La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que comienza el lunes y se extiende hasta el 29 de setiembre genera fuertes expectativas por el anuncio de que Francia, Reino Unido, Canadá, Australia, Bélgica, Portugal, Malta y Luxemburgo reconocerán en esa instancia a Palestina como Estado.
Si bien el Estado palestino ya tiene el reconocimiento de 147 países de los 193 que integran la ONU, esta vez se sumarán a esa lista varios estados poderosos, entre ellos tres integrantes del G7: Canadá, Francia y Reino Unido. Este grupo de países desarrollados había mantenido una política de postergar el reconocimiento hasta que la decisión contara con un acuerdo entre israelíes y palestinos o con el visto bueno de Israel, algo que ahora no aparece como una posibilidad.
El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha manifestado su rechazo a que exista un Estado palestino. Además, en los hechos, no sólo está destruyendo la infraestructura de la Franja de Gaza, sino que aprobó la construcción de asentamientos de colonos judíos que dividen Cisjordania en dos y la separan de Jerusalén Este, que sería la capital de un Estado palestino.
Varios de los países que se disponen a dar su reconocimiento en la Asamblea General de la ONU han cambiado su discurso desde los atentados de Hamas del 7 de octubre de 2023, y han pasado de argumentar que Israel tiene derecho a defenderse a poner el foco en la masacre que está sufriendo la población de la Franja de Gaza, donde los muertos registrados por las autoridades locales superan los 65.100. Allí, los crecientes ataques y el bloqueo a la ayuda humanitaria por parte de Israel hacen prever que el número de muertes siga aumentando.
Ante esta situación dramática, cada vez son más las manifestaciones de rechazo a las acciones del gobierno de Netanyahu. El jueves, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo al canal 12 israelí que con tantas víctimas civiles en Gaza Israel “está destruyendo por completo” su “imagen” y su “credibilidad, no sólo en la región, sino ante la opinión pública mundial”. Consideró que la campaña militar que lleva adelante en Gaza “es totalmente contraproducente” y la calificó como “un fracaso”.
En cuanto a la decisión de Francia de reconocer a Palestina como Estado, Netanyahu acusó a Macron de promover el antisemitismo y de premiar a Hamas.
Al igual que el presidente francés, el primer ministro canadiense, Mark Carney, reconocerá a Palestina en la Asamblea General de la ONU. Su oficina anunció el viernes que el jerarca insistirá en ese ámbito en “la urgente necesidad de poner fin al sufrimiento de los civiles palestinos, en la inmediata liberación de los rehenes cautivos por Hamas y en asegurar el avance hacia una paz justa y duradera”.
En el caso de Reino Unido, el primer ministro, Keir Starmer, había anunciado en julio que reconocería a Palestina en la Asamblea General de la ONU si Israel no cumplía con una serie de condiciones que incluían terminar con la “catastrófica situación en Gaza”, aplicar un cese del fuego y asegurar que no se anexionará Cisjordania.
Sin visas para la delegación palestina
El jueves, en un encuentro con Starmer, el presidente estadounidense, Donald Trump, manifestó que ambos tienen visiones distintas en cuanto a este conflicto. Desde que llegó al gobierno lo demostró con numerosas expresiones de apoyo a Israel y con propuestas que apuntan a desconocer cualquier posibilidad de establecer un Estado palestino, como la de convertir la Franja de Gaza en una “Riviera de Medio Oriente” y “ofrecerle” a su población desplazarse a otros territorios.
También lo demostró con el anuncio de que Washington no brindaría visas a la delegación palestina, que incluye al presidente Mahmud Abbas, para que asista a la Asamblea General de la ONU, que tiene su sede en Nueva York.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció días atrás que vetaría las visas para los representantes de la Autoridad Nacional Palestina bajo el argumento de que “incumplió compromisos” y “socavó las perspectivas de paz” con Israel.
El viernes, la Asamblea General aprobó, por 145 votos a favor y sólo cinco en contra, permitir que en esta ocasión Palestina participe por videoconferencia en las sesiones que comienzan el lunes. Sólo votaron en contra de esta solución Israel, Estados Unidos, Paraguay, Nauru y Palau. Hubo abstenciones y ausencias: las de Argentina y de Hungría, dos países que suelen alinearse con Estados Unidos e Israel, y también las de Albania, Fiji, Macedonia del Norte, Panamá y Papúa Nueva Guinea.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina había manifestado que el veto a su delegación era una “flagrante violación del Acuerdo sobre la Sede de la ONU de 1947, que garantiza la libertad de entrada de los jefes de delegación y los miembros de la ONU para participar en las reuniones” del organismo.
Agricultor israelí en la frontera con la Franja de Gaza, en el sur de Israel.
Foto: Jack Guez, AFP
Después de la votación del viernes, el embajador palestino, Riyad Mansour, agradeció a los 145 países que habilitaron la participación a distancia, y dijo que la decisión de Estados Unidos de negarle las visas a la delegación que integra “es un abuso de autoridad y un castigo al Estado de Palestina que no debió suceder”.
También China, Rusia e Irán señalaron que si bien se aprobó la participación palestina a distancia, Estados Unidos está obligado, como sede de la Asamblea General de la ONU, a entregar visados a todas las delegaciones, sin importar qué cuestionamientos o diferencias políticas pueda tener con sus gobiernos, y lo mismo remarcaron tanto el secretario general de la ONU, António Guterres, como la presidenta de la Asamblea General, la exministra de Relaciones Exteriores de Alemania Annalena Baerbock.
Para Guterres, “dado que la ONU ha reconocido al Estado palestino y que es reconocido como Estado observador”, es “bueno que el máximo número de estados reconozcan a Palestina como país”. “Obviamente, una cosa es reconocer al Estado palestino, y otra cosa es que el Estado palestino pueda ejercer plenamente su derecho a la soberanía, y sé que en este momento estamos muy lejos de eso”, agregó el martes, en una rueda de prensa.
Manifestó que espera que existan negociaciones que conduzcan hacia la soberanía del Estado palestino y señaló que la solución de dos estados es la única para lograr la paz en Medio Oriente. Guterres dijo que “Israel debe entender que la solución de un Estado con la subyugación de un pueblo palestino sin derechos es absolutamente intolerable”. El secretario general lamentó que de parte de Israel no haya voluntad de negociar un cese del fuego ni permitir el ingreso de ayuda humanitaria a gran escala. “Parece que Israel está decidido a llegar hasta el final”, dijo.
Reacciones a los avances israelíes
La Asamblea General tiene lugar en un momento en que las advertencias sobre la situación en Palestina han llevado a nuevas reacciones de repudio a las violaciones de derechos humanos, incluso entre aliados de Israel. Una muestra es la iniciativa de la Comisión Europea de suspender las ventajas que le brinda a Israel su acuerdo comercial común y de recortar fondos de colaboración con ese Estado. Si bien esta última medida puede ser adoptada por las autoridades del bloque, la suspensión parcial del acuerdo de comercio requiere el apoyo de una mayoría de países, que además representen una mayoría de la población de la Unión Europea.
El gobierno alemán, el más reticente a cuestionar a Israel, ha modificado su discurso desde que comenzó la ofensiva en Gaza, y anunció que la semana que viene estudiará esta iniciativa para dar a conocer su postura el 1º de octubre, en una reunión informal de gobernantes europeos.
Por otra parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, reafirmó que su gobierno “no se plantea la cuestión de un reconocimiento del Estado palestino” porque considera que ese “debería ser uno de los últimos pasos en el camino hacia una solución de dos estados”. “Estamos del lado de Israel, lo que no significa que compartamos todas las decisiones tomadas por el gobierno israelí”, dijo Merz en conferencia de prensa. Se refirió también a la medida que Alemania adoptó hace cinco semanas de no suministrar más armas a Israel y afirmó: “La evolución de los últimos días me confirma que no ha habido mejor alternativa”.
Días atrás, además, una comisión independiente de expertos que actúa en la órbita de la ONU concluyó que Israel está cometiendo cuatro tipos de actos que son considerados por el derecho internacional como genocidas: matar a integrantes de una determinada población, causarles daños graves físicos o mentales, someterlos a condiciones de vida calculadas para su destrucción total o parcial, y tomar medidas para impedir los nacimientos.
Morgan Ortagus, representante de Estados Unidos, manifestó el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU que, a su entender, el informe es “difamatorio”, favorable a Hamas y responde a “una caza de brujas antisemita”. Lo dijo después de vetar una resolución que disponía un cese del fuego inmediato en la Franja de Gaza, el ingreso de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes. La iniciativa tenía 14 votos a favor y sólo el veto de Washington en contra.
Sin embargo, también en Estados Unidos surgen nuevas voces de condena a los ataques israelíes contra la población palestina. Un grupo de senadores demócratas decidieron impulsar una propuesta en el Congreso para que Estados Unidos reconozca a Palestina como Estado, aun sabiendo que se trata de un acto simbólico porque no cuenta con mayorías para su aprobación. El senador de Oregon Jeff Merkley dijo en rueda de prensa que si bien serían pocos quienes firmaran esta resolución, confía en que “crecerá el apoyo para que Estados Unidos intervenga”. La iniciativa propone un Estado palestino “desmilitarizado”, con las fronteras anteriores a 1967, y gobernado por la Autoridad Nacional Palestina.
Activistas israelíes de izquierda en la frontera con la Franja de Gaza, exigiendo el fin de la operación militar israelí.
Foto: Jack Guez, AFP
Otro senador, Bernie Sanders, referente de los sectores ubicados más a la izquierda en el Congreso estadounidense, usó por primera vez públicamente la palabra “genocidio”. Afirmó que “la conclusión es ineludible: Israel está cometiendo genocidio en Gaza”, y acusó a Trump de apoyar “una política de limpieza étnica” en ese territorio y también en Cisjordania.
El diario The Times of Israel recordó que el senador por Vermont es judío y que de joven trabajó como voluntario en un kibutz, y señaló que es el primer integrante del Senado estadounidense en definir como “genocidio” la campaña militar en Gaza.
En la Cámara de Representantes, no fue un legislador de izquierda, sino la derechista Marjorie Taylor Greene, identificada con el movimiento Make America Great Again, liderado por Trump, quien definió de ese modo lo que está haciendo el gobierno israelí. A finales de julio, The New York Times informó que la legisladora publicó en sus redes: “Lo más veraz y lo más fácil es decir que el 7 de octubre en Israel fue horrible y que todos los rehenes deben ser devueltos, pero también lo es el genocidio, la crisis humanitaria y la hambruna que están ocurriendo en Gaza”. Su publicación era una respuesta a Randy Fine, otro representante republicano, que dijo que las imágenes de niños desnutridos y hambrientos en Gaza eran una campaña de “propaganda terrorista musulmana”.
Bernie Sanders reconoció que algunos pueden cuestionar qué palabras usar ante lo que está ocurriendo, pero agregó: “La verdad es que, ya sea que se le llame genocidio, limpieza étnica, atrocidades masivas o crímenes de guerra, el camino a seguir está claro. Nosotros, como estadounidenses, debemos poner fin a nuestra complicidad en la masacre del pueblo palestino”.
Planes de Netanyahu
El ejército israelí anunció el viernes que va a “seguir operando con una fuerza sin precedentes contra Hamas y el resto de organizaciones terroristas” en su ofensiva terrestre contra la ciudad de Gaza. El anuncio fue hecho por el vocero en árabe del ejército, Avichai Adrai, que además anunció el cierre de una de las dos vías de evacuación hacia el sur abiertas por Israel en esa ciudad. “A partir de este momento la carretera Saladino está cerrada” y “sólo es posible desplazarse hacia el sur por la calle Rashid”, anunció en X. “Por su propia seguridad, aprovechen la oportunidad y únanse a los cientos de miles de residentes de la ciudad que se han trasladado al sur, a la zona humanitaria. No permitan que Hamas los utilice como escudos humanos”, dijo.
Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, después de que un dron lanzado por los rebeldes hutíes de Yemen impactara en un hotel israelí, amenazó con matar a su líder, Abdelmalik al Hutí, y reemplazar la bandera que identifica a ese grupo por la de Israel, que “ondeará en la capital de un Yemen unificado”.
El jueves, el ejército israelí también atacó en el sur de Líbano. La Fuerza Interina de Naciones Unidas en ese país (Finul) manifestó en un comunicado que esos ataques “violan la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y ponen en peligro la frágil estabilidad construida desde noviembre del año pasado”. Agregó que “socavan aún más la confianza de la población civil en una solución no violenta a este conflicto”.