“Parece increíble que tengamos que mostrar que nuestros hijos tienen una capacidad distinta cuando, en realidad, todos somos diferentes”, dice a la diaria la referente de la asociación civil Ceautismo de Maldonado, Noelia Guerra. Sin embargo, sea por desconocimiento o por falta de empatía que atraviesa a buena parte de la población, la organización trabaja para que las personas con trastornos del espectro autista (TEA) lleven un distintivo que les facilite circular en público y ser comprendidas y atendidas en caso de necesidad.
La vía para lograrlo nació en Europa, especialmente en los aeropuertos. Se trata de un cordón que oficia de collar y que ayuda a percibir a las personas con “discapacidades no visibles, como el autismo, el trastorno por hiperactividad, la ansiedad y el Alzheimer”. “Esto ha demostrado tener una utilidad significativa para esta gente y sus familias”, dice Guerra.
En Uruguay, una campaña masiva de concientización sobre el llamado “cordón de girasoles” comenzó en diciembre de 2023, pero no avanzó como esperaba la organización local. En lugar de sentarse a esperar, una socia propuso diseñar collares propios, que fueron recibidos por Ceautismo el mes pasado.
Se trata de un cordón estampado con girasoles sobre fondo verde, que automáticamente mueva a quien lo ve a entender que está ante una persona con una discapacidad no visible y que debe ser más paciente y respuetuoso con ella. En el caso de los niños con autismo, una cara del cordón tiene estampadas piezas de puzle y se le pueden agregar otros elementos personalizados.
“Algunos lo usan para sujetar mordillos de descarga sensorial, pictogramas de comunicación o tarjetas de identificación. La pieza de puzle es representativa para las personas con autismo y el collar incluye una banda blanca con el logo de la organización y la inscripción Ceautismo padres Maldonado”, detalla Guerra.
Se trata de “mostrar que hay algo que no se ve, que necesita ser respetado y que no se confunda”, dice la referente, y amplía: “Muchas veces los niños y adolescentes tienen crisis debido a la sobreestimulación cuando salen de casa, en un supermercado, en la escuela, en un centro de salud. Puede ser en cualquier parte. En esos casos, por ignorancia, la gente opina o quiere ayudar no siempre de la manera correcta. El collar funciona como una alerta y también como una guía para afrontar esas situaciones”.
Desde que llegaron los nuevos collares, Ceautismo difunde la propuesta entre sus socios y en el entorno cercano, y una reciente declaratoria del proyecto como de Interés Departamental vino a allanar el camino para ponerlo en conocimiento de toda la población, opina Guerra. El distintivo tiene un costo de 50 pesos, no con el ánimo de comercializarlo sino de recuperar la inversión.
Ceautismo atiende a un total de 16 niños y adolescentes y está en comunicación con más de 100 familiares de personas con TEA. Se estima que en todo el departamento hay unas 500 personas de todas las edades con esta condición. Quienes estén interesados en adquirir el cordón de girasoles o colaborar de alguna manera pueden comunicarse al 099 611 030, de Ceautismo.