Después de fortalecer los vínculos con la extrema derecha en Estados Unidos y América Latina, el diputado federal Eduardo Bolsonaro (Partido Liberal, San Pablo), en colaboración con el exministro de la Casa Civil Onyx Lorenzoni (Partido Liberal, Rio Grande do Sul), está articulando en Europa la fundación de una coalición de partidos conservadores de ambos continentes. El movimiento Alianza por la Libertad, cuyo lanzamiento está previsto para octubre en Portugal, fue el tema del discurso de Lorenzoni durante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) Brasil, un congreso conservador celebrado el fin de semana pasado en el balneario Camboriú.
“Llevo año y medio trabajando para construir la Alianza por la Libertad; reunir a los partidos conservadores de derecha en Europa con nuestro Partido Liberal (PL) en Brasil, con los partidos conservadores aquí en América, para que podamos tener, como la izquierda, una estructura con capacidad de articular, fortalecer, compartir experiencias, para que nunca más los verdes y amarillos sean sacados del poder como lo fueron”, afirmó el exministro.
Los líderes de extrema derecha se están uniendo para apoyar a socios internacionales y ayudar a reforzar las narrativas de persecución y ataques a la libertad de expresión, siguiendo un modus operandi similar y coordinado, con los políticos brasileños como parte de esta articulación.
Lorenzoni ya había mencionado el proyecto en una entrevista con un podcast portugués, el 26 de junio. Llegó al país después de perder las elecciones para el gobierno de Rio Grande do Sul, en 2022. El político brasileño concedió la entrevista junto a la diputada de Chega Rita Matias, quien participó en esta edición de CPAC Brasil.
Organizado por el Instituto Conservador Liberal de Eduardo Bolsonaro, CPAC Brasil es la versión nacional del mayor congreso anual de la derecha norteamericana. Durante dos días, además de políticos e influencers locales, cientos de personas asistieron a conferencias de líderes de extrema derecha de Estados Unidos, países europeos y latinoamericanos.
“Hoy es hora de que Brasil vuelva a inocular al mundo, a Portugal, a Europa, con estos valores cristianos, con estos valores conservadores, con estos valores familiares, y vengo aquí a decir que estamos juntos, luchamos la misma lucha y tenemos un océano que nos separa, pero muchas convicciones que nos unen”, dijo Matias en Camboriú.
La diputada presentó un video de la manifestación organizada por su partido contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva cuando estaba en Portugal, en abril de 2023. “Sabemos por lo que ustedes pasan aquí y estamos juntos para recorrer este camino con ustedes”, concluyó la charla, entre aplausos del público asistente.
Misión de convocatoria por toda Europa
Además de Chega, Onyx Lorenzoni anunció en su perfil de redes sociales que el partido de extrema derecha español Vox también formará parte de la Alianza por la Libertad. Dio a conocer la información el 15 de abril, tras visitar la fundación Disenso del partido español en Madrid. “La asociación con Vox es un gran honor para nuestro movimiento”, escribió el exministro. Vox está liderado por Santiago Abascal, y el partido portugués Chega, por el diputado André Ventura. Eduardo Bolsonaro mantiene diálogo con ambos.
Un video grabado por el parlamentario brasileño y Lorenzoni después de una gira por Europa, en junio de 2023, presagiaba las intenciones de los bolsonaristas en la región. “Lo que buscamos aquí es aprender, integrarnos con nuestros partidos, sumar experiencias y –lo más importante– trabajar como aliados para el presente y el futuro de Europa y Brasil”, dijo Lorenzoni luego de haber visitado varios países con Eduardo Bolsonaro.
Pasaron por Portugal e Italia, donde se reunieron con líderes de los partidos de extrema derecha Chega, Fratelli d’Italia y Lega Nord. “Pronto, quién sabe, anunciaremos alguna novedad allí”, dijo Eduardo Bolsonaro en ese momento.
La propuesta de la Alianza para la Libertad es similar a la de The Movement, una organización creada por el estratega estadounidense Steve Bannon con el objetivo de agrupar a partidos de derecha de todo el mundo. No despegó, pero Eduardo Bolsonaro, designado por Bannon en 2019 como representante del movimiento en América Latina, parece haber aprendido la lección.
