Un día después de las reuniones en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense, Donald Trump, su par ucraniano, Volodímir Zelenski, y una importante representación de jefes de Estado de países europeos, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró el martes que el presidente Vladimir Putin estaba dispuesto a reunirse con Zelenski, pero enfatizó “que los preparativos para las cumbres de alto nivel llevan tiempo”.
Si bien tras las reuniones de Washington del lunes los líderes europeos indicaron que se espera que las conversaciones directas entre los mandatarios de Rusia y Ucrania se celebren en las próximas dos semanas, este martes desde Moscú bajaron un poco las expectativas, aunque no descartaron el encuentro, que es un hecho que se realizará.
“No rechazamos ningún tipo de formato de trabajo, ni bilateral ni trilateral. El presidente [Putin] lo ha dicho repetidamente”, declaró Lavrov en una entrevista con la cadena televisiva estatal Rossiya 1 después de que Trump anunciara que se estaban preparando para una reunión entre Zelenski y Putin. Trump afirmó que una sesión trilateral, con él incluido, se celebraría más tarde.
En la entrevista, que fue consignada por el diario ruso en lengua inglesa The Moscow Times, Lavrov declaró también que “los cambios territoriales suelen ser un componente esencial de la resolución de conflictos”, en clara referencia a las pretensiones de Moscú de quedarse con la región del Donbás, conformada por las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Volviendo al tema del potencial encuentro entre Putin y Zelenski, el Kremlin aún no confirmó si se comenzó con la planificación para ese tipo de cumbre y sólo emitió una vaga declaración de que estaba “considerando la posibilidad” de mantener “conversaciones directas” de alto nivel con Ucrania tras una llamada telefónica entre Trump y Putin el lunes.
Esa conversación se produjo después de que Trump finalizara una reunión multilateral con líderes europeos y Zelenski en la Casa Blanca, durante la cual el presidente estadounidense insinuó que Ucrania podría recibir garantías de seguridad como parte de un posible acuerdo de paz con Rusia.
En el mismo encuentro, Zelenski declaró estar listo para reunirse con Putin. De acuerdo a lo que informó el diario español El Mundo, sin esperar que Putin diga sí o no, Europa y Estados Unidos comenzaron la planificación de la reunión.
Uno de los primeros temas que comenzó a abordarse fue el lugar de la cumbre. En la noche del lunes, un alto funcionario de la Casa Blanca declaró a medios locales que los mandatarios podrían reunirse en Hungría, una sede posible, dado que integra la Unión Europea y a la vez tiene una marcada posición política prorrusa.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró su intención de que las negociaciones entre Putin y Zelenski se desarrollen en la ciudad suiza de Ginebra.
El país helvético es miembro de la Corte Penal Internacional, que emitió una orden de arresto contra Putin por presuntos crímenes de guerra por el traslado ilegal de niños ucranianos hacia Rusia, pero anunció de manera oficial su disposición a otorgarle inmunidad al mandatario durante el viaje.
Paralelamente, este martes Trump descartó enviar tropas estadounidenses a Ucrania para hacer cumplir un posible acuerdo de paz con Putin, moderando así su promesa de proporcionar a Kiev garantías de seguridad, lo que sus aliados europeos habían calificado como un avance significativo para detener la invasión del Kremlin a Ucrania.
Al preguntársele durante una entrevista telefónica con Fox News si podía asegurar a sus oyentes, incluidos a muchos de sus seguidores, que defienden una política exterior aislacionista, que Estados Unidos no desplegaría tropas sobre el terreno en Ucrania, Trump respondió de manera afirmativa.
Sin embargo, y siguiendo las ideas que había planteado durante las reuniones del lunes, el mandatario sí afirmó que Washington podría estar dispuesto a brindar apoyo aéreo a Ucrania para respaldar un acuerdo, en lo que, de todos modos, representaría un cambio sustancial en la política de su administración sobre el conflicto.