Michele Hirsch, una abogada belga, presentó en nombre de cinco mujeres mestizas nacidas en el Congo hace más de 70 años una demanda ante un tribunal de Bruselas acusando al Estado de crímenes contra la humanidad por actos cometidos durante la época colonial.
“Mis clientes fueron secuestradas, abusadas, ignoradas y desterradas”, explicó Hirsch, abogada de las mujeres nacidas entre 1946 y 1950 de padres belgas y madres congoleñas. “El Estado belga no tuvo el coraje de ir hasta el final y reconocer el crimen pues su responsabilidad traería consigo daños e intereses”, agregó la jurista según informó el portal Europa Press.
El juicio es el primero de este tipo en Bélgica, poniendo en el foco de la atención el destino de los niños mestizos nacidos en las antiguas colonias belgas (República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi), cuyo número se estima en alrededor de 15.000, si bien nunca hubo un recuento oficial al respecto, informó la agencia AFP.
La mayoría de los niños nacidos de una unión entre una mujer negra y un hombre blanco no eran reconocidos por sus padres, y no se les permitía mezclarse ni con blancos ni con africanos.
Debido a esta situación, muchos de esos niños y niñas fueron forzosamente separados de sus madres, como es el caso de las demandantes, puestos bajo la tutela del Estado belga y enviados a hogares especiales, que generalmente eran administrados por la iglesia católica.