Rousseff y Serra, quienes en los últimos debates de cara a la primera vuelta habían evitado cruzar preguntas, críticas o acusaciones, dejaron a un lado esos reparos y se enfrentaron en temas diversos el domingo, por el canal Bandeirantes. Serra intentó dejar en evidencia a su competidora: “Yo nunca defendí el aborto. Usted sí lo defendió y ahora pasa a decir lo contrario y a hacerse la víctima. En algunas entrevistas ha dudado de la existencia de Dios y ahora se vuelve una devota”.
Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), respondió que no está a favor del aborto pero sí de no tratar a las mujeres que abortan como una “cuestión de Policía”. La candidata, que fue impuesta por el presidente Lula da Silva en el seno del partido, calificó a Serra de “títere de los inversores extranjeros” y lo acusó de liderar “una campaña de calumnias y difamaciones”. También lo acusó de querer privatizar a la petrolera semiestatal Petrobras, recordando que fue ministro de Salud durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso que concretó varias privatizaciones. “Tengo cabeza propia y tengo mis ideas”, replicó el candidato luego de asegurar que no privatizaría la petrolera y que incluso nacionalizaría la empresa de correos.
Serra reiteró su propuesta de crear una “guardia nacional”, un cuerpo especial de seguridad que lucharía contra el tráfico de drogas y de armas, y reclamó que el gobierno de Lula presione al presidente de Bolivia, Evo Morales, para que colabore en la erradicación del tráfico de drogas desde su país. Rousseff señaló que prefiere apelar a mejorar las condiciones laborales de los cuerpos de seguridad actuales antes que crear nuevas fuerzas. Cuestionada por Serra por la falta de inversiones en infraestructura para transporte, Rousseff respondió que “el pueblo está viajando en avión, algo que sólo los ricos hacían en el gobierno de Cardoso”, consignó la agencia de noticias Reuters Brasil. “Tengo que confesar que estoy sorprendido con esta agresividad, este entrenamiento de Dilma Rousseff, que se está mostrando como es en realidad”, respondió Serra.
A diferencia de la campaña para la primera vuelta, Rousseff recurrió al corte de género: “Las mujeres están preparadas para presidir Brasil”. Si bien mantiene la ventaja, Serra acortó las distancias a siete puntos porcentuales. En su mejor momento previo a la primera vuelta, Rousseff llegó a sacarle 20 puntos.