“Lo que trato de hacer, especialmente con Eduardo, es hablar sobre cómo [desarrollar] un movimiento nacionalista populista en América Latina, cómo conectarlo, cómo lograr que la gente de cada país se comunique, comparta ideas, diga lo que está pasando, funcione o no”, dijo Bannon en una entrevista con BBC Brasil, en setiembre de 2022.
Llamado de apoyo al expresidente inelegible
Tras la derrota de Jair Bolsonaro en las urnas, bajo amenaza de arresto por los procesos que enfrenta en los tribunales, Eduardo Bolsonaro ha utilizado sus relaciones internacionales para defender la desinformación, utilizando las falsas tesis de que las elecciones en Brasil fueron robadas, que el país ya no sería una democracia y que su padre estaría siendo perseguido políticamente.
Este año, el diputado federal ya viajó a Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Hungría y Argentina, en algunas ocasiones acompañado por otros parlamentarios brasileños, para exponer lo que llaman la “persecución de los críticos de Lula”. Como muestra Agência Pública, en Estados Unidos, Eduardo Bolsonaro y su delegación articularon castigos para Brasil con parlamentarios estadounidenses.
Durante su presentación en el CPAC, el anfitrión del evento habló de la propuesta del congresista republicano Chris Smith “de aprobar una ley en Estados Unidos que tendrá consecuencias para las autoridades brasileñas”. “Venezuela, por ejemplo, tiene varios activos congelados en Estados Unidos por su participación en el narcotráfico, por todo el tema de violaciones a la libertad. Y este diputado, Chris Smith, ya aprobó una ley en ese sentido contra Bielorrusia”, afirmó Eduardo, como ejemplo de lo que se está negociando con los estadounidenses para ser replicado en Brasil.
La lista de participantes en el CPAC Brasil del pasado fin de semana es un reflejo de las articulaciones internacionales lideradas por Eduardo Bolsonaro. En el encuentro participaron representantes de la extrema derecha de países como Bolivia, Chile, Argentina, El Salvador, Portugal, Países Bajos y Estados Unidos que reforzaron su apoyo a Jair Bolsonaro.
“Para dejar claro a todos los conservadores aquí presentes que no soy en absoluto partidario del presidente Lula. Y, para ser honesto, Bolsonaro estuvo mucho mejor”, dijo el parlamentario europeo Rob Roos durante su presentación. Roos recibió a una delegación de diputados brasileños, incluido Eduardo Bolsonaro, en el Parlamento Europeo en abril.
“La preocupación que tengo con Brasil es la misma que tengo con el mundo entero. En todo el mundo la democracia está amenazada. Pero la democracia no está siendo atacada ni amenazada por la derecha radical, como le encanta decir a la prensa de izquierda. La democracia y la libertad están amenazadas por un grupo de burócratas que nunca fueron elegidos por nadie, que están fuertemente ideologizados y que han tomado el control de todas las instituciones importantes del país. Los tribunales, las universidades, la prensa, el servicio público, todo bajo el control de esta gente”, afirmó Roos en su presentación.
Asiduo a ediciones anteriores de CPAC Brasil, el presidente de Argentina, Javier Milei, también apostó por la desinformación reforzando las falsas tesis de que Bolsonaro sufriría persecución judicial y que la libertad de expresión estaría bajo ataque: “Mirá lo que pasó en Venezuela, mirá lo que pasó en Bolivia, mirá la persecución policial que sufre Jair Bolsonaro aquí en Brasil”. Esta fue la primera visita oficial de Milei a Brasil como jefe de Estado y no se reunió con Lula.
En el evento también participó el argentino Giovanni Larosa, quien trabajó para el consultor político Fernando Cerimedo, autor de un video con información falsa sobre las máquinas de votación electrónica. Según reveló Pública, Larosa recibió recursos de la campaña de Eduardo Bolsonaro en 2022.
Este artículo fue publicado originalmente en Agência Pública. Edición: Ed Wanderley.