La guerra en Ucrania está entrando en una nueva fase, después de que en los últimos días se consolidara una importante ofensiva del Ejército ucraniano, que el martes prosiguió con sus avances en el óblast (provincia) de Járkov, en el noreste del país, izando banderas en pueblos y aldeas que estaban en poder de los rusos prácticamente desde el comienzo del conflicto, que comenzó con la invasión de las tropas de Moscú el 24 de febrero.
De acuerdo a lo que informaron medios internacionales, en pocos días Ucrania logró recuperar aproximadamente 4.000 kilómetros cuadrados de territorio, incluidas zonas en el sur del país donde se está llevando a cabo una contraofensiva separada para recuperar la ciudad de Jersón.
En un discurso el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que su Ejército tiene el control total de más de 4.000 kilómetros cuadrados de territorio recuperado de las fuerzas rusas y está estabilizando otros 4.000. “El movimiento de nuestras tropas continúa”, dijo el mandatario, según consignó la cadena Al Jazeera. De todas maneras, Zelenski instó a los países occidentales a acelerar la entrega de armas y llamó a los aliados a “fortalecer la cooperación para derrotar al terror ruso”.
También el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, mostró su satisfacción por los avances de sus tropas en los últimos días, pero alertó que para seguir adelante el país “necesita más armamento pesado”. En una entrevista con el portal estadounidense Politico, citada por la agencia Europa Press, Kuleba dijo que las tropas ucranianas “serán capaces de poner fin a la guerra de Rusia si cuentan con más armas procedentes de Occidente” y ha destacado que “la situación está cambiando”.
Hablando sobre este tema, Kuleba fue muy crítico con Alemania. Si bien Alemania mandó armamento en los últimos días a Ucrania, algo que desde Moscú fue calificado como haber cruzado “una línea roja”, el jerarca ucraniano recriminó al gobierno de Olaf Scholz por no enviar algunos dispositivos específicos.
En una publicación hecha este martes en su cuenta de Twitter, Kuleba directamente acusó a Alemania por no mandar tanques Leopard y vehículos de infantería Marder con “miedos y excusas abstractas” para no proveer ese material militar. “No hubo ni un solo argumento racional sobre por qué estas armas no pueden ser suministradas, sólo miedos y excusas abstractas. ¿De qué tiene miedo Berlín de lo que Kiev no?”, escribió el canciller ucraniano.
También el martes el jefe del Ejecutivo alemán habló por teléfono luego de tres meses sin hacerlo con el presidente ruso, Vladimir Putin. De acuerdo a lo que informó la agencia Sputnik, el desarrollo de la guerra, la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia, la crisis alimentaria mundial y energética en Europa fueron los temas que abordaron los mandatarios durante su contacto. Alemania tiene una gran dependencia de los hidrocarburos rusos y pese a que desde que comenzó la guerra comenzó a buscar opciones alternativas, sigue apostando a que podrá llegar a algún tipo de acuerdo con Moscú para que el suministro sea lo más normal posible, teniendo en cuenta que el verano boreal está llegando a su fin y en las próximas semanas el frío se impondrá en todo el norte de Europa, incluyendo, claro está, a todo el territorio alemán.
Paralelamente, según informó el diario español El Mundo, este martes el líder del Partido Comunista ruso, Gennadi Ziuganov, criticó la marcha de la guerra en Ucrania y precisamente lo hizo en el Parlamento, donde empleó la palabra “guerra”, en lugar de referirse al conflicto como “operación militar especial”, que es la denominación oficial con la que el gobierno denomina lo que está sucediendo en Ucrania.
“¿En qué se diferencia una operación militar especial de una guerra? La operación militar se puede detener en cualquier momento. No puedes detener la guerra, termina en victoria o derrota”, expresó el político comunista ante los diputados. “Hay una guerra y no tenemos derecho a perderla. No hay que asustarse. Necesitamos una movilización completa del país, necesitamos leyes completamente diferentes”, dijo Ziuganov, cuyo bloque es el más grande dentro de la oposición.
Si bien el líder comunista realizó estas declaraciones, posteriormente el portavoz del partido, Alexander Yushchenko, aseguró a los medios que “Ziuganov pidió la movilización de la economía y los recursos, no de la población”, algo muy temido por numerosas familias rusas, que no quieren ver partir a sus familiares rumbo a la guerra.
Pero también el martes desde Moscú el Kremlin aseguró que no está sobre la mesa una movilización para reforzar con un alistamiento masivo la campaña militar en Ucrania. El portavoz del gobierno, Dmitri Peskov, aseguró que las críticas de distintos portavoces nacionalistas, muchos de ellos exigiendo la movilización, son un ejemplo del “pluralismo” que existe en Rusia.