Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como los gobiernos de Jersón y Zaporiyia, realizan a partir del viernes y hasta el martes referéndums en los que se proponen decidir si esos territorios ucranianos pasarán a formar parte de Rusia. Todas esas regiones están controladas en buena parte por Moscú o por ucranianos prorrusos.
La administración separatista de Donetsk, liderada por Denis Pushilin, pidió al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que acepte con rapidez su ingreso a ese país. “Le pido que estudie lo antes posible, en caso de que el resultado del referéndum sea positivo, de lo que no dudamos, el asunto del ingreso de la República Popular de Donetsk en la Federación Rusa”, manifestó el líder separatista en una carta citada por la agencia Efe. “El sufrido pueblo del Donbás se merece ser parte de un gran país que siempre consideró su patria. Este acontecimiento [el referéndum] restablecerá la justicia histórica, cuya llegada ansían millones de rusos”, agregó.
Para la consulta se preguntará a los habitantes de esos territorios: “¿Está usted a favor del ingreso de la república popular de Donetsk [o el que corresponda] a Rusia en calidad de sujeto de la Federación Rusa?”.
Los gobiernos de esas regiones argumentaron que es necesario llevar adelante las consultas ahora –y no el 4 de noviembre, como estaba previsto– para asegurar su integridad territorial ante la ofensiva ucraniana. La convocatoria llega después del avance de Ucrania que obligó a las tropas rusas a abandonar la región de Járkov, el 8 de setiembre.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, respaldó las consultas. “Desde el comienzo mismo de la operación militar especial en general y en el período que la precedió, dijimos que los pueblos de los respectivos territorios debían decidir su destino”, dijo. Por su parte, el vicepresidente del Consejo ruso de Defensa, Dmitri Medvedev, habló de “restablecimiento de la justicia histórica” y de “territorios liberados” por Rusia. Advirtió además que para defenderlos se puede movilizar “todo tipo de armas”, en momentos en que resurge la amenaza nuclear de parte de Moscú.
Por su parte, Ucrania desconoce estas votaciones y el presidente, Volodímir Zelenski, advirtió que si Rusia se anexiona más territorios ucranianos no habrá posibilidades de negociar una salida pacífica al conflicto. El viernes el principal asesor de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, calificó las consultas de “show propagandístico” del Kremlin, según citó Europa Press. Podoliak dijo que en su país no se está realizando “ninguna acción legal denominada ‘referéndum’”, y llamó a centrarse “en lo que es crucial”, que es la “inmediata liberación” de los territorios ucranianos ocupados por Rusia.
A su vez, la OTAN ha reafirmado en varias ocasiones que no reconocerá el resultado de estas votaciones porque “carecen de legitimidad” y constituyen una violación de la Carta de Naciones Unidas. Lo mismo manifestó la Unión Europea. Al inicio de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, el miércoles, tanto Estados Unidos como Francia y Alemania calificaron estas votaciones como una “farsa”.
Desde el viernes, Rusia habilitó la votación para los refugiados ucranianos, que según las autoridades de Kiev fueron trasladados de manera forzosa a territorio ruso, y que superan los dos millones. A su vez, el gobernador de Lugansk que responde a Ucrania, Serguéi Gaidai, denunció que se está obligando a votar a muchos ciudadanos en las zonas controladas por las tropas rusas. También Iván Fedorov, el alcalde de Melitopol, en Zaporiyia, denunció que los soldados rusos presionan a la población para que “vote correctamente”.
Fue también mediante un referéndum no reconocido por otros países que Rusia se anexionó la península de Crimea, en 2014. En cuanto a Donetsk y Lugansk, el gobierno ruso ya las reconoció como repúblicas independientes antes de lanzar su ofensiva en Ucrania.
La ONU denuncia crímenes de guerra cometidos en Ucrania
Una misión independiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviada a Ucrania para investigar la invasión a ese país denunció el viernes que los soldados rusos cometieron crímenes de guerra. “Nos ha impresionado el gran número de ejecuciones perpetradas en las áreas que hemos visitado”, dijo el experto noruego Erik Mose, presidente de la misión, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Según informaron Efe y Europa Press, Mose destacó que se cometieron delitos sexuales contra víctimas que van desde los cuatro a los 82 años, y que se “ha documentado casos en los que menores han sido violados, torturados y recluidos ilegalmente”. La Comisión también confirmó que hubo ejecuciones. Pudo determinarlo por el hallazgo de cadáveres con las manos atadas a la espalda, disparos en la cabeza o heridas de arma blanca en el cuello.
Después de que la misión diera su informe, la delegación ucraniana ante el Consejo de Derechos Humanos pidió la creación de un tribunal específico para juzgar estos crímenes.