Anoche Tabaré Vázquez firmaba autógrafos en las afueras del estadio Centenario, poco después de su tercer acto público en apenas una semana. Uno de los seguidores le preguntó: “Vamos a volver, ¿eh?”. “Eso espero”, respondió el ex presidente, sin hacer mayores aclaraciones respecto a qué retorno tenía en mente . Una hipótesis, seguramante con chances de concreción similares a la presidencia de Progreso, puede ser el regreso de Vázquez a los cuadriláteros.
“Quiero una reflexión de un muchacho que en una barriada que fundara Samuel Lafone -que luego se convirtiera en una colmena industrial con la ANCAP y su llama iluminando toda la zona, con las textiles, con la vieja Ferrosmalt- un día se enfundó los guantes de boxeo para confrontar, como noble caballero, con otros compañeros”. Con esas palabras introdujo Vázquez al multifacético Julio Toyos, presentador del acto de relanzamiento del programa Knock Out a las Drogas, realizado ayer en el Museo del Fútbol.
No faltaron a la cita quienes apoyaron en el período pasado el surgimiento de una iniciativa que pretende, mediante el boxeo, “alejar a los jóvenes de las drogas”: el ex boxeador Dogomar Martínez, los actuales Caril Ratón Asesino Herrera y Cris Namús, el ex director del programa Hugo Buby Casada y el actual Nicola Cetraro, periodistas deportivos, empresas privadas y los ómnibus de Cutcsa.
Knock Out a las Drogas, junto con Un Gol al Futuro, también creado en la administración de Vázquez, pasaron a formar parte del Ministerio de Turismo y Deporte (MTD) y lograron la continuidad por los próximos cinco años a través de la asignación de recursos en el presupuesto quinquenal que hoy sigue votando el Senado. Cetraro anunció que se incorporan el rugby, el tenis y el vóleibol, y criticó que el boxeo haya sido “permanentemente vilipendiado , por su pretendida violencia”. Para “reivindicarlo” recordó el gusto por el boxeo de un “intelectual de fuste” como Julio Cortázar. Vázquez, en tanto se definió como un “enamorado” del boxeo y destacó que Knock Out a las Drogas, al igual que el Plan Ceibal, apuntaron a “incluir, educar e integrar”. “La droga -dijo Vázquez- llega a destruir países, porque la mafia de los narcotraficantes está intentando cambiar la institucionalidad democrática de un país para imponer por la fuerza que ellos son los que tienen el poder y mandan. Como en el Uruguay no tenemos miedo tampoco tenemos precio podemos enfrentar estas mafias con decisión, con fuerza, no sólo a los que venden en una esquina, sino a los mafiosos de cuello blanco”.