En una conferencia de prensa en Brasilia, el ministro de Justicia y Seguridad Pública brasileño, Flávio Dino, abordó la situación que involucra a miles de mineros que durante el gobierno de Jair Bolsonaro operaron de forma indiscriminada en los territorios ancestrales del pueblo yanomami, generando una catástrofe humanitaria en el lugar, ubicado en el estado de Roraima, en el norte del país.
En su contacto con los medios consignado por el portal Brasil 247, Dino descartó cualquier posibilidad de que aviones públicos ayuden a sacar a las personas que se encuentran dentro de las minas en territorio yanomami.
El ministro consideró que no es lógico que aviones del Estado ayuden a personas que estaban delinquiendo. “No vamos a dar ningún tipo de apoyo para esto. No podemos dar apoyo desde aeronaves públicas para sacar a personas que delinquen. No habrá apoyo federal para esta gente”, expresó el jerarca, quien agregó que esta posición es la actual y que puede ser reevaluada.
Dino dijo también que muchos de los mineros que estaban operando en la zona ya se están retirando y estimó que para el fin de semana 80% de las personas involucradas en las actividades ilegales en la Tierra Indígena Yanomami ya se habrán retirado.
Para el ministro, la etapa de “transición” ha estado marcada por acciones humanitarias de ayuda a la población indígena llevadas adelante en coordinación con otros ministerios y operativos policiales para detener a las personas involucradas en las acciones delictivas.
“La investigación en torno a los jefes de estas organizaciones criminales está avanzando”, dijo Dino, quien destacó que el foco de las acciones policiales está puesto principalmente en detener a los financiadores y a los propietarios de las minas ilegales.
Contrariamente a lo notificado por los indígenas, el ministro calculó que el número de personas que se desempeñaban en las minas dentro del territorio yanomami era de 15.000, es decir, 5.000 menos de lo informado en primera instancia.
El ministro informó además que el gobernador del estado de Roraima, Antônio Denarium, está en Brasília para reunirse con el ministro de la Casa Civil (jefe de Gabinete), Rui Costa, para comenzar a coordinar un trabajo transversal con otros ministerios, incluyendo al Ministerio de Desarrollo Social, para tratar de resolver cuanto antes el problema social de esas 15.000 personas que trabajaron en las minas, porque se estima que la mayoría de ellos permanecerá en Roraima, pero no tendrán trabajo y ninguna fuente de ingresos.
También habló este lunes sobre la situación de la población yanomami la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, quien tuvo un breve contacto con los medios en Río de Janeiro, donde asistió a la asunción de Aloizio Mercadante como presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Silva calificó la situación de los yanomamis como una “atrocidad sin palabras” que fue “inducida por el gobierno de Bolsonaro para eliminar a esta población”.
La ministra dijo además que “hay cosas que ya no tienen arreglo. ¿Cómo reparar una vida? ¿Cómo reparar a los niños desnutridos? ¿Cómo reparar a las niñas que fueron violadas y están embarazadas?”.
La jerarca, en declaraciones recogidas por el Correio do Povo, remarcó que el gobierno está actuando en varios frentes, con medidas de emergencia, estructurales y de recuperación cultural para los indígenas afectados por la invasión y la destrucción causada en sus territorios ancestrales.
“Se están haciendo todos los esfuerzos en el área de la salud, en el combate a la desnutrición y en el combate a la violencia siguiendo las recomendaciones del presidente Lula. Para todas las denuncias, se están tomando medidas en los órganos competentes del gobierno”, expresó Silva.
Según la ministra, el objetivo es que los yanomamis regresen a sus tierras una vez recuperadas. Ella, sin embargo, no quiso precisar una fecha para que eso suceda. “Existen tecnologías de descontaminación de áreas y recuperación. Es un proceso complejo y se trabajará en el momento oportuno para lograr resultados. El proyecto que está en marcha es la recuperación de la forma de vida tradicional de la cultura yanomami. La destrucción es demasiado grande”, dijo.