El resultado de las elecciones de medio mandato celebradas el martes demuestra que “la gente está profundamente frustrada” por la demora de la recuperación económica, dijo el presidente demócrata de Estados Unidos, Barack Obama. (ver nota adjunta) Su gobierno sufrió en esa votación el mayor revés que se registró desde que los demócratas ganaron 75 escaños en la Cámara de Representantes en 1948, según la agencia Reuters. El mandatario calificó el resultado de “paliza” y dijo que asume su responsabilidad.
Aunque todavía no se conocen los números exactos, los republicanos ganaron al menos 60 escaños más de los que ya tenían en Diputados. Obtuvieron con amplio margen el timón de esa cámara, cuyo presidente será el conservador John Boehner, en la que encabezarán las comisiones legislativas.
El oficialismo mantiene el liderazgo del Senado, a pesar de haber perdido seis bancas. Pero la nueva situación enfrenta al presidente con más dificultades para concretar sus reformas ante un Congreso dividido. La negociación será un paso obligado para ambos bandos.
El líder de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometió dedicar “toda la legislatura” a “garantizar que Obama sea un presidente de un solo período”.
Por su parte, Boehner dijo que sus objetivos centrales en Diputados son el de limitar la intervención del gobierno y el gasto público, además de acabar con la reforma sanitaria de Obama, que calificó de “monstruosidad”. Afirmó que su partido espera que el presidente esté dispuesto a trabajar con ellos en ese sentido, aunque agregó que su “nueva mayoría será la voz del pueblo americano”. Según él, el mensaje de las urnas fue “muy claro” y los estadounidenses rechazan “la agenda Obama-Pelosi”, en referencia a la presidenta saliente de la cámara, Nancy Pelosi.
Al conocer su derrota, Obama llamó a McConnell y a John Boehner, para buscar la forma de trabajar juntos. “Lo que no quiere el pueblo americano es que gastemos dos años más repitiendo batallas partidistas”, dijo. Mencionó la energía, el cambio climático y la educación como posibles áreas en las cuales podría encontrarse “un terreno común” entre los dos partidos.
Respecto a los gobernadores aún no había resultado definitivo ayer, al cierre de esta edición. Sobre la base de proyecciones, se calculaba que los republicanos habían ganado más de diez gobernaciones demócratas. Pero el oficialismo recuperó el estado más poblado del país, California. El famoso republicano Arnold Schwarzenegger será sustituido por el demócrata Jerry Brown, quien ya ocupó el cargo cuando tenía 36 años, en 1975, y lo conservó hasta 1985. Su partido además conservó el escaño en el Senado por ese estado, con la victoria de Barbara Boxer.
En California los republicanos habían presentado dos multimillonarias como candidatas a gobernadora y senadora: la ex directora del portal de subastas eBay Meg Whitman y la ex ejecutiva de Hewlett-Packard, Carly Fiorina. Pero la inversión de gran parte de sus fortunas en la campaña no fue suficiente.
El martes, los californianos rechazaron además la legalización del cultivo, comercio y consumo de la marihuana y también el intento de frenar una ley estatal de 2006, que impone reducciones de la emisión de gases de efecto invernadero.
La primera iniciativa obtuvo 55% de rechazo aunque contaba con el apoyo de jóvenes y demócratas, y tenía en contra a algunos presidentes latinoamericanos. “Si estamos enviando a nuestros conciudadanos a prisión mientras en otras latitudes se legaliza el mercado, entonces debemos preguntarnos: ¿no es hora de revisar la estrategia global frente a las drogas?”, se había preguntado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a fines de octubre, en la XII Cumbre de Tuxtla. Los mandatarios de México, Felipe Calderón, y Costa Rica, Laura Chinchilla, habían mostrado posturas similares.
La segunda decisión tomada en referendo obligará al estado a aplicar la ley que implica reducir las emisiones de gases hasta los niveles de 1990 de aquí a 2020.