El cimbronazo que significó la remontada del oficialismo en las elecciones del domingo dejó en una posición muy incómoda al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien pasó de estar al frente de la carrera hacia la Casa Rosada, a quedar claramente detrás de Sergio Massa, que corre ahora con ventaja hacia la segunda vuelta que tendrá lugar el 19 de noviembre.
Esta sensación quedó completamente de manifiesto este martes en una entrevista que el economista ultraderechista brindó al canal LN+. Mostrando una vez más un tono moderado, el mismo que adoptó en el discurso que dio en la noche del domingo luego de quedar en segundo lugar, Milei aclaró que no se bajará del balotaje “bajo ningún punto de vista”.
“Estos rumores ya se hicieron correr antes de las PASO y en los debates”, amplió el libertario. “Verdaderamente, pensar que me voy a bajar implica no conocer lo que es la lógica del individuo en cuestión”, dijo Milei, refiriéndose a sí mismo. “Yo soy naturalmente un gladiador. No concibo otro resultado distinto que morir con las botas puestas”, agregó el líder libertario, quien aclaró que no repetirá el mismo error que Carlos Menem en 2003, cuando desistió de participar en la segunda vuelta contra Néstor Kirchner dos días antes de las elecciones.
“Creo tener muchas chances de ganar, pero hay que trabajar duro”, expresó Milei, quien muy lejos del tono desafiante que supo tener, reconoció que el escenario de una eventual derrota “está contemplado”.
Este nuevo tono del candidato ultraderechista, quien pasó de gritar alaridos contra la casta política, a sugerir que Patricia Bullrich podría ser su ministra de Seguridad o que incluso habría espacio para gente de izquierda dentro de su ministerio de Capital Humano “porque son los que más saben” sobre el tema, fue abordado por el reelecto gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
En declaraciones recogidas por la agencia Télam, Kicillof dijo que ve a Milei “muy desorientado y en un papel que no sabe desempeñar, de desdecirse de todas las barbaridades que dijo”. “Proponer cargos por la televisión a los demás partidos de la oposición o revolearle un ministerio a Patricia Bullrich demuestran el amateurismo político”, manifestó Kicillof.
Por otra parte, los espacios políticos que no tendrán candidatos en el balotaje están evaluando qué posición adoptar.
En ese sentido, este miércoles la dirigencia de la Unión Cívica Radical (UCR), histórico partido que forma parte de Juntos por el Cambio, se reunirá en su sede para analizar la situación política que emergió tras las elecciones y para definir una postura de cara a la segunda vuelta.
Algunos dirigentes del sector, como Federico Storani, quien fue ministro del Interior entre 1999 y 2001, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, ya expresaron su posición. En una entrevista con el canal C5N, Storani fue muy duro con Milei y atribuyó las reiteradas críticas que el candidato ultraderechista tuvo hacia la UCR durante toda la campaña a su origen “fascista” y al círculo íntimo de negacionistas que lo acompañan, como por ejemplo su candidata a la vicepresidencia, Victoria Villaruel.
“Está rodeado de algunos que tienen algún planteo vengativo, por ejemplo, el negacionismo de lo ocurrido durante la última dictadura militar y el terrorismo de Estado. Y no nos perdonan a los radicales que hayamos sido los autores del juicio a las Juntas Militares”, expresó Storani.
Ahondando sobre esta cuestión, sostuvo que la condición “antirradical” de Milei “es un mérito” para el radicalismo y consideró que, por tanto, ese partido político “no debe hacerle la concesión de decir que es un liberal o un ‘libertario’. Milei es un fascista”, sentenció.
También se espera por la postura que adoptará el actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien al frente de la coalición Hacemos por Nuestro País quedó cuarto en los comicios del domingo con el 6,78% de los votos, un número para nada despreciable.
De acuerdo a lo que informó eldiarioar.com con base en fuentes cercanas al dirigente, él “ya se expresó”, dijo “lo que tenía que decir” y aparentemente no se pronunciará por ningún candidato, sino que dejará a sus electores en “libertad de acción”.
De todas maneras, queda por ver qué rol adoptará durante la campaña y los eventuales acercamientos que pueda tener, particularmente con Massa, quien remarcó que pretende conformar un gobierno de unidad y promover el federalismo, uno de los reclamos permanentes del cordobés hacia los gobiernos nacionales.