El Tribunal Supremo de Apelaciones de Turquía confirmó una sentencia de prisión para Canan Kaftancioglu, de 50 años, quien es la presidenta en Estambul del Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco), un sector secular de centroizquierda que es el principal partido de oposición al gobierno que encabeza Recep Tayyip Erdogan y el segundo con más representación parlamentaria.
En 2019, la política fue sentenciada a casi diez años de prisión por una serie de cargos que se relacionaban principalmente con los tuits que ella publicó entre 2012 y 2017. Entre los tuits utilizados por la fiscalía contra Kaftancioglu se encontraba uno en el que criticaba la muerte de un niño de 14 años que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno durante las masivas protestas populares que ocurrieron en la plaza Taksim de Estambul en 2013.
En el momento de la condena inicial, en 2019, Kaftancioglu prometió no ceder pese a la decisión de la Justicia. “Creen que nos pueden asustar, pero vamos a seguir hablando”, dijo en ese entonces.
Los cargos que se le imputaban abarcaban desde “acusar a un funcionario en ejercicio de sus funciones”, “insultar públicamente al Estado de Turquía” e “insultar al presidente” hasta “hacer propaganda por la organización terrorista PKK (el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán) e “incitar al odio en la sociedad”. Según informó la agencia AFP, el Tribunal no encontró pruebas para las últimas dos acusaciones, pero mantuvo las primeras tres, por lo que fijó la condena en cuatro años y 11 meses.
La reducción de la pena es relevante, ya que, al quedar por debajo de los cinco años, Kaftancioglu no deberá ir a prisión efectiva por no tener antecedentes penales, aunque con el procesamiento su carrera política sí quedó muy afectada, al menos por los próximos años.
Tras conocerse el fallo, el líder del CHP, Kemal Kilicdaroglu, pidió a sus legisladores que se dirigieran a la sede del partido en Estambul a través de un mensaje que publicó en su cuenta de Twitter.
Kaftancioglu, quien es médica de profesión, desempeñó un papel clave en la victoria de 2019 de la alcaldía de Estambul de Ekrem Imamoglu. Ese triunfo electoral del CHP significó un durísimo golpe para el sector político de Erdogan, el Partido de la Paz y la Justicia (AKP, por sus siglas en turco), que perdió el poder en la ciudad más grande de Turquía por primera vez en 25 años.
Los grupos de defensa de los derechos humanos turcos acusan regularmente a Erdogan de usar el poder judicial como una herramienta política, particularmente después de que miles de jueces fueron purgados del sistema tras el intento de golpe de Estado de 2016.
“Erdogan duplica la represión a medida que él pierde terreno en medio de la creciente presión económica en el país”, comentó a AFP la analista política Seren Selvin Korkmaz, del grupo de expertos IstanPol Institute.