El subsecretario de Derechos Humanos del gobierno mexicano, Alejandro Encinas, dio a conocer este jueves en un acto oficial las principales conclusiones a las que llegó la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, un órgano creado para investigar a fondo el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, ocurrida en setiembre de 2014.
Encinas dijo que no hay indicio de que ninguno de los estudiantes desaparecidos hace casi ocho años se encuentre con vida.
De acuerdo a lo que informó el diario mexicano El Universal, las afirmaciones del funcionario del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador deriva de que todos los testimonios y evidencias acreditan que los jóvenes fueron “arteramente” asesinados y desaparecidos en la ciudad de Iguala, también ubicada en el estado de Guerrero, a casi 200 kilómetros de Ciudad de México.
“No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentran con vida, por el contrario, todos los testimonios y evidencias acreditan que estos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, dijo Encinas.
En el informe se establece que la desaparición de los 43 estudiantes, ocurrida en la noche del 26 al 27 de setiembre de 2014, constituyó un crimen de Estado, en el que concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano. Los integrantes de la comisión también llegaron a la conclusión de que autoridades federales y estatales del más alto nivel fueron omisas y negligentes, ya que existen elementos que indican que se alteraron hechos y circunstancias para establecer una conclusión ajena a la verdad de lo acontecido.
Otro elemento hasta ahora desconocido que reveló el trabajo de la comisión es que dentro del grupo de estudiantes había un soldado infiltrado perteneciente a la Secretaría de la Defensa Nacional, identificado como Julio César López Patolzin, que también fue asesinado, de acuerdo a lo que consignó el portal Aristegui Noticias.
Según explicó Encinas, en la mañana del 26 de setiembre López Patolzin dio su último informe para el aparato de inteligencia de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, también terminó siendo asesinado y desaparecido junto a los estudiantes a los que había sido enviado a espiar. El subsecretario dijo que, pese a haber desaparecido durante la realización de un trabajo oficial, las Fuerzas Armadas no activaron el protocolo de búsqueda de militares desaparecidos. López Patolzin estaba bajo el mando del teniente Marcos Macías Barbosa, por lo que ya se indaga su responsabilidad en los hechos, aunque no se descarta seguir investigando la cadena de mando.