El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, anunció este jueves, poco después de comenzada la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas, que los líderes de los 27 países que componen el bloque comunitario llegaron a un acuerdo y aprobaron un paquete de ayuda a Ucrania por un valor de 54.000 millones de dólares.
“Tenemos un acuerdo”, escribió Michel en su cuenta de X, de acuerdo a lo que consignó Associated Press, y agregó que la medida “asegura una financiación firme, previsible y a largo plazo para Ucrania” y demuestra que “la UE está asumiendo el liderazgo y la responsabilidad en el apoyo a Ucrania; sabemos lo que hay en juego”.
Varios líderes del bloque europeo defendieron la “unidad” y el compromiso que existe con Kiev en la guerra que está afrontando contra Rusia.
La medida adoptada por la UE salió adelante pese a los intentos de vetarla del primer ministro húngaro, el ultraderechista Viktor Orbán, el único líder del bloque que tiene una relación fluida con el presidente ruso, Vladimir Putin, lo cual lo viene distanciando de manera marcada del resto de los mandatarios europeos.
El primer ministro magiar, que había prometido bloquear los fondos desde diciembre, cambió su posición de manera imprevista. Un día antes de hacerlo había expresado en sus redes sociales: “¡Defenderemos la voz del pueblo! Aunque los burócratas en Bruselas nos chantajeen”.
Orbán finalmente sucumbió a la presión tras una serie de reuniones de última hora con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz. El líder húngaro también mantuvo reuniones con las dos principales autoridades de la UE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Michel, el presidente del Consejo de la entidad.
Si bien finalmente Orbán cedió y el dinero llegará a Kiev, muchos líderes del bloque expresaron su molestia con el mandatario húngaro. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, afirmó: “Nadie puede chantajear a 26 países de la UE. Nuestros valores no estaban a la venta”.
Mientras tanto, Donald Tusk, que desde fines del año pasado es nuevamente el primer ministro de Polonia, dijo: “No hay ningún problema con la cuestión de la llamada fatiga ucraniana. Ahora en Bruselas tenemos fatiga de Orbán. No puedo entenderlo. No puedo aceptar este juego tan extraño y tan egoísta de Viktor Orbán”, expresó el dirigente polaco durante un encuentro con periodistas durante la cumbre en la capital belga.
En un momento en que el gobierno de Estados Unidos está presentando cierta vacilación respecto del apoyo económico a Ucrania, los líderes de la UE enfatizaron la importancia de la decisión tomada, que será sustancial para sostener los servicios públicos de Ucrania, incluyendo los pagos de los salarios de los maestros, los médicos y los soldados.
Casi dos años después de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, la guerra está prácticamente paralizada, con las fuerzas de Moscú ocupando buena parte del este ucraniano, incluyendo la región del Donbás.
La contraofensiva ucraniana no dio resultado alguno y en este momento una salida negociada parece ser la única solución para el conflicto bélico, que generó, entre otras cosas, la destrucción de la economía ucraniana.
A la aprobación de la ayuda también se refirió el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien en un mensaje en su cuenta de X manifestó: “El apoyo financiero continuado de la UE a Ucrania reforzará la estabilidad económica y financiera en el largo plazo, lo que no es menos importante que la ayuda militar y la presión de las sanciones a Rusia”.
De acuerdo a lo que informó el diario británico The Guardian, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó que el apoyo de Europa a Ucrania fue “unido y unánime”. “El mensaje es claro: Rusia no puede contar con ningún cansancio por parte de los europeos en su apoyo a Ucrania”, agregó el mandatario galo.
También se refirió al tema el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, quien dijo que la decisión tomada por la UE era de “proporciones históricas” y que demuestra claramente a Putin que hablar de “fatiga” o de apoyo menguante” hacia el gobierno de Kiev en sus esfuerzos bélicos es simplemente falso.