En un hecho inédito en los últimos años, este domingo delegaciones palestinas e israelíes se reunieron en la ciudad de Aqaba, en Jordania, con la finalidad de detener la escalada de violencia que viene en aumento en las últimas semanas.
Con la mediación de representantes jordanos, egipcios y estadounidenses, los enviados del gobierno de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) coincidieron en la necesidad de reducir la tensión y abstenerse de tomar medidas unilaterales que puedan seguir agudizando las tensiones de por sí siempre latentes en la zona.
De acuerdo a lo que informó El Periódico de Barcelona, el encuentro del domingo que fue convocado en forma urgente, tendrá una segunda instancia durante marzo en la ciudad egipcia de Sharm El Sheij. Según se comunicó tras el encuentro que duró varias horas, las partes llegaron a un acuerdo para rebajar las tensiones previas al inicio del Ramadán, el mes sagrado del calendario islámico que este año comenzará el 22 de marzo y que coincidirá con la celebración de Pésaj, la Pascua Judía, que será en la semana que va del 5 al 12 de abril.
Según lo acordado el domingo, una comisión conjunta estudiará la reanudación de la cooperación de seguridad entre la ANP e Israel y una mayor acción de las fuerzas de seguridad palestinas para reducir las incursiones israelíes contra las milicias en Cisjordania.
El acuerdo será una prueba para ambos gobiernos, porque en la interna ambos escucharon rechazos sobre la reunión del domingo. Si bien la comitiva israelí en Jordania se comprometió a detener la construcción de nuevos asentamientos en los próximos cuatro meses, el ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich dijo que “no habrá un congelamiento de la construcción y el desarrollo, ni siquiera por un día”, según lo que consignó el diario Haaretz.
Por su parte la organización Hamas, que gobierna el territorio palestino de la Franja de Gaza, calificó la reunión del domingo en Jordania como “inútil” y criticó al ejecutivo de la ANP que lidera Mahmud Abbas por haber tomado parte en ella. También hubo sectores palestinos de Cisjordania que no estuvieron de acuerdo con el encuentro y realizaron manifestaciones callejeras para mostrar su rechazo a una instancia que consideran no traerá ningún beneficio.
Casi al mismo tiempo que las delegaciones estaban reunidas en Jordania, en la localidad de Huwara, en Cisjordania, se estaban produciendo violentos choques entre colonos israelíes y ciudadanos palestinos.
El hecho que desencadenó los incidentes fue el asesinato en dicha localidad de dos israelíes que fueron baleados cuando se trasladaban en un auto. El autor del ataque no logró ser detenido, pero generó una reacción de los colonos, que horas después prendieron fuego algunas casas y autos propiedad de palestinos.
Durante los disturbios, los israelíes dispararon y asesinaron a un palestino, según informó el Ministerio de Salud palestino. De acuerdo al diario The Jerusalem Post, no estaba claro si los disparos fueron realizados por un soldado o un colono.
Según la Media Luna Roja Palestina, al menos 98 palestinos resultaron heridos en Huwara, incluyendo a uno que sufrió una puñalada, otro que fue agredido con una barra de hierro y muchos otros que sufrieron inhalación de gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad israelíes.
Horas después de que comenzaran los violentos disturbios, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pidió a los manifestantes que no “tomaran justicia por mano propia”.