Este lunes el asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, dijo que varios países ya se habían ofrecido para ser la sede de las conversaciones que tendrán el presidente ruso, Vladimir Putin, y Donald Trump, una vez que este último asuma el gobierno, el 20 de enero.
Ushakov, cuyas declaraciones fueron consignadas por agencias internacionales, se negó a entrar en detalles sobre cuáles fueron los gobiernos que se mostraron abiertos a acoger las conversaciones entre los dos líderes, que en más de una ocasión hicieron referencia a su afinidad personal.
Durante la campaña electoral que lo terminó devolviendo a la Casa Blanca, Trump dijo que pretende terminar la guerra en Ucrania rápidamente, aunque nunca entró en detalles públicamente sobre cómo lo haría.
Putin, por su parte, dijo el jueves durante una larga conferencia de prensa que ofreció en Moscú que estaba listo para comprometerse sobre Ucrania en posibles conversaciones con Trump y que no contaba con las condiciones para iniciar conversaciones con las autoridades ucranianas.
Pero el líder ruso dijo que cualquier conversación debería tomar como punto de partida un acuerdo preliminar alcanzado entre los negociadores rusos y ucranianos en las primeras semanas de la guerra en las conversaciones en Estambul, algo que nunca se implementó.
Además, Putin remarcó que las actuales posiciones en el frente de batalla deben ser particularmente tenidas en cuenta a la hora de comenzar las eventuales negociaciones con el gobierno de Kiev que lidera Volodímir Zelenski.
Mientras se acerca la Navidad ortodoxa ucraniana, que se celebrará este 25 de diciembre –en Rusia es el 7 de enero–, en las últimas horas se reportaron notorios avances de las fuerzas de Moscú en varios lugares.
De acuerdo a lo que informó el diario español El Mundo, Las fuerzas ucranianas luchan para limitar los avances de Rusia y maximizar sus pérdidas, mientras que el ejército invasor se concentra en avanzar en la provincia de Donetsk, que junto con la de Lugansk conforma la región del Donbás, donde las localidades de Kurajove, Pokrovsk y Velika Novosilka siguen siendo sus objetivos clave.
Un número desconocido de fuerzas ucranianas han sido rodeadas en el pueblo de Makarivka, al sur de Velika Novosilka, en el oeste de Donetsk, según el mapa del campo de batalla actualizado por el sitio de análisis militar ucraniano DeepState. Según vienen advirtiendo distintos analistas, Rusia está intentando cortar todas las comunicaciones para poder apoderarse de Velika Novosilka, un nudo clave que le permitiría seguir avanzando en la conquista de la totalidad del Donbás.
Mientras tanto, también siguen los combates en Kursk, donde las tropas rusas intentan echar a las fuerzas ucranianas de ese territorio ruso. En agosto, durante el verano boreal, tomaron una pequeña parte de esa provincia limítrofe y actualmente dominan una superficie de menos de 800 kilómetros cuadrados.
En estos combates, de acuerdo a lo que han informado fuentes militares occidentes y de Corea del Sur, están teniendo una participación importante soldados enviados por Corea del Norte. Se dijo que en principio los norcoreanos serían alrededor de 11.000, y en las últimas horas el gobierno de Seúl dijo que habría un nuevo envío de tropas, al que se le sumaría armamento. Entre otras cosas el envío incluiría drones suicidas, una de las armas más empleadas en lo que va a de este conflicto, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa a territorio ucraniano.
En las últimas horas, uno de los temas que causaron polémica respecto del conflicto fue la visita a Moscú del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien sorpresivamente el fin de semana se reunió con Putin en el Kremlin.
Fue en este contexto que este lunes el presidente ucraniano acusó a su homólogo eslovaco de querer “ayudar a Putin a ganar dinero para financiar la guerra” con Kiev, en medio de las tensiones por el tránsito de gas ruso hacia la el territorio de la Unión Europea, informó AFP.
“Quiere ayudar a Putin a ganar dinero para financiar la guerra y debilitar a Europa”, escribió Zelenski en su cuenta de X. “Creemos que tal ayuda a Putin es inmoral”, agregó el mandatario ucraniano.
Fico, por su parte, había asegurado el viernes que Zelenski le había ofrecido 500 millones de dólares de los activos rusos congelados por las sanciones a cambio de su apoyo para una eventual entrada de Kiev en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Me preguntó si votaría por su ingreso [de Ucrania] en la OTAN si él me diera 500 millones de euros de los activos rusos”, manifestó el mandatario eslovaco en un video subido a Facebook.
Fico y Zelenski se vieron el jueves en la cumbre de líderes de la Unión Europea celebrada en Bruselas, durante la cual el líder ucraniano insistió en que su país cortará el tránsito de gas ruso hacia Europa, una medida que puede perjudicar a Eslovaquia.