En la conferencia de prensa que brindó en la mañana del martes, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció una pausa en la relación entre el gobierno de su país y las embajadas de Estados Unidos y Canadá, luego de que sus representantes criticaran la reforma al Poder Judicial y señalaran que la elección directa de jueces representa un riesgo para la democracia en el país.
En su contacto con los medios, el mandatario dijo que no les pedirá a los embajadores que se vayan del país, pero que sí se les debe “leer la Constitución, que es como leerles la cartilla”, expresó el mandatario, de acuerdo con lo que consignó el portal mexicano Animal Político.
El mandatario, que dejará el cargo el 1° de octubre, día en el que le cederá el mando a Claudia Sheinbaum, espera una rectificación de parte de los representantes diplomáticos y que sean respetuosos con la independencia y soberanía de México. “Mientras no haya eso, y sigan con esa política, hay pausa con la embajada de Estados Unidos, con la de Canadá también”, agregó López Obrador.
“Tienen que aprender a respetar la soberanía de México no es cualquier cosa, nosotros no vamos a darles consejo allá ni a decirles qué está bien o qué está mal, queremos que sean respetuosos, que haya una relación recíproca sobre el respeto a la soberanía”, agregó el presidente.
La semana pasada, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, hizo público un posicionamiento en el que advirtió que la elección directa de jueces, que es el elemento central de la reforma promovida por el gobierno, representa un riesgo para la democracia y que el debate derivado de esta desataría un período turbulento que afectaría la integración comercial en América del Norte.
Por su parte, el embajador de Canadá en México, Graeme C Clark, dijo que los inversionistas de su país habían expresado cierta preocupación por la reforma al Poder Judicial, principalmente que pudieran afectar el vínculo de confianza entre los inversionistas y el gobierno mexicano.
Las declaraciones de ambos diplomáticos surgen en el marco de las advertencias que hicieron calificadoras y bancos internacionales sobre los posibles riesgos e impactos que podría traer la posible aprobación de la reforma judicial en la economía.
El plan del presidente López Obrador y de su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para reformar el sistema judicial recibió un gran espaldarazo el lunes, cuando la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó avanzar con la propuesta.
La iniciativa, que plantea que todos los jueces federales, incluyendo los miembros de la Suprema Corte, sean elegidos por votación popular, genera controversias con la oposición, que viene advirtiendo que en caso de aprobarse la reforma judicial podría amenazar la democracia. Aunque la comisión aún podría hacer modificaciones en el proyecto en futuras votaciones, la reforma principal, que aboga por elecciones judiciales, tiene una alta probabilidad de mantenerse en la legislación, informó el portal France 24.
La reforma propuesta para el sistema judicial mexicano pasó su primera prueba con los 22 votos de Morena y sus aliados, los Partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), frente a 17 en contra de la oposición.
El dictamen, que incluye 100 modificaciones sugeridas por Morena, establece dos elecciones para renovar los cargos del Poder Judicial, siendo la primera una convocatoria extraordinaria programada para junio de 2025.
El oficialismo prevé votar la reforma en el pleno en setiembre, cuando, luego de que asuman los legisladores electos en los últimos comicios, tendrá los dos tercios del Congreso, necesarios para modificar la Constitución.
A pesar de la inminente aprobación de la reforma al sistema judicial, propuesta por López Obrador, representantes de la oposición expresaron su rechazo debido a preocupaciones sobre la independencia del Poder Judicial, cuyos integrantes vienen realizando un paro en contra de la reforma, alegando, entre otras cosas, que terminaría con la carrera judicial.