Durante una conferencia internacional sobre la situación de la Franja de Gaza, los participantes reclamaron a Israel que permita un mayor ingreso de ayuda humanitaria en menor tiempo y que tome medidas para proteger a los civiles palestinos.
En ese encuentro, celebrado este martes en Amán, Jordania, por el país anfitrión, Egipto y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llamó a aliviar “el sufrimiento masivo en Gaza” y dijo que “no hay tiempo que perder dado el infierno que cientos de miles de palestinos soportan cada día”.
El secretario de Estado afirmó que “Israel debe tomar nuevas medidas para reducir las víctimas civiles incluso cuando se enfrenta” al movimiento palestino Hamas, del que dijo que “se esconde cínicamente detrás o debajo del pueblo al que pretende representar”.
Blinken comunicó que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le manifestó su apoyo al plan de cese del fuego presentado por el presidente estadounidense, Joe Biden, que el lunes recibió el aval de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Me reuní anoche con el primer ministro Netanyahu y reafirmó su compromiso con la propuesta”, dijo el funcionario. Agregó que “todo el mundo” está a favor de la iniciativa, a la que sólo le falta el visto bueno de Hamas. Sin embargo, Netanyahu no manifestó públicamente su respaldo a este plan.
El lunes la coordinadora política de la misión diplomática de Israel ante la ONU, Reut Shapir, dijo que su país “se aferra a sus principios, y estos no han cambiado. Seguiremos [combatiendo] hasta que todos los rehenes regresen y desmantelemos todas las capacidades de combate y gobierno de Hamas”. Agregó: “Esto significa que Israel no se va a comprometer en negociaciones interminables y sin sentido, que pueden ser explotadas por Hamas como un medio de ganar tiempo”.
Por su parte, Hamas manifestó en un comunicado en respuesta a la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU que está dispuesto a “cooperar con los mediadores hermanos para entablar negociaciones indirectas sobre la implementación de estos principios, que están en consonancia con las demandas de nuestro pueblo y nuestra resistencia”.
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La iniciativa de Biden es una hoja de ruta dividida en tres fases
La primera incluye un cese del fuego y el intercambio de rehenes por presos palestinos; la segunda contempla la retirada de las fuerzas militares israelíes de la Franja de Gaza; y la tercera incluye el regreso de los desplazados y un plan de reconstrucción de ese territorio.
El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a las partes a aprovechar la “oportunidad” que supone este plan y dijo que “la única manera” de resolver este conflicto “es alcanzar una solución política que garantice una paz basada en la coexistencia de dos estados, Palestina e Israel, que vivan uno al lado de otro con paz y seguridad”, con Jerusalén como capital compartida.
Guterres llamó a atender mientras tanto la situación humanitaria “deplorable” que enfrenta la población de Gaza, y afirmó: “El ritmo y escala de la masacre supera todo lo que he podido ver como secretario general”.
Blinken dijo a su vez que le transmitió al gobierno israelí la necesidad de acortar los tiempos de inspección de camiones para que llegue la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, de reducir la lista de mercancías prohibidas y de facilitar los visados de los trabajadores humanitarios que pueden ayudar a que esos insumos lleguen a la población palestina.
Anunció, además, que su país enviará un nuevo paquete de 404 millones de dólares de ayuda para los palestinos. También Reino Unido anunció un aporte de 15 millones de libras esterlinas, unos 19 millones de dólares.
El rey Abdalá II de Jordania denunció que “la ayuda humanitaria internacional no ha estado a la altura” de las necesidades que enfrentan los habitantes de la Franja de Gaza, y advirtió que esa asistencia “no puede esperar a un alto el fuego”.
Según la agencia de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, 96% de las mujeres y los niños de seis a 23 meses en Gaza no consumen diariamente los nutrientes que necesitan.
Los anfitriones del encuentro insistieron en el papel “insustituible” de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), a la que Israel acusó de tener integrantes vinculados con Hamas.
Las acusaciones del gobierno de Netanyahu contra la UNRWA motivaron que este año varios países interrumpieran su financiación a esa agencia. Sin embargo, cuando una investigación internacional reveló que la acusación no contaba con pruebas, muchos de esos países retomaron su colaboración con el organismo.