Este domingo en Brasil se celebraron las elecciones municipales, en las que los ciudadanos tenían derecho a elegir a los alcaldes y concejales de los gobiernos locales de los 5.669 municipios que existen en todo el país.
En total, 155 millones de brasileños tenían derecho a votar en la primera vuelta de estos comicios.
En las ciudades de más de 200.000 habitantes en donde no haya ningún candidato a la alcaldía con mayoría absoluta de votos válidos, los dos más votados pasarán a la segunda vuelta, que se celebrará el 27 de octubre. Esto fue lo que sucedió en la ciudad de San Pablo, la más grande del país, en la que además se dio la mayor puja electoral.
En este distrito la votación fue pareja, pero el candidato más votado fue el actual alcalde, Ricardo Nunes, integrante del derechista Movimiento Democrático Brasileño, que obtuvo el 29,53% de los votos y que irá a la segunda vuelta con el izquierdista Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad. Boulos, con el apoyo del Partido de los Trabajadores (PT), que no presentó candidato propio en estas elecciones, consiguió el 29,01% de los apoyos.
Tercero, muy cerca de ellos, quedó el ultraderechista Pablo Marçal, del Partido Renovador Laborista Brasileño, que logró el 28,13% de las adhesiones y por muy poco quedó fuera de la segunda vuelta.
Luego de conocer los resultados, el expresidente Jair Bolsonaro dijo que “se tirará de cabeza” en la segunda vuelta para impedir un triunfo de Boulos, quien emergió en la arena política como referente del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo.
En la ciudad de Río de Janeiro, el candidato ganador fue el actual alcalde, Eduardo Paes, del derechista Partido Social Democrático, que fue reelecto con el 60,47% de los votos, gracias a una red de apoyos variopinta, que incluyó a sectores de derecha y hasta al PT. Esta unión detrás del jerarca carioca, que irá por su cuarto mandato en la ciudad, se dio en buena medida porque su oponente fue el bolsonarista Alexandre Ramagem, del Partido Liberal, que tuvo el 31% de los votos.