Un informe elaborado por un comité especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que en la Franja de Gaza “Israel está causando de forma intencionada muerte, hambre y heridas graves, y está usando el hambre como método de guerra e infligiendo así un castigo colectivo a la población palestina”.
Los métodos de guerra utilizados allí son “acordes con las características del genocidio”, señala el llamado comité especial de la ONU para investigar las prácticas israelíes que dañan los derechos humanos del pueblo palestino y otros árabes en los territorios ocupados.
En su informe, que el lunes entregará a la Asamblea General de la ONU, el comité destaca las “pérdidas civiles masivas y las condiciones impuestas a los palestinos allí, que ponen su vida en peligro de forma intencionada”, según citaron Efe y France 24.
En el texto se recuerda que integrantes del gobierno de Israel “han apoyado públicamente políticas para privar a los palestinos de las necesidades básicas vitales: agua, comida y combustibles”, y señala que existen acciones alineadas con ese discurso: “La interferencia ilegal y sistemática de la ayuda humanitaria” y los “ataques intencionados a civiles y trabajadores humanitarios”.
Según el informe, la ofensiva que Israel inició hace 13 meses en Gaza, tras los ataques de Hamas sobre territorio israelí, dejó destrozos en los sistemas de agua y alcantarillado, en la agricultura y en el medioambiente, “una mezcla letal de crisis que infligirá un enorme daño en las generaciones venideras”.
El comité señala también que Israel está desconociendo los llamamientos de la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia que advierten contra esas prácticas.
Agrega que ya fueron lanzadas sobre la Franja de Gaza 25.000 toneladas de explosivos, “equivalentes a dos bombas nucleares”. De acuerdo con las autoridades palestinas locales, esta ofensiva mató hasta el miércoles a 43.736 personas, y se estima que decenas de miles están sepultadas bajo escombros.
El diario israelí Haaretz informó que el ejército investigará si en el norte de la Franja de Gaza, donde el último mes se concentraron los ataques, estos fueron desproporcionados o contrarios al derecho internacional humanitario que regula los conflictos armados. De acuerdo con France 24, el llamado Mecanismo del Estado Mayor para la evaluación de los hechos será el encargado de esta investigación.
Para el comité de la ONU, los bombardeos masivos así como el uso de inteligencia artificial para determinar blancos, con escasa participación humana, son elementos que subrayan “el desprecio de Israel a sus obligaciones de distinguir entre civiles y combatientes y tomar precauciones adecuadas para prevenir las muertes de civiles”.
En la página web de la ONU, con fecha del 12 de noviembre, se citan palabras de Ilze Brands Kehris, secretaria general adjunta para los derechos humanos, quien advirtió que los ataques a las llamadas “zonas seguras” demuestran que los palestinos no están a salvo en ningún lugar de Gaza.
Agregó que en estos 13 meses, además, “cerca de 1,9 millones de personas han sido desplazadas, muchas de ellas en repetidas ocasiones, incluidas mujeres embarazadas, personas con discapacidades, ancianos y niños”.
A estas prácticas también se refirió un informe de la organización civil Human Rights Watch, difundido este jueves, que concluyó que Israel está cometiendo crímenes contra la humanidad, entre ellos una “limpieza étnica” en la Franja de Gaza. Señaló que allí Israel lleva adelante un desplazamiento forzoso “generalizado, injustificado y sistemático” de la población palestina.
“Consideramos que estas acciones de las autoridades israelíes equivalen a una limpieza étnica”, dijo una investigadora de la organización, Nadia Hardman, especializada en la situación de refugiados y migrantes. “Israel no puede simplemente basarse en la presencia de miembros de grupos armados palestinos para justificar el desplazamiento de civiles. Israel tendría que demostrar que el desplazamiento de civiles fue, en cada caso, su única opción”, agregó.
El documento, que se titula “Desesperados, hambrientos y sitiados: el desplazamiento forzoso de palestinos en Gaza”, recordó que 90% de la población de ese territorio fue obligada a dejar su hogar.
Hardman agregó que los destrozos a la infraestructura de Gaza “son un intento deliberado de las autoridades israelíes de crear condiciones que harán que el regreso no sólo sea difícil sino imposible para muchos palestinos”.