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Patricia Ayala.

Foto: Pablo Nogueira

Bien norteada

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Patricia Ayala, la cara feliz del Frente Amplio el domingo.

Eran las 5.00 del lunes 10 de mayo. Estaba cansada, pero la euforia todavía era mayor. Llegó al local de la lista 711 (la agrupación nacional de Raúl Sendic) y preguntó si tenían una cerveza para compartir. No había, pero fueron por una. A las 5.30 el brindis había terminado. El cansancio había pasado a primer plano, entonces se aflojó y comenzó a llorar. Allí le cayó la ficha. Amaneció dos horas después con una llamada a su celular, que aún sigue sonando sin parar.

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Histórica

Nació en 1966. Militó en el Frente Amplio (FA) “desde siempre”. Sus padres participaron en las marchas cañeras, su abuelo Pocholo Ayala fue el primer candidato frenteamplista a la intendencia tras la salida de la dictadura. En esa etapa, Ayala retomó la militancia con intensidad y en 1989 se incorporó al Movimiento de Participación Popular (MPP). Fue la primera fonoaudióloga en Artigas. También fue la primera edila electa por el FA, la primera diputada y, ahora, la primera intendenta de Artigas en el también primer gobierno del FA en esa comuna. “Es importante que las mujeres podamos asumir lugares que nos han correspondido y que no habíamos asumido anteriormente por la falta de apertura del sistema político, históricamente machista. Hoy somos tres por primera vez en la historia de Uruguay las que ganamos las elecciones departamentales”, expresó. Ayala entiende que son muchos “los elementos que se articulan” para que alguien acceda a los cargos, pero en su campaña la condición de mujer fue un diferencial: “Tengo una alta adhesión de votantes femeninas. Las mujeres te manifiestan: ‘Estamos cansadas de que los hombres hablen, hablen y hablen y poco hagan, así que necesitamos una mujer’. Esto con el merecido respeto a los hombres, pero es un comentario presente”.

Todavía le quedan 300 mensajes de texto sin leer. Asegura que recién tomó dimensión de lo que había significado su victoria para el Frente Amplio (FA) cuando el martes llegó al Parlamento y todos la saludaban. Las derrotas en Salto, Paysandú y Treinta y Tres, la caída de votos en Canelones y Maldonado, sumadas a la incertidumbre en Florida, habían encontrado en el departamento más al norte del país un lugar para festejar, aun más que las reelecciones en Rocha y Maldonado.

-¿Por qué llegó el FA al gobierno departamental de Artigas?

-Ganar la elección ahora es algo que se viene trabajando desde hace mucho. Desde 1984 el FA ha crecido elección tras elección. En 2005 perdimos la intendencia por 1.800 votos; ahora accedimos con una ventaja de 2.500 y esto se dio por la conjunción de muchos elementos. El trabajo como ediles desde la Junta Departamental nos permitió interiorizarnos en todo el departamento y poder trabajar con las organizaciones sociales y productivas.

-¿Cómo jugó el respaldo que le dio la senadora Lucía Topolansky?

-Lucía fue a Artigas siempre, como el Pepe [José Mujica], en las campañas anteriores. Entiendo que hoy tenga relevancia porque, además de ser una compañera, es la primera senadora. Siempre se les adjudicó a las señoras de los presidentes una tarea social que Lucía no necesita porque tiene su propia tarea política, en un lugar que ella se ganó y no por ser señora de. Es una mujer de peso político, compartimos el mismo sector y la gente de afuera lo ve como “qué bien que vino”, pero no hizo más que cumplir con su tarea de militante.

-¿Y qué peso tuvo el gobierno nacional?

-El gobierno de Tabaré [Vázquez] y ahora el de Pepe posibilitaron la confianza de la gente hacia el FA. Tiene su peso porque eso a lo que vimos que se comprometió en la campaña política luego, particularmente en Artigas, se bajó a tierra, se hizo operativo, y eso devuelve la credibilidad de la gente al sistema político.

-¿Y la visita de Vázquez con su Consejo de Ministros?

-También estuvo en lugares en donde no se ganó la intendencia. Para nosotros fue buenísimo que haya recorrido el país con todos sus ministros y la posibilidad de plantear sus cosas de forma organizada. Ése también es uno de los objetivos que tenemos como intendencia: poder salir. Primero vamos a volver a hacer la recorrida que hicimos en campaña, y después una planificación para hacerlo durante el año. También habrá un día a la semana en que vamos a tener el despacho abierto para recibir a la gente, un día en que te olvides de otro tipo de agenda. Eso me parece importante para no perder el vínculo. Me parece fundamental que establezcamos reuniones periódicas con la bancada de ediles del Frente y de toda la Junta. Si te asegurás una reunión periódica puede cambiar mucho la modalidad de trabajo de la fuerza política, pero también la del ejecutivo departamental.

-¿Y con los alcaldes, teniendo en cuenta que dos de los tres representan al Partido Nacional?

-Si articulamos bien vamos a hacer un buen trabajo con los