Una primera parada en Moscú, donde se entrevistará con el presidente ruso Vladimir Putin, una visita a China que incluirá una reunión con el líder de la nación asiática Xi Jinping y finalmente una visita a Barbados, país que recientemente se independizó totalmente de Reino Unido, serán las tres instancias de la gira oficial que el presidente argentino Alberto Fernández comenzará este miércoles.
Pero la salida del mandatario del país, más allá de la enorme importancia que tendrán sus encuentros con Putin y Xi –dos de los líderes más importantes del mundo–, estuvo precedida por la crisis política desatada en la interna de la coalición oficialista, el Frente de Todos (FdT), luego de que el lunes Máximo Kirchner renunciara a seguir al frente de la bancada de diputados del sector, en rechazo al acuerdo de refinanciación que el gobierno de Fernández alcanzó el viernes con los negociadores del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La negociación del pago de la deuda de 45.000 millones de dólares que el Estado argentino contrajo con el FMI durante el mandato de Mauricio Macri es el tema más importante que está afrontando el gobierno de Fernández, quien en numerosas ocasiones fue criticado por sus vacilaciones, su debilidad y su falta de carácter a la hora de tomar decisiones. En esta ocasión, el mandatario de 62 años no dudó y, apoyado fuertemente en su equipo económico que lidera el ministro Martín Guzmán, optó por llegar a un acuerdo con el FMI, que deberá ser confirmado por el Congreso cuando inicie su período de sesiones ordinarias en marzo. Los detalles del acuerdo con el organismo internacional de crédito aún no se dieron a conocer públicamente, pero estarán en el centro del debate parlamentario, que se presume que será áspero. Ya varias voces dentro del oficialismo manifestaron que, tal como está, no lo votarán.
Uno de quienes se manifestaron en ese sentido fue el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau, quien en diálogo con Radio 10 dijo que los detalles del acuerdo “se van a discutir, para eso va al Congreso”. “Vamos a llamar la atención sobre los peligros y los riesgos del acuerdo, y ojalá sirva para que cuando se firmen los memorándums de entendimiento algunas cuestiones se remuevan; si no, estaremos en una situación compleja”, planteó el legislador. Además, el diputado cuestionó la política económica implementada por Guzmán desde el inicio de su gestión. “Hace una semana se llegó a un límite de que si no se cerraba este acuerdo se corría la posibilidad de una gran corrida bancaria y una devaluación, y eso es responsabilidad de Guzmán, porque vino liquidando todas las divisas desde el inicio innecesariamente en una negociación con el Fondo, cuando aún no había acuerdo”, señaló.
Por su parte, el Frente Patria Grande, sector que lidera el abogado y activista social Juan Grabois y que tiene tres diputados dentro del FdT, también anunció que no votará el acuerdo. “La discusión sobre la forma en que se cumplirán las metas pactadas y, fundamentalmente, en torno a sobre quiénes recaerá el esfuerzo para pagar esta deuda deberán ser temas centrales de la agenda de nuestro gobierno”, expresó el sector en un comunicado que fue consignado por Página 12.
“El presidente soy yo”
Las repercusiones en la interna del FdT acerca de la decisión adoptada por el Ejecutivo y la renuncia de Kirchner a liderar la bancada no es un hecho menor, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien es indiscutiblemente la figura política más importante del peronismo y, por añadidura, de la coalición de gobierno.
De todas maneras, según aseguró el propio presidente en diálogo con el canal C5N, la exmandataria no estuvo de acuerdo con la decisión de su hijo, aunque ella aún no se expresó sobre los términos del acuerdo anunciado el viernes. Alberto Fernández detalló que había hablado la semana pasada con Máximo Kirchner sobre la cuestión y que horas antes de hacer pública su renuncia lo llamó para hacérsela saber. Durante la entrevista el mandatario explicó que su postura y la de su vicepresidenta sobre el tema del pago de la deuda son diferentes, pero el mandatario fue enfático al afirmar: “El presidente soy yo y hay un punto en que tengo que tomar las decisiones”. “Sé que Cristina [Kirchner] tiene una mirada distinta, matices distintos, pero hay un momento en que tengo que tomar una decisión y yo tomé esta decisión. La tomé convencido de que lo hice preservando la economía argentina. Y estoy convencido de que era el mejor acuerdo que se podía lograr con el Fondo”, aseveró.
El mandatario agregó que los acuerdos comerciales que se firmarán con Rusia y China durante la gira, así como acuerdos con otros países que están en vías de concretarse, estaban condicionados al acuerdo con el FMI, y fue en este contexto que se tomó la decisión. Además, Fernández agregó que entrar “en default era un problema enorme”.
En su carta de renuncia a la presidencia de la bancada oficialista, Kirchner expresó que “esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo. No aspiro a una solución mágica, sólo a una solución racional”.
Estos dichos del líder de La Cámpora fueron respondidos por el ministro de Economía, quien dijo que se logró “una alternativa razonable” con el FMI. Guzmán también sostuvo que el acuerdo que cuestiona Kirchner implica “un paso firme que se diferencia de otros caminos que no se pueden recorrer”, según informó el diario El Cronista. Por último, el ministro de Economía dijo que “nadie en nuestro espacio político puede estar contento con que el FMI esté en la Argentina, pero lo que se hizo es todo lo que se pudo hacer”.