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Bomberos ucranianos extinguen un incendio en el lugar de un ataque con drones rusos en la ciudad de Chuguiv, región de Járkov, la madrugada del 7 de noviembre.

Foto: Sergei Bobok, AFP

Rusia enfoca sus ataques contra la red energética ucraniana, a la vez que se acerca a una victoria simbólica en el Donbás

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El canciller húngaro dijo que Trump y Putin se reunirán una vez que hayan acordado la manera de poner fin a la guerra.

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La mayor parte de Ucrania tuvo este domingo cortes de energía de varias horas debido a los intensos ataques lanzados el viernes y el sábado por Rusia sobre buena parte de la infraestructura energética del país.

Ukrenergo, la empresa estatal energética de Ucrania, expresó en un comunicado que la agresividad de las incursiones enemigas redujo la capacidad de generación del país a cero. De acuerdo con lo que informó el diario británico The Guardian, en los últimos meses las fuerzas rusas priorizaron los ataques contra la infraestructura ucraniana y durante el fin de semana lanzaron centenares de drones sobre vastas instalaciones eléctricas del país vecino, causando la muerte de al menos siete personas, según las autoridades ucranianas.

Los ataques rusos interrumpieron el suministro de electricidad, calefacción y agua en varias ciudades ucranianas, por lo que desde Ukrenergo se especificó que se estaban realizando arreglos en muchas centrales eléctricas, al tiempo que se redirigió el suministro de energía.

“El enemigo lanzó un ataque masivo con misiles balísticos, extremadamente difíciles de derribar. Es difícil recordar tal cantidad de ataques directos contra instalaciones energéticas desde el inicio de la invasión”, declaró Svitlana Grynchuk a la emisora local United News.

Drones rusos atacaron dos subestaciones nucleares en el interior de Ucrania occidental, según informó el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, quien instó a la entidad de control nuclear de las Naciones Unidas, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a responder. “Rusia está poniendo en peligro deliberadamente la seguridad nuclear en Europa. Exigimos una reunión urgente de la Junta de Gobernadores del OIEA para responder a estos riesgos inaceptables”, escribió en Telegram el sábado por la noche. Sybiha también instó a los gobiernos de China e India, tradicionalmente grandes compradores de petróleo ruso, a presionar a Moscú para que cese sus ataques.

Expertos advirtieron que los ataques contra la infraestructura energética ponen a Ucrania en riesgo de sufrir cortes de calefacción antes del comienzo del invierno boreal, una táctica de presión que Rusia viene utilizando desde el comienzo de su invasión, destruyendo gran parte de la infraestructura civil clave.

La compañía energética ucraniana Naftoga especificó que el ataque masivo ruso del fin de semana fue el noveno desde octubre contra la infraestructura gasística de Ucrania.

La Escuela de Economía de Kiev estimó en un informe que los ataques paralizaron la mitad de la producción de gas natural de Ucrania. El principal experto en energía de Ucrania, Oleksandr Kharchenko, declaró en una conferencia de prensa la semana pasada que si las dos centrales eléctricas y de calefacción de Kiev se desconectaran durante más de tres días, la capital del país se enfrentaría a un “desastre tecnológico”.

Ucrania, por su parte, viene intensificando los ataques contra los depósitos de petróleo y refinerías rusas en los últimos meses, con el objetivo de interrumpir las exportaciones clave de energía de Moscú y provocar escasez de combustible en todo el país, aunque no han tenido el éxito que buscaban en sus operativos.

La toma total del Donbás y una posible conversación en Budapest

Las fuerzas rusas están a punto de tomar finalmente la ciudad ucraniana de Pokrovsk, una victoria simbólica que el Kremlin viene buscando desde hace largos meses, con un costo en vidas significativo.

Los combates dentro de la ciudad se intensificaron en los últimos días tras la exitosa entrada de tropas rusas en la localidad situada en la provincia de Donetsk, una de las dos que junto con Lugansk, totalmente bajo dominio ruso, forman la región del Donbás. Fuentes sobre el terreno indicaron que la caída total de la ciudad en manos rusas es inevitable, algo que a esta altura tendría un valor más simbólico que estratégico.

Según recordó la CNN, Pokrovsk fue considerada durante mucho tiempo una ciudad clave para los ucranianos debido a sus conexiones por carretera y ferrocarril. Se encuentra en la confluencia de varias carreteras principales que conducen a Donetsk y Kostyantynivka al este, y a Dnipro y Zaporiyia al oeste.

Sin embargo, eso cambió una vez que Rusia comenzó a cercar Pokrovsk, momento en el que los mandos militares ucranianos de la zona decidieron buscar rutas de suministro alternativas, lo que supuso un importante éxito para los rusos.

Es por ello que, si bien Pokrovsk está prácticamente destruida después de meses de intensas batallas y su valor estratégico, por lo antes explicado, desapareció, se convirtió en un símbolo, y en un conflicto bélico que se encuentra en gran medida estancado, las victorias simbólicas pasan a tener un valor adicional.

Si bien unas 60.000 personas vivían en Pokrovsk antes del comienzo de la invasión rusa, en febrero de 2022, las autoridades ucranianas estiman que actualmente apenas quedan unos 1.200 civiles en la ciudad.

Este domingo, autoridades de la República Popular de Donetsk –la entidad prorrusa que gobierna la parte de la región que está bajo dominio de las fuerzas de Moscú– informaron, en el marco de la guerra psicológica establecida en el lugar, que las tropas ucranianas perdieron su última oportunidad de abandonar Pokrovsk, ya que las Fuerzas Armadas rusas bloquearon todas las rutas de salida de la ciudad.

Según declaró a la agencia rusa TASS Igor Kimakovsky, asesor del jefe de la República Popular de Donetsk, “el enemigo ya no puede salir de Krasnoarmeysk. La última ruta está ahora completamente bajo nuestro control”.

Mientras en el campo de batalla la supremacía rusa persiste, en el plano diplomático se siguen buscando las alternativas para poder llegar a poner fin al conflicto. Desde hace largo tiempo está completamente claro que para que el gobierno que preside Vladimir Putin acceda a terminar el conflicto, Ucrania debe ceder territorios.

Con las fuerzas de Moscú ocupando más del 20% del territorio ucraniano, y ante la total imposibilidad militar de revertir esta situación, el gobierno de Volodímir Zelenski no tiene muchas opciones, aunque convencerlo de que dé el paso parece no ser una tarea sencilla. Quien sí intentó hacerlo fue el mandatario estadounidense, Donald Trump, en el último encuentro que ambos tuvieron en la Casa Blanca hace poco más de dos semanas, pero testigos del encuentro dijeron que los planteos del republicano sobre el tema con su par ucraniano estuvieron plagados de insultos y recriminaciones.

De todas maneras, Trump es plenamente consciente de la falta de voluntad de Rusia para poner fin a las hostilidades en Ucrania y fue por ese motivo que decidió cancelar una reunión que iba a tener con Putin en Budapest, la capital húngara, encuentro en el que se iba a abordar una fórmula para terminar con la guerra. Sin embargo, en las últimas horas el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, dijo que la reunión en Budapest entre los líderes es posible, aunque antes tendrá que haber un acuerdo total sobre cómo poner fin al conflicto en territorio ucraniano.

En declaraciones que brindó a la radio pública húngara Kossuth, el máximo diplomático del gobierno magiar explicó que Trump está decidido a continuar sus esfuerzos de paz, pero hasta el momento nadie puede prever cuándo se reunirá con su homólogo ruso.

“La cumbre se celebrará si se alcanza un acuerdo que permita poner fin a la guerra, que se libra cerca de nosotros desde hace tres años y medio”, declaró Szijjarto, quien acompañó al primer ministro Viktor Orbán en su visita a Estados Unidos y participó en las conversaciones con Trump.

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