Ingresá

Terceros en discordia

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

En Argentina “hay una tercerización de la represión”, según el líder del Partido Obrero, Jorge Altamira.

Al día siguiente a la muerte de Mariano Ferreyra, un joven militante que participaba en una movilización de trabajadores tercerizados, la convocatoria del Partido Obrero argentino resultó en un acto multitudinario. Para su líder, Jorge Altamira, esto causa en el oficialismo “un temor extraordinario a una oposición política de izquierda”.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El líder del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira, opina que la política de no reprimir del gobierno argentino es “una gran mentira” porque “los que reprimen son las patotas que el gobierno organiza, y la Policía no interviene”. A la hora de explicar la enorme convocatoria popular al día siguiente de la muerte de Mariano Ferreyra, el 21 de octubre, Altamira dijo a la diaria que en parte se debe a que Ferreyra fue presentado como “militante, estudiante, obrero, con vocación artística y luchador de toda la vida”, lo que genera mucha simpatía. Pero agregó que además la población tomó conciencia, con esos hechos, de que a la “tercerización de la producción” se suma “la tercerización de la represión” porque los gobernantes “contratan a otros grupos”. Según Altamira, esa reacción popular que surgió de la muerte de Ferreyra generó en el oficialismo “un temor extraordinario a una oposición política de la izquierda, porque busca legitimarse diciendo que quienes los atacan son la oligarquía, la derecha, etcétera”.

Cuando fue herido de bala, Ferreyra estaba retirándose junto con otras 150 personas de una movilización que comenzó en el Gran Buenos Aires y terminó en Barracas. Reclamaba que se reintegraran a sus empleos trabajadores que habían sido despedidos de empresas contratistas y, en general, el ingreso a planta de los tercerizados del Ferrocarril de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe), conocido como ex Roca.

Pero de acuerdo con Altamira, el problema de fondo son las tercerizaciones que se generalizaron en muchas empresas del país. En el caso de este conflicto, el principal desacuerdo surge de que las personas que trabajan para una empresa contratista ganan la mitad de lo que percibe un obrero que trabaja bajo el convenio laboral de la Unión Ferroviaria. Otro gran tema es el de este sindicato, que es patronal y cercano al oficialismo, señaló. “Es muy difícil en Argentina que los grandes sindicatos no tengan intereses empresariales”, dijo Altamira.

Cuando se realizó la manifestación en la que participó Ferreyra, se supo más tarde, el “Departamento de Recursos Humanos de Ugofe autorizó la salida de los trabajadores de la patota [que agredió a los manifestantes] a pedido de la Unión Ferrovaria”, sindicato liderado por José Pedraza, afirmó Altamira y precisó que esto fue confirmado por la investigación judicial en curso. Serían algunos integrantes de esa patota quienes dispararon contra el joven militante y otros tres participantes que fueron heridos, entre los cuales se encuentra Elsa Rodríguez, una uruguaya militante del PO que sigue en cuidados intensivos “evolucionando favorablemente”, según Altamira. El líder del PO destacó que “la lucha es para que Pedraza sea detenido y sea imputado, y lo mismo con los empresarios”.

A su vez, el diputado oficialista Carlos Kunkel acusó ayer al ex presidente Eduardo Duhalde de “estar detrás” de lo ocurrido el 20 de octubre. “En el asesinato de Ferreyra fueron sus punteros lomenses [de Lomas de Zamora] los que tuvieron acción protagónica”, denunció, respondiendo al ex mandatario, que desde Estados Unidos aseguró el miércoles que en su gobierno “no hubo ni un herido de fuerzas nacionales”. La jueza de instrucción a cargo de investigar la muerte de Ferreyra, Wilma López, rechazó los pedido del PO y de la hija de Elsa Rodríguez, que solicitaron ser querellantes en la causa.

Los detenidos por su participación en estos hechos son un barrabrava del club Defensa y Justicia y seis gremialistas de la Unión Ferroviaria entre los cuales figura el delegado de la ex línea Roca. Están en prisión preventiva hasta la audiencia que está prevista para el 21 de diciembre, en la que la jueza deberá decidir si la medida se mantiene, ya que los siete imputados apelaron.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura