El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) gestiona en Maldonado un total de cinco refugios. Dos operan de manera permanente durante todo el año: uno con servicio de 24 horas y 22 cupos, y otro nocturno, que funciona de 18.00 a 9.00, con capacidad para 33 personas. Adicionalmente, desde el 20 de mayo hasta el 30 de octubre funcionan refugios de contingencia para enfrentar el frío invernal con cupos para un total de 60 personas.
La directora departamental, Magdalena Zumarán, detalló a la diaria que para ese período se habilitó un refugio en San Carlos con 15 lugares, otro en la Base Aeronaval de Laguna del Sauce con 35 y uno más en el vecino Batallón de Ingenieros 4, con diez cupos. Hasta la fecha, pese al intenso frío de las últimas semanas, la ocupación de los refugios no ha alcanzado su capacidad máxima.
“Tenemos camas disponibles dentro de esos cupos y posibilidades de seguir abriendo camas en la medida en que se necesite”, señaló. A su juicio, el funcionamiento de los refugios nocturnos “ha sido eficiente”, con personas asistiendo diariamente desde las 18.00 al punto de reunión en Bulevar Artigas (Maldonado), desde donde parten en ómnibus hacia los distintos refugios. Antes de subir al bus, por “cuestiones de seguridad”, los usuarios son revisados por la Policía para que “no lleven armas, objetos punzantes ni bebidas alcohólicas”.
¿Por qué hay quien pernocta en la calle?
La directora dijo que el personal del Mides recorre distintas zonas para ofrecer el servicio y convencerlas de la importancia de resguardarse, especialmente durante los días de frío extremo. También recordó que, en casos de riesgo de muerte o salud, se pueden tomar “medidas compulsivas” para derivarlas al hospital.
Sin embargo, no es raro que algún vecino avise al 911 que hay alguien pernoctando a la intemperie o en algún zaguán. Zumarán dijo que no han registrado casos de personas que se nieguen a ir a un refugio, aunque existen dos factores característicos del departamento que pueden explicar la situación.
“Sigue llegando gente, aun en invierno, que desconoce cómo funciona el sistema y no acude por falta de información. Son personas de otros departamentos; apenas hemos registrado a algún colombiano o cubano, pero casi todos son uruguayos”, dijo la directora, basada en los testimonios recogidos por personal del Mides que realiza los abordajes en la vía pública. “Nos han dicho que no sabían que había refugios o dónde estaban ubicados, o que alguien les aseguró que no teníamos lugar”, lamentó.
También están aquellas personas que aprovechan las actividades de fines de semana para hacer “changas”, fundamentalmente hombres que ofician como cuidacoches. “Es notorio que va menos gente de viernes a domingo; esos usuarios nos dicen que resolvieron no ir porque tenían una changa; a veces, cuando agarran dinero, eligen quedarse por ahí. Pero, con aviso y organización, pueden ingresar fuera de hora”, aclaró.
Traslados especiales
Para atender estas situaciones, este año el servicio cuenta por primera vez con una camioneta que coordina con la Policía el traslado fuera de hora a los refugios más alejados. Las personas que no pueden asistir a las 18.00 al punto de Bulevar Artigas –“a veces la gente que está en la calle no está mirando el reloj”–, o cuya presencia en la calle es denunciada por un vecino durante la noche, es recogida por un patrullero y llevada a la comisaría, donde el vehículo del Mides los pasa a buscar. “Hasta el año pasado pasaban la noche en la seccional”, remarcó Zumarán.
De todos modos, aclaró que “no se trata de un servicio de taxi que se puede solicitar en cualquier momento”. La camioneta puede hacer dos viajes –uno sobre las 22.00 y otro en la madrugada, si es que hay varias personas–, y “aunque trabajamos con el objetivo de que nadie duerma en la calle, tenemos un protocolo que respetar”, enfatizó.
La atención en los refugios incluye cena, baño caliente, lavado de ropa y desayuno. Aquellos que lo solicitan pueden coordinar el almuerzo en los comedores disponibles. La directora dijo que, por el momento, cuentan con un promedio de 120 usuarios.