Jean-Marc Pastor, senador francés por el Partido Socialista, presidente del grupo de amigos Francia-Cono Sur y miembro del de Francia-Asia Central, visitó Montevideo para asistir a la ceremonia de investidura de José Mujica y conversó con la diaria acerca de la situación de América Latina, pero también sobre el debate respecto a la identidad nacional lanzado en su país.
También se refirió a su Partido Socialista (PS), el principal de la oposición francesa, que se enfrenta a las elecciones regionales que tendrán su primera vuelta el 14 de marzo y la segunda el 21. En ellas el PS busca mantener las 20 regiones, de un total de 22, que se encuentran bajo su gobierno. A su vez, el partido mira con incertidumbre las elecciones presidenciales de 2012, para las que todavía no eligió candidato. Suena para esa candidatura el nombre de Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien aparece como favorito de los franceses en las encuestas, pero también se mencionan otros, entre ellos los de Ségolène Royal, ex candidata presidencial, y Martine Aubry, primera secretaria del PS y alcaldesa de Lille. Por primera vez, el nombre puede surgir de unas elecciones primarias.
-¿Cómo se ve desde Francia la creación del nuevo organismo de América Latina y el Caribe con la exclusión expresa de Estados Unidos y Canadá?
-Los países de América Latina, junto con algunos asiáticos, serán los reyes del mundo en 20 años. Tienen estabilidad política, riqueza, educación, formación de hombres y mujeres, chicas y chicos, que podrán llevar adelante a sus países. Durante muchos años los países latinoamericanos tuvieron dificultades para relacionarse entre sí, estuvieron mucho tiempo detrás de otros países, a veces europeos, a veces de Estados Unidos. Ahora se siente que hay una unidad regional, y es necesario que América Latina tenga... no una “segunda liberación” pero sí el principio de un nuevo camino, propio e independiente.
-¿Qué opina de la decisión de la Unión Europea de volver a incluir a Honduras en las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio, pese al golpe de Estado y las discutidas elecciones de las que surgió el gobierno actual, que la mayoría de América del Sur no reconoce?
-Honduras, claro está, es un problema. Es difícil excluir a un país cuando se va a trabajar con una región que ese país integra. En este caso, para el pueblo de Honduras es mejor que el país forme parte de ámbitos internacionales. Para el día de mañana es importante no dejar a los pueblos y las personas fuera de la discusión, es mejor incluirlos en la reflexión global.
-¿Qué le parecen las primeras medidas políticas que el gobierno francés extrajo del debate sobre identidad francesa, acerca de qué es ser francés?
-La identidad francesa es querer hacer algo para Francia, dar algo al pueblo francés, hayamos nacido o no en Francia. Yo soy de origen español por parte de mi padre, viví en una ciudad minera y jugaba con polacos, italianos, españoles, con inmigrantes de toda Europa y de fuera de Europa también. Ellos fueron mi familia. No es importante si tenemos sangre de franceses y Francia no puede ser francesa si no tenemos la posibilidad de abrir las puertas, como ya lo hicimos, a otras personas que vienen a vivir al país para construir una nueva sociedad.
-¿Por qué cree que el gobierno inició este debate, dando así la sensación de que es necesario reafirmar la identidad francesa?
-Cuando el país está en momentos difíciles, la población señala al extranjero; cuando hay personas que no tienen trabajo, les parece que la culpa es de los extranjeros que vinieron a comer en su plato. Hay una historia en Francia que dice que en un pueblo todos estaban desconformes con la presencia de un extranjero y que durante uno, dos, tres años fueron crueles con él. Un día esa persona se marchó y el pueblo se dio cuenta, días después, de que no tenía pan. No tenían panadero porque ese inmigrante hacía el pan para todos. Es un ejemplo de que la vía para arreglar nuestros problemas no es responsabilizar a los inmigrantes. Cuando se es responsable de un país es necesario poder trazar una línea para que todos se sientan bien.
-¿Qué opinión le merece la iniciativa de prohibir utilizar la burka, el velo islámico total, en ciertos espacios públicos?
-En un país laico cada uno puede tener la religión que quiera, pero se deben respetar algunas reglas del país donde se vive. Turquía, un país musulmán, decretó en 1948 una ley que prohíbe a las mujeres usar burka o velos totales en escuelas y lugares estatales. Nosotros no tenemos una ley sobre eso. Es necesario respetar cada religión, con la condición de que la religión sea una elección personal y respete la vida de la sociedad, que es responsabilidad del Estado. Francia separó el Estado de las religiones y la burka no tiene lugar en la vida de la sociedad francesa. Es necesario decirlo y legislarlo.
-¿Existe una discriminación fuerte a los extranjeros en Francia?
-En lo cotidiano no hay mucha discriminación, pero cuando el gobierno quiere hablar de estas cosas y se trae el tema, puede tener el efecto de aumentar la discriminación. Pero esto también parece tener consecuencias en otro sentido. Hacía años y años que nadie hablaba de inmigración. Ahora sí se habla y hay más burkas en las calles francesas en los últimos dos meses que antes. Parece que fuera una provocación y eso no es bueno.
-¿Qué le parece la posibilidad de que en el PS se realicen por primera vez elecciones primarias?
-Ya le diré en dos años [risas]. A ver si es buena cosa o no. Para tener un verdadero partido político es necesario tener algunas cosas. Es necesario un programa político para la sociedad, una línea política para organizar la sociedad, no por un año o dos, sino por 10 o 15. Es necesario contar con uno, dos, tres hombres y mujeres que encarnen el mensaje del PS. Eso es muy difícil de definir pero no sé si una elección pública [elecciones primarias abiertas] es lo mejor para decidir esto. Cuando hay una personalidad que encarna el mensaje, no son necesarias las elecciones: todo el mundo está de acuerdo en que ésa es la persona fuerte para identificar al partido; son elecciones naturales.
-¿Es un problema del PS no tener nuevas personalidades que lo identifiquen?
-Sí, lo es. Lo más difícil es saber cómo se va a hacer para solucionarlo. Me pregunto si es de una elección interna que va a surgir una nueva personalidad, o si una personalidad ha nacido antes y la elección formalizará su candidatura. Esta última posibilidad me parece la más difícil. Antes tuvimos personalidades que no necesitaron elecciones para identificar al partido. Ahora es un verdadero problema.
-¿Cómo ve al PS para las elecciones regionales?
-Francia vive un momento difícil, porque hay gente que busca trabajo y no lo encuentra y porque hay disputas políticas. La gente se pregunta: “¿Nuestros hijos van a vivir mejor o peor que nosotros?”. El pueblo de Francia va a inclinarse a votar un poco más a la oposición, en general. En las 20 regiones que están en las manos de la izquierda se hizo un buen trabajo, así que me parece que globalmente la gente va a reelegir en esta dirección.
-Después de las regionales y de elegir al candidato socialista a la presidencia de Francia, ¿cómo ve el panorama para las elecciones nacionales?
-El pueblo está en un momento político de cambio pero lo principal es cuál es la personalidad que puede encarnar un aire nuevo en la vida política francesa. Va a surgir una personalidad y va a poder dar más esperanza a los franceses, que en política es importante.
-¿Qué opina de una posible candidatura de Dominique Strauss-Khan?
-Dominique tiene una experiencia importante de su tarea en el FMI, es una personalidad correcta para el mundo de las finanzas y de la industria. Es una de las personas que podría ser candidato a la Presidencia, no es imposible, pero su problema es que no está en Francia, está un poquito lejos [Strauss trabaja en Washington, en la sede del FMI].