ya no brilla, ahora es opaca, aun con su perfume y espuma. La música acompaña y salva, suenan arpa, violín, corno francés y contrafagot; al tacto las cuerdas y al oído los vientos, tal vez, recuerden los secretos pronunciados en Cova da Iria.

Hacia el final, aquella niña se presenta como madre que en este punto es amparo porque resulta destinataria de las grandes dudas que llenan de miedo al yo: “Ponme mamita sobre piso de solar conocido./ No me abandones/ que todo lo demás es orfandad”. Todo lo demás resultan 23 segundos de silencio.

Tercer viaje, lembranças del fluir, de Xavier Duarte Artigas. 126 páginas. Yaugurú, 2023.

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