Ingresá

Un simpatizante con el Gobierno iraní sostiene un cartel con la imagen del líder supremo de la revolución, el ayatolá Ali Jameneí, durante una manifestación promovida por el Gobierno iraní en Teherán, Irán, ayer. /foto: efe, abedin taherkenareh

Foto: Efe, Abedin Taherkenareh

República islámica o muerte

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Después de varias marchas opositoras que terminaron con muertos, heridos y detenidos, ayer fueron los partidarios del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, los que salieron de a miles a las calles. Lo hicieron para apoyar al gobierno y reclamar “muerte a Musaví”, el líder opositor Mir Husein Musaví, a quien responsabilizaron por las protestas de los últimos días. “Muerte a quienes se oponen a la Velayat-e Faquih”, es decir, al régimen teocrático iraní, reclamaban los manifestantes, según las crónicas de la agencia de noticias EFE. Para los partidarios de Ahmadinejad, opositores como Musaví y Mehdi Karrubi, otro dirigente reformista, son responsables de causar inestabilidad en el país.

El jefe de la Policía iraní, Ismail Ahmadi-Moqaddam, anunció represalias contra los críticos de Ahmadinejad detenidos en las manifestaciones de ayer. “El tiempo de la tolerancia se terminó”, dijo en conferencia de prensa, y agregó que algunos de los opositores apresados serán acusados de delitos que se castigan con la pena de muerte, informó la agencia de noticias ANSA.

Las declaraciones de la autoridad policial tuvieron lugar justo un día después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, avivara el fuego lanzando fuertes palabras contra los opositores, a los que catalogó como “enemigos de Dios”.

Algunas de las protestas oficialistas de ayer, en Teherán, transcurrieron por las mismas calles por las que, días atrás, opositores que reclamaban reformas y protección a los derechos humanos eran reprimidos por las fuerzas de seguridad, en choques que dejaron ocho manifestantes muertos.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura