La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente argentino, Javier Milei, fue el ganador de las elecciones legislativas realizadas este domingo en la ciudad de Buenos Aires.
Con más del 95% de los votos escrutados, la lista oficialista que tenía como candidato principal al vocero presidencial, Manuel Adorni, obtuvo el 30,14% de los votos, superando por poco a la coalición Es Ahora Buenos Aires, que nucleaba a la mayor parte del peronismo y con Leandro Santoro como postulante, que sacó algo más del 27%.
Con alrededor de dos millones y medio de habilitados para votar, la ciudad de Buenos Aires tiene una importancia intrínseca por ser, además de la capital, el cuarto distrito electoral más grande del país, superado ampliamente por la provincia de Buenos Aires y por muy poco por las provincias de Córdoba y Santa Fe.
En una elección pautada por la baja participación, se presentaron a sufragar apenas el 52% de los habilitados, a pesar de que el voto era obligatorio. En tercer lugar, muy atrás, se situó el PRO, el partido de Mauricio Macri. El partido amarillo, que gobierna en la ciudad de Buenos Aires desde 2007 de manera ininterrumpida, fue el gran perdedor de la jornada, con apenas el 15,93% de los votos.
La estrategia de polarización que plantearon los libertarios respecto del PRO, llegando a acusaciones personales entre Milei y Macri y también contra la candidata principal del PRO, la diputada Silvia Lospennato, les terminó dando muy buenos resultados a los libertarios.
Más allá de que la elección en sí no tenía una gran trascendencia por los cargos que estaban en juego –se elegía a la mitad de los 60 legisladores que tiene en total el cuerpo legislativo de la ciudad de Buenos Aires–, sí tenía una gran importancia porque fue la primera gran medición electoral de todas las fuerzas después de un año y medio de gobierno de Javier Milei.
Por ello los festejos del presidente junto a Adorni y toda la plana mayor del gobierno en el hotel Libertador, el mismo en el que Milei instaló su cuartel general en las elecciones de 2023, fueron plenamente justificados, porque el apoyo popular significó un enorme respaldo de cara al futuro, con LLA como gran referente de la derecha.
El PRO es la contracara, porque el sector que llegó a tener la mitad de los votos en la capital quedó severamente relegado y sumido en una crisis que también puede condenarlo a ser un mero socio minoritario de Milei y su partido.
Los resultados, que se supieron poco después de finalizada la votación gracias a la efectividad que mostró en esta ocasión el sistema de boleta única electrónica, también marcaron el estancamiento del peronismo, que quedó clavado en el 27%, el número que suele sacar el justicialismo en la capital, un reducto que tradicionalmente le es hostil.
En cuarto lugar en estas elecciones se situó con el 8% de los votos el exjefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien reapareció en la escena política en estas elecciones en las que compitió solo, por fuera de su PRO originario, al frente de la coalición Volvamos Buenos Aires.
En quinto lugar, el último sector que llegó al piso de 3%, 3,16%, y por lo tanto ganó escaños, fue el Frente de Izquierda y de Trabajadores, que tenía como principal candidata a Vanina Biasi.
Por su parte, Ramiro Marra, personaje que apareció en el escenario político como ladero de Milei, cayó en desgracia dentro de la corte presidencial y fuera de LLA consiguió postularse como principal candidato bajo el sello de la Unión del Centro Democrático. El partido de corte liberal clásico fundado por Álvaro Alsogaray, que compitió por primera vez en las elecciones en 1983, salió sexto con 2,62%. Más atrás, con el 2,50%, quedó la Coalición Cívica, sector que lidera Elisa Carrió, que tuvo como candidata en la capital a Paula Oliveto.