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¿Recorte encubierto para la primera infancia?

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En estos días se presentarán los mensajes de la ley presupuestal por parte del Poder Ejecutivo y de los organismos del artículo 220 de la Constitución. Todo indica que este presupuesto recortará recursos en varias áreas, incluida la educación. Algunos recortes serán explícitos, como en horas docentes, cargos y salarios. Otros recortes pueden aparecer encubiertos. Uno de estos se puede registrar en la atención y la educación de la primera infancia.

Antes de dar a conocer su mensaje presupuestal, el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) difundió internamente los “Lineamientos, objetivos y estrategias de las Políticas Educativas de la ANEP para el período 202-2024”. Uno de estos lineamientos pretende desafectar al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) del proceso de universalización de la atención educativa de niños y niñas de tres años.

El lineamiento al que me refiero dice textualmente: “Coordinación de planes de acción con el INAU con foco en tres años, promoviendo la incorporación de los niños que egresan de 4 años de los centros CAIF”.

Esto significa que se pretende que el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) atienda a los niños de tres años y el CEIP a los de cuatro años. Es un cambio negativo, un retroceso en una política clave para el desarrollo del país.

La ampliación de la atención y la educación de niños y niñas desde el nacimiento a los seis años de edad fue una política privilegiada en los años anteriores. No sólo porque se otorgó más recursos, sino también porque se trabajó para la mejora de la calidad.

Los recursos incrementales en estos años permitieron crear 163 nuevos centros CAIF y Centros de Atención a la Primera Infancia (CAPI) de INAU y 29 nuevos jardines de jornada completa en el CEIP orientados a atender a la población más vulnerable. De esta forma, se logró expandir la educación inicial en el CEIP universalizando la atención de niños y niñas de cuatro años y triplicar la cantidad de tres años. Se crearon cargos de maestros, asistentes técnicos, profesores de educación física, talleristas y auxiliares, así como espacios en escuelas y jardines de infantes.

Todo ello permitió asegurar la cobertura universal en las edades de cuatro y cinco años. Así, en 2019 el CEIP tuvo una matrícula de educación inicial de 91.592 niños y niñas, lo que supuso un aumento de más de 10.000 desde 2012, e INAU aumentó entre 2008 y 2018 en 14.437 niños y niñas, con lo que llegó a 57.093.

La tasa de asistencia en estas edades, según la Encuesta Continua de Hogares (ECH), se incrementó en el período 22,1%.

Pero la mejora no fue sólo numérica. En 2014, con el impulso de Uruguay Crece Contigo, un trabajo interinstitucional y amplia participación, se aprobó el “Marco Curricular para la atención y educación de niñas y niños uruguayos desde el nacimiento a los seis años”, que hace converger el diseño curricular aprobado del Ministerio de Educación y Cultura (MEC, 2006) y el Plan de Educación Inicial y Primaria del CEIP (2008). Este documento ha servido de referente para todas las instituciones vinculadas a la educación en la primera infancia.

Por otra parte, en el período anterior la ANEP incorporó herramientas de evaluación, como la Evaluación Infantil Temprana, de origen canadiense, y el Inventario Nacional de Desarrollo Infantil, construido con la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Ambos instrumentos permiten a los docentes realizar intervenciones oportunas para mejorar los aprendizajes.

Al mismo tiempo, se desarrollaron cursos de formación para quienes trabajan en las instituciones, ofrecidos por el Centro de Formación y Estudios del INAU, el MEC y el Consejo de Formación en Educación (CFE) en acuerdo con el CEIP. Además, se crearon nuevas carreras terciarias, destacándose la carrera de Maestro/a en Primera Infancia del CFE.

Cobertura de atención en edades tempranas

0 a 1 año 1 a 2 años 2 a 3 años
2009 6,4% 15,5% 40,7%
2019 20,7% 39% 55,3%

Fuente: Encuesta Continua de Hogares, Instituto Nacional de Estadística

También se avanzó en la coordinación interinstitucional, especialmente entre el INAU, el CEIP y el MEC. A estos efectos la Ley General de Educación creó el Consejo Coordinador de Educación en la Primera Infancia, que ha tenido iniciativa y participación activa en las acciones descriptas.

A partir de la creación del Sistema Nacional de Cuidados, esta coordinación incluyó otras dimensiones, que entre otros acuerdos permitió la aprobación de los “Indicadores de calidad de los centros de Educación y Cuidados para niñas y niños de 0 a 3 años”, que hizo de Uruguay el primer país de América Latina en contar con una herramienta de este tipo.

Los recursos que no se invierten en atención y educación de niñas y niños de tres años en la ANEP y tampoco se incrementan en la misma cantidad en el INAU ¿no significarían un recorte encubierto al presupuesto educativo?

En conclusión, es posible afirmar que la educación en la primera infancia ha tenido una importante expansión, acompañada de una mejora de la calidad.

La educación de niños y niñas de tres años

En este marco, se acordó que la universalización de la atención de niños y niñas de tres años se hiciera a través del CEIP, que tiene una larga tradición en educación inicial. Tradición que data nada menos que desde la creación por Enriqueta Compte y Riqué del primer jardín de infantes del país, en 1892, pionero en América Latina.

A partir de ello, el CEIP programó la creación de grupos y cargos de tres años en jardines de infantes y amplió otros espacios disponibles en escuelas. Los esfuerzos realizados durante estos años permitieron que la cobertura de niños y niñas de tres años haya pasado de 46,3% en 2006 a 75,8% en 2019.

De más está decir que el 24% restante proviene esencialmente de los quintiles más bajos de la población. Así es que en 2018 el quintil más alto tenía una cobertura de 95%, mientras que el más bajo llegaba sólo a 60,7%. Por lo cual esta tarea de expansión es de vital importancia para los sectores más pobres de la sociedad.

Mirando hacia el futuro y con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza en toda la educación inicial, el CEIP planificó la creación de 44 jardines de infantes a través de la modalidad de proyectos de participación público-privada, que comenzaron a ser silenciosamente entregados en estos días, y otros seis en modalidad tradicional. Es la construcción de jardines de infantes más importante de la historia de la educación uruguaya.

Que la ANEP resigne la atención de niños y niñas de tres años sería un retraso importante en una política que toda la literatura educativa, social y económica indica que es de vital importancia a corto, mediano y largo plazo para la infancia y para la sociedad en su conjunto.

La decisión de que fuera el CEIP el que se encargara de avanzar en la atención de niños y niñas de tres años fue producto de una coordinación interinstitucional. En primer lugar, porque la función social y la más rica experiencia del CEIP así lo indica.

En segundo lugar, porque esta coordinación permitió que el INAU fortaleciera sus propuestas de atención a niños y niñas de edades más tempranas, especialmente provenientes de los hogares más desfavorecidos, a través de CAIF, creando los CAPI y expandiendo la atención diaria en las edades más bajas.

Es así que la cobertura en estas edades avanzó sustantivamente. Así lo indican las cifras de la ECH.

Si el INAU tuviera que incrementar la cantidad de niñas y niños, requeriría un esfuerzo presupuestal extraordinario o, en su defecto, optar entre la atención de niños de tres años o la de edades más bajas.

Hay que considerar que el país debería aprovechar un nuevo “bono demográfico”, ya que en los últimos años ha disminuido la cantidad de nacimientos, lo que favorecerá llegar a la universalización en los tres años de edad y ampliar la cobertura de los más pequeños. Uruguay tiene una oportunidad histórica de atender de la mejor manera a su primera infancia. Las políticas desarrolladas hasta ahora iban en esa dirección.

Interrogantes necesarias

Las preguntas surgen solas. ¿Habrá más recursos para que el INAU amplíe su cobertura? ¿Cuál es la fundamentación para dejar de lado la planificación y los acuerdos interinstitucionales que implicaron esfuerzos presupuestales, de gestión y de coordinación?

Los recursos que no se invierten en la atención y la educación de niñas y niños de tres años en la ANEP y tampoco se incrementan en la misma cantidad en el INAU ¿no significarían un recorte encubierto al presupuesto educativo que impactará en la calidad de la educación en la primera infancia?

Luis Garibaldi es maestro y fue director nacional de Educación.

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