El presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, donde este miércoles, en el marco de una visita oficial de dos días al país asiático, se reunió con el mandatario Kim Jong-un.
De acuerdo a lo que informó la agencia oficial rusa TASS, Putin fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Sunan por el propio líder norcoreano, donde tras estrecharse la mano de manera efusiva se dieron un abrazo, un gesto por demás significativo.
Además, como parte del protocolo, una niña coreana vestida con el traje nacional -llamado hanbok- saludó al presidente ruso y le entregó un ramo de flores.
Posteriormente, acompañados por una escolta de motociclistas, los mandatarios viajaron en el automóvil Aurus del presidente ruso a través de Pyongyang hasta la residencia gubernamental Kumsusan, donde entraron juntos y mantuvieron su primera reunión de trabajo acompañados de sus respectivos intérpretes.
La ida de Putin a Corea del Norte es la primera en 24 años. En el último encuentro el mandatario del país aún era Kim Jong-il, el padre del actual presidente e hijo de Kim Il-sung, el primer líder de la oficialmente denominada República Popular Democrática de Corea.
Esta reunión tiene un significado práctico por una serie de acuerdos en diversas áreas que ambos gobiernos suscribirán, pero también un altísimo contenido simbólico, en un momento en el que Rusia está enfrentada de lleno con la mayor parte de Europa y ha virado su mirada hacia otras latitudes, particularmente Asia.
De hecho, luego de visitar suelo norcoreano, el líder del Kremlin, de 71 años, se trasladará a Vietnam, otro socio importante de Moscú en la zona, aunque muy por detrás de sus principales aliados comerciales, China e India.
Putin y Kim Jong-un se conocieron personalmente en 2019, cuando el líder norcoreano visitó la ciudad de Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso, donde llegó desde Pyongyang en un tren blindado.
Posteriormente, en setiembre del año pasado, Kim realizó otra visita oficial a Rusia y recorrió varias regiones del Extremo Oriente. Cuando los líderes visitaron la estación espacial de Vostochny, el norcoreano invitó al presidente ruso a visitar su país cuando lo creyera conveniente.
Concretamente en esta visita a Corea del Norte, Putin y su comitiva están en busca de reforzar la alianza que existe entre los dos países y particularmente la cooperación armamentística, altamente necesaria para Rusia en el marco de su guerra contra Ucrania.
Por otra parte, de acuerdo a lo que informó la BBC, el acercamiento también se debe a que Rusia precisa mano de obra y esto les abriría la posibilidad a ciudadanos norcoreanos para ir a trabajar a varias ciudades rusas, sobre todo en el rubro de la construcción.
Además, ambos países trabajarán para intensificar el turismo de ciudadanos rusos hacia Corea del Norte, un país extremadamente cerrado al que es muy difícil acceder.
Días antes del arribo de Putin a Corea del Norte, medios del país asiático publicaron un artículo de opinión escrito por el mandatario ruso en el que agradeció a Corea del Norte por apoyar sus acciones en Ucrania y en el que remarcó que sus países cooperarán estrechamente para superar las sanciones impuestas por las potencias occidentales.
Los comentarios de Putin van en consonancia con la profundización de su alineación frente a confrontaciones separadas y cada vez más intensas con Estados Unidos.
Putin dijo que aprecia mucho el firme apoyo de Pyongyang a su acción militar en Ucrania. El presidente ruso destacó también que ambos países continuarían “oponiéndose resueltamente” a lo que describió como ambiciones occidentales “de obstaculizar el establecimiento de un orden mundial multipolar basado en la justicia, el respeto mutuo por la soberanía y la consideración de los intereses de cada uno”.