Un adolescente de 16 años, Hamed Fadl Muwafi, fue asesinado este miércoles por el ejército de Israel en Qalquilia, en Cisjordania. Según informó la Media Luna Roja Palestina, Hamed recibió varios disparos en la cabeza.
Situaciones semejantes se vienen repitiendo en distintas zonas de Cisjordania desde que el 21 de enero las tropas israelíes aumentaron su ofensiva en ese territorio palestino.
Este mismo miércoles, en Nablus, también en el norte de Cisjordania, otro adolescente de 16 años fue asesinado a balazos, y otros dos, de 15 y 17, fueron heridos por los disparos de los militares. En esa ciudad, el lunes, el ejército mató a un joven, Tariq Qasem al Qasas, e hirió a varias personas, entre ellas tres adolescentes. Además, el uso de gases lacrimógenos por parte de los militares causó que varios afectados necesitaran asistencia en hospitales, incluso un bebé de siete meses.
En el norte de Cisjordania, Israel lanzó una amplia operación militar que denominó “Muro de hierro”, en la que afirma haber matado a 65 combatientes armados.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo el domingo que el ejército seguirá presente en Jenín incluso después de que termine esta ofensiva, que se extenderá durante 2025. Advirtió, además, de que los cerca de 40.000 desplazados que dejó esta operación en distintas localidades no podrán regresar a sus hogares.
En el campamento de refugiados de Jenín, del que fueron desplazadas más de 16.000 personas, las operaciones militares de las últimas semanas dejaron 27 muertos. Según informó la agencia Efe, allí una niña de dos años murió de un disparo, un adolescente de 14 fue decapitado por un dron israelí, y una niña de 13, Rimas Omar Amouri, fue asesinada de un tiro en el abdomen el viernes. Ese día, un niño de la misma edad que Rimas, Ayman Nassar al Haimouni, murió por disparos del ejército israelí en Hebrón, en el sur.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, está “alarmado por la escalada de la violencia, los ataques israelíes y las operaciones en el norte de Cisjordania, incluido el despliegue de tanques israelíes por primera vez en más de dos décadas”, manifestó su portavoz, Stéphane Dujarric.
A su vez, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés) alertó que Cisjordania “se está convirtiendo en un campo de batalla” con el despliegue de militares israelíes, y que “sufre una alarmante expansión de la guerra en Gaza”. “Más de 50 personas, incluidos niños, han muerto desde que las fuerzas israelíes iniciaron sus operaciones hace cinco semanas”, dijo el titular de la UNRWA, Philippe Lazzarini, y manifestó que “la destrucción de infraestructura pública y carreteras y las restricciones de acceso son habituales”. “El miedo, la incertidumbre y el luto prevalecen de nuevo. Los campamentos afectados están en ruinas. Más de 5.000 niños que normalmente van a escuelas de la UNRWA quedaron privados de una educación, algunos desde hace más de diez semanas”, dijo. Del mismo modo, se restringió el acceso a la atención médica, el agua y la electricidad, informó.
Intercambio de rehenes
Este miércoles en Israel fueron despedidos en una ceremonia fúnebre masiva tres rehenes muertos en cautiverio: Ariel Bibas, que al momento del secuestro, en octubre de 2023, tenía cuatro años, Kfir Bibas, de nueve meses, y su madre, Shiri Bibas, de 32 años. Los sobrevive Yarden Bibas, el padre de los niños y esposo de Shiri, que también fue secuestrado en el kibutz Nir Oz, y liberado el 1º de febrero.
En un nuevo intercambio de rehenes por palestinos retenidos en cárceles israelíes, el movimiento islamista Hamas, que gobierna Gaza, entregó en la noche del miércoles los cuerpos de cuatro personas muertas en cautiverio: Itzik Elgarat, de 70 años, cuyo hermano Danny lideró las protestas en reclamo de que se diera prioridad a la situación de los rehenes; Ohad Yahalomi, de 50; Shlomo Mansur, de 85; y Tsahi Idan, de 50, informaron Haaretz y Efe.
Esta vez, se acordó que los cuerpos fueran entregados directamente a la Cruz Roja sin los actos de exposición de los ataúdes en escenarios con pancartas, como los que Hamas hizo el jueves con los Bibas y otro rehén, Oded Lifshitz. Esos actos fueron repudiados por la ONU y por Israel, que en respuesta retrasó la liberación de 600 presos palestinos, entre ellos varios menores de 18 años, en el marco del último intercambio de la primera fase de la tregua que finalizará el sábado, aunque hay negociaciones en marcha para extenderla.