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Punta del Este el 10 de enero.

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Maldonado: hoteleros de Punta del Este estiman que en enero facturaron 80% menos que en el mismo mes de 2020

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Operadores aseguran que la situación es peor que en 2002: “esta vez la malaria fue para todos”

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Cuando hacia 1950 Juan Domingo Perón se preparaba para su segundo mandato, las arcas argentinas estaban exhaustas, por lo que el general prohibió a sus conciudadanos veranear en Uruguay. La medida duró varios años en los que numerosos comerciantes y hoteleros puntaesteños debieron cerrar sus puertas. “No venía nadie”, se recuerda. 70 años después, la pandemia de coronavirus está repitiendo los mismos estragos.

Al cabo de dos veranos casi “sin temporada”, este año el balance es desolador: la facturación de los establecimientos que se atrevieron a abrir sus puertas fue durante enero 80% inferior a la de igual período del año pasado, cuando la situación ya era pésima.

Con este panorama, el asesor del Centro de Hoteles Héctor Araújo espera saber qué medidas de ayuda terminarán de adoptar las autoridades departamentales y nacionales, además de los entes públicos, para impedir la debacle de un sector esencial para la zona.

Mientras procesa los datos recogidos en carnaval, destacó que en “la primera quincena de enero, hubo 23% de facturación en comparación con el año anterior”, lo que representa una caída significativa de ingresos respecto de una temporada “regular”, como la de 2020.

En tanto, medido el porcentaje de todo enero, la facturación significó 20,5% del mismo mes de 2020. “El año pasado habíamos pedido ayuda para mantenernos abiertos porque el colchón era chiquito, pero este año imagínese”, señaló el hotelero.

“No hacemos más balance de ocupación; no es real porque tenemos hoteles cerrados. Ahora sacamos porcentajes de facturación y comparamos con las mismas fechas del año pasado”, aclaró.

Interno y escaso

Araújo destacó que el descenso no sólo se produjo por la nula presencia de extranjeros, que suelen constituir más que las tres cuartas partes de la ocupación. Además “las tarifas han bajado y el porcentaje de ocupación también”, indicó. Fuera de eso, hay que contar “los hoteles que no abrieron, que facturaron cero”, y tener en cuenta “que 99% de la facturación de los hoteles se paga con tarjeta de crédito”.

En materia de empleo la situación tuvo sus desagradables consecuencias. Además del cierre de varios establecimientos –siete socios del centro no abrieron– y de que alguno debió reciclarse para funcionar como “casa de salud”, otros apenas contrataron personal.

El Enjoy –ex Conrad–, por ejemplo, que “llegó a tener 1.500 personas” trabajando en los veranos, operó esta vez con “290 empleados”. El Grand Hotel cerró y cesó a más de 100 empleados, mientras que el complejo Solanas “está trabajando con 50%” de sus más de 400 funcionarios, dijo Araújo.

Este verano “los hoteles funcionaron con la gente del invierno”, dijo Araújo. Por fortuna, algunos de los desempleados cobran todavía un “seguro parcial” por inactividad, destacó.

El operador recordó que muchos lugareños suelen aprovechar el verano para hacer dinero extra y tener con qué pagar su contribución o darse un gusto, pero esta vez no pudo ser. La situación dejó sin ingresos veraniegos por lo menos a centenares de personas sólo en el sector hotelería. “No hay ciencia”, sin público no hay trabajo, sentenció.

Ayudas del gobierno

El operador dijo que la corporación pretende dialogar con las autoridades de la intendencia para analizar la situación. “A UTE le estamos pidiendo que nos saque los cargos fijos, que son elevadísimos” y se hacen difíciles de costear cuando no se factura “nada”. También preocupa el pago del impuesto al patrimonio, “porque el patrimonio es el edificio” y sólo por eso “hay que pagar miles de pesos” en cuotas.

El operador no dudó en afirmar que las actuales penurias son peores que las que atravesó el sector turístico cuando la crisis “del corralito” argentino, de diciembre de 2001, y la recordada corrida bancaria de 2002. “En esa época los hoteles de 4 y 5 estrellas trabajaron estupendamente bien. Esta vez la malaria fue para todos”, concluyó.

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