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Manos a la obra para una transición energética justa y equitativa

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Mandatarios internacionales de cara a la COP30 en Brasil.

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El mundo está en transición, más rápido que nunca, hacia la energía limpia. Sólo el año pasado, el gasto global alcanzó la cifra récord de dos trillones de dólares americanos, con dos dólares invertidos en energía limpia por cada dólar invertido en combustibles fósiles, según la Agencia Internacional de la Energía. En el sector eléctrico, la inversión en tecnologías limpias superó a la de los combustibles fósiles en una proporción de 10 a 1. Este cambio es impulsado por la amenaza existencial del cambio climático, el reconocimiento compartido de que la seguridad energética es seguridad nacional y la comprensión de que la energía limpia es la vía para garantizar la seguridad energética y el crecimiento de los ciudadanos.

Este es un cambio por el que llevamos años trabajando. Se vio reforzado por los objetivos colectivos establecidos en la COP28 en Dubái para garantizar una transición energética justa y equitativa, acorde con las circunstancias nacionales. A medida que las energías renovables y otras formas de energía más limpias asuman una mayor proporción de la matriz energética, la proporción de combustibles fósiles seguirá disminuyendo.

La situación es clara: la transición hacia la energía limpia está en marcha y ha llegado para quedarse. Debemos garantizar que sea una transición justa y equitativa. Ese es el único enfoque verdaderamente beneficioso para el planeta, las personas y la innovación. Una transición justa ayudará a reducir costos, promover el crecimiento, crear nuevos empleos y fortalecer las economías locales. También promoverá la seguridad energética, ya que la energía local protege a los consumidores y las empresas de la volatilidad del mercado.

Si bien la dirección general es positiva, persisten marcadas disparidades en el acceso a la energía y la inversión. Es necesario hacer mucho más para garantizar que la transición no sólo avance a nivel mundial, sino que también beneficie a las personas y las economías que más la necesitan. Muchos países aún carecen de un entorno propicio: infraestructura, financiación asequible, tecnología e inversión para participar en la transición hacia la energía limpia.

Esto es especialmente cierto para los países más vulnerables al cambio climático. De los dos trillones de dólares gastados en 2024, sólo 40 billones se destinaron a África. Si bien esta cifra duplica el nivel de 2020, sigue siendo tristemente insuficiente. Si no actuamos, 550 millones de personas en el continente seguirán sin acceso a la energía moderna en 2030. Este progreso desigual se cobra vidas. Unas 600.000 personas en África mueren cada año por enfermedades respiratorias relacionadas con el uso de combustibles contaminantes para cocinar, lo que perpetúa la pobreza energética, obstaculiza el crecimiento económico y daña el ambiente.

Existen importantes déficits de financiación en el Sudeste Asiático. Esta es una gran oportunidad para el cambio y el crecimiento, ya que la región necesita 47 billones de dólares adicionales al año en inversión y desarrollo de capacidades para 2035 para impulsar la energía limpia.

Los pequeños países insulares cuentan con abundantes recursos intermitentes, como la energía solar y la eólica marina, pero sus transiciones se ven obstaculizadas por el acceso limitado a almacenamiento asequible y a interconexiones con las redes eléctricas internacionales.

Para superar esta brecha e impulsar colectivamente la transición, lanzamos el Foro Global de Transiciones Energéticas. Este foro ofrece un espacio para que gobiernos, instituciones internacionales, bancos, empresas y organizaciones filantrópicas comprometidas con acelerar una transición justa hacia la energía limpia colaboren. Cada país tiene un contexto único y un punto de partida diferente, por lo que el foro será flexible e inclusivo, y fomentará la cooperación y la alineación de nuestros esfuerzos.

Nuestra visión compartida es clara. Desbloquearemos la financiación y reduciremos el riesgo de las inversiones, especialmente en los países en desarrollo, reduciendo los costes, atrayendo capital y cerrando la brecha financiera, en estrecha colaboración con instituciones financieras internacionales y bancos de desarrollo.

También fortaleceremos la colaboración entre las iniciativas existentes, como la Alianza Mundial para la Energía Limpia, la Coalición Mundial para la Planificación Energética y la Alianza Mundial para la Eficiencia Energética, para garantizar una mayor sinergia y coherencia en el impulso de la transición energética global.

Esto incluye intensificar los esfuerzos liderados por los países de África, el Sudeste Asiático y el Pacífico –como el Programa de Transición Energética de África, la Iniciativa Africana de Industrialización Verde y la Red Eléctrica de la Asean–, así como otras iniciativas locales que ya están trazando un camino hacia la energía limpia y el crecimiento económico. A través de ellas podemos intercambiar buenas prácticas y aprender unos de otros.

También ampliaremos la producción local y el despliegue de energías renovables y alternativas de energía limpia. Esto se centrará en los países en desarrollo, donde aspiramos a instalar 11 TW de capacidad para 2030.

Al intensificar nuestros esfuerzos para cumplir nuestros objetivos colectivos voluntarios, incluidos los objetivos de la COP28 de triplicar la capacidad de energía renovable y duplicar la eficiencia energética para 2030, impulsaremos el crecimiento económico y, al mismo tiempo, protegeremos nuestro planeta. Y lo que es más importante, trabajaremos para garantizar una distribución justa de la energía limpia y las oportunidades que esta genera.

De cara a la crucial COP30 en Brasil a finales de este año, la preparación de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por su sigla en inglés) posteriores a 2030 ofrece una oportunidad para aumentar la ambición, consolidar los compromisos existentes y establecer un camino para la próxima década. Pero también debemos traducir las NDC en acciones e inversiones concretas que puedan transformar vidas y fortalecer a las comunidades. Esto incluye impulsar reformas en la arquitectura financiera global para garantizar que los mecanismos de financiación multilateral y de transición apoyen la implementación de las NDC y los resultados generales de la COP30.

Esta es la década decisiva. Las decisiones que tomemos hoy determinarán si aprovechamos esta oportunidad sin precedentes para la transformación económica o si permitimos que la inercia nos frene en los próximos años. El Foro Global de Transiciones Energéticas es una plataforma para impulsar el acceso a la energía limpia y garantizar transiciones energéticas justas, sostenibles e inclusivas.

Hacemos un llamamiento a los líderes mundiales y al sector privado para que apoyen este esfuerzo compartido y se unan en la acción. Juntos, podemos forjar un futuro más sostenible, equitativo y próspero para todos.

Firman:

  • Andrew Holness, primer ministro de Jamaica
  • Antony Albanese, primer ministro de Australia
  • Bola Tinubu, presidente de Nigeria
  • Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica
  • Dickon Mitchell, primer ministro de Granada
  • Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía
  • Fritz-Alphonse Jean, presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití
  • Jonas Gahr Støre, primer ministro de Noruega
  • Judith Suminwa, primera ministra de la República Democrática del Congo
  • Keir Stamer, primer ministro de Reino Unido
  • Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil
  • Mark Carney, primer ministro de Canadá
  • Mia Mottley, primera ministra de Barbados
  • Mohamed Irfaan Ali, presidente de Guyana
  • Su Alteza Mohammed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos
  • Muhammad Yunus, asesor principal del gobierno interino de Bangladesh
  • Philip J Pierre, primer ministro de Santa Lucía
  • Ralph Everard Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas
  • Roosevelt Skerrit, primer ministro de Dominica
  • Terrance Drew, primer ministro de San Cristóbal y Nieves
  • Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea
  • William Ruto, presidente de Kenia
  • Yamandú Orsi, presidente de la República Oriental del Uruguay

En Uruguay, exclusivo para la diaria.

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