El terremoto que el 12 de enero golpeó a Haití dejó sin hogar a un millón y medio de personas y causó la muerte a unas 200.000, según números oficiales, también imposibilitará que se realicen las elecciones legislativas previstas para el 28 de febrero, informó Joseph Jasmin, el ministro haitiano encargado de las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento. En la situación actual de Haití “no se puede hablar de elecciones”, dijo el ministro a la agencia de noticias EFE.
Sí se habla en cambio de la asistencia médica para los heridos. Discute el tema, por ejemplo, el estado de Florida, Estados Unidos, donde recibían tratamiento haitianos con heridas graves. Las autoridades estatales entraron en una disputa con el gobierno federal acerca de quién se encargará de financiar los gastos por esa asistencia. “El sistema de salud de Florida está rápidamente llegando a la saturación”, de acuerdo a una carta del gobernador de Florida, Charlie Crist, dirigida a la Casa Blanca. Mientras se busca una solución, los militares estadounidenses se quedaron sin un centro de asistencia donde trasladar a los heridos porque incluso el buque hospital estadounidense Confort, en Puerto Príncipe, está colmado en su capacidad.
Mientras tanto, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, visitó el viernes Puerto Príncipe y llevó un cargamento de asistencia médica. Correa, como presidente temporal de la Unasur, anunció que el bloque colaborará con la reconstrucción de Haití. Según estimaciones del director interino de la misión de Naciones Unidas en Haití, Edmond Mulet, la reconstrucción tomará varias décadas y comenzará desde un punto “por debajo del cero”. Naciones Unidas solicitó con urgencia 200.000 carpas para refugiar a los damnificados antes de la temporada de lluvias, que comienza en mayo, y la de huracanes, que se inicia en junio.
Aunque la ayuda humanitaria llega del exterior, la presencia extranjera en Haití no siempre es bienvenida. La policía haitiana arrestó el viernes a nueve estadounidenses acusados de tráfico de menores. Fueron detenidos en la frontera cuando intentaban sacar a 33 niños, con edades que variaban entre dos meses y 12 años, de Haití a República Dominicana. Una de las detenidas, Laura Sillsby, dijo a la agencia de noticias Reuters que tenían autorización para trasladar a los niños a un orfanato en República Dominicana. Más tarde, la misma mujer declaró a CNN que estaban llevando a los niños al país vecino para que se los cuidara. El grupo de detenidos, que no tenía ningún documento que indicara la existencia de trámites de adopción, ni que los niños fueran huérfanos, aseguró formar parte de una organización caritativa, New Life Children’s Refuge, vinculada a una iglesia bautista de Idaho, informó el diario español El País, y tenía previsto trasladar a un centenar de niños al otro lado de la frontera.
El ministro haitiano de Trabajo y Asuntos Sociales, Yves Christalin, dijo que “esto es un robo, no una adopción” y reiteró que “ningún menor puede salir de Haití sin la debida autorización, y estas personas no tenían autorización”.
Otros abusos se reportaron en Puerto Príncipe. Ayer un joven murió de un tiro en la cabeza cuando un grupo de civiles armados disparó contra un centenar de personas que saqueaban comercios, reportó EFE, que presenció esa agresión. La policía haitiana detuvo a 40 personas por esos incidentes e informó a la agencia que quienes dispararon pertenecían a una compañía privada de seguridad. Según el reporte, hicieron fuego sin advertencia previa.
A esto se agrega que el fin de semana fueron publicadas en medios de prensa fotografías divulgadas en la red social Facebook, en las que aparecían médicos portorriqueños, enviados a Haití por el Senado de su país, posando sonrientes junto a heridos y muertos, con armas de fuego y tomando whisky, que causaron bastante revuelo en su país.
Uno de los médicos declaró al diario potorriqueño El Nuevo Día que su intención no fue “lastimar o hacer daño” y se lamentó por “manchar la imagen” de sus colegas. Varios de los implicados dijeron que las fotos con bebidas alcohólicas fueron tomadas mientras aguardaban en la ruta a que se solucionara una avería de una de las camionetas en que volvían a Puerto Rico. El Colegio de Médicos portorriqueño investigará el caso, y también lo hará el Ministerio de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana por sospechas de que fueron sus militares los que prestaron sus armas a los médicos.
Pese a estos episodios, Haití sigue presente en la agenda mundial y la asistencia humanitaria llega a los haitianos, y para abarcar a la mayor cantidad posible, el Programa Alimentario Mundial de Naciones Unidas en el país priorizó la entrega de comida a las mujeres, a las que consideró “interlocutoras privilegiadas” y “garantes de una justa distribución del alimento a la familia”, indicó la agencia de noticias ANSA.
Pero el nuevo comandante en Haití de las tropas de Brasil, que lidera la misión de paz de Naciones Unidas, el coronel Ajax Porto, opinó que “el mundo se olvidará” del país. Por eso dijo, se debe aprovechar hoy la ayuda humanitaria para hacer funcionar la economía haitiana. Agregó en declaraciones a O Globo: “cuando el mundo se olvide de Haití, [las tropas brasileñas] seguiremos aquí”.