El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza comunicó este domingo que el número de muertes en ese territorio por ataques israelíes, desde octubre de 2023, llegó a 46.565. Las autoridades de ese territorio palestino estiman que otros miles de cadáveres se encuentran bajo los escombros que dejó esta ofensiva.
Sin embargo, un estudio publicado el viernes por la revista científica The Lancet estima que los muertos en Gaza son 41% más que los registrados por las autoridades locales.
Según citaron diversos medios internacionales, la investigación, elaborada por la London School of Hygiene & Tropical Medicine, establece en 64.260 el número de “muertes por lesiones traumáticas” de gazatíes entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024, 26.383 más que las 37.877 registradas por entonces por las autoridades palestinas.
Según señaló CNN, poco después de hacer el estudio, en octubre, los investigadores calcularon, basándose en la tasa de subregistro que pudieron establecer, que el número de muertos superaba los 70.000.
De acuerdo con los autores del artículo, 59% de los fallecidos eran mujeres, niños y ancianos. Además, estos datos no incluyen las muertes que fueron resultado de la falta de acceso al agua, al alimento, a los servicios de salud o al saneamiento que ha producido esta ofensiva, sino sólo las muertes por lesiones.
El director del Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, Munir al Bursh, afirmó este domingo en un comunicado que esa cartera respalda las conclusiones de los investigadores. “Apoyamos contundentemente los hallazgos del estudio publicado por The Lancet, especialmente dado que se basa en metodología precisa y conocida utilizada anteriormente para estimar las víctimas en masacres pasadas, como las de Ruanda y Bosnia”, manifestó el Ministerio de Salud gazatí.
Las autoridades, además, pidieron ayuda internacional para documentar la pérdida de vidas en ese territorio palestino y para recuperar los cadáveres de esas personas y poder enterrarlos.
Zaher al Waheidi, el responsable de la unidad del ministerio encargada del recuento y la identificación de quienes han muerto por los ataques en la Franja de Gaza, dijo a la agencia de noticias Efe que revisó la metodología del estudio publicado en The Lancet con una de las autoras del artículo y cree que esos datos son correctos. Señaló que los investigadores incluyen información de diversas fuentes que el ministerio no tuvo oportunidad de verificar, como datos recabados en redes sociales.
Las cifras del ministerio corresponden en su mayoría a los cadáveres que llegan a los hospitales. Por otra parte, la cartera tiene pendiente de evaluación los datos sobre otras 5.000 muertes denunciadas por personas que dicen que sus familiares quedaron sepultados bajo los escombros de estructuras demolidas. A estos cuerpos se agregan otros que quedaron en las calles en zonas a las que no pueden acceder los rescatistas, y hay además unas 11.000 denuncias de personas desaparecidas.
Según las autoridades de Gaza, más de 1.600 familias fueron exterminadas y borradas del registro civil, por lo que es probable que nadie haya denunciado su desaparición. De otras 3.471 familias sobrevivió sólo un integrante. Además, 109.660 personas fueron heridas y muchas de ellas sufrirán secuelas de por vida.
La posibilidad de tratar esas situaciones en centros de salud es cada vez más difícil debido al cierre de hospitales y la falta de insumos médicos. Este domingo, el hospital Al Awda, de Yabalia, en el norte de Gaza, llegó a 100 días bajo frecuentes ataques del ejército israelí. Su director en funciones, Mohamed Salha, dijo que desde el miércoles está bajo un asedio permanente y que el más reciente ataque lo sufrió en la mañana de este domingo.
“No podemos salir. Hay un tanque al lado del hospital, están bombardeando mucho y disparando mucho”, dijo. Según Salha, en el edificio permanecen 33 pacientes, siete niños, los acompañantes de los pacientes y 63 trabajadores.
La oficina de Naciones Unidas para los refugiados palestinos manifestó el jueves que es más urgente que nunca alcanzar un acuerdo para el cese del fuego en Gaza y brindar ayuda humanitaria.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, dijo a CNN que las conversaciones para un alto el fuego están “muy muy cerca del acuerdo, pero al mismo tiempo todavía estamos lejos porque no lo hay”. Agregó que considera “factible llegar a un acuerdo antes del 20 de enero”, cuando Biden entregará el mando a Donald Trump, pero agregó que tampoco está seguro de lograrlo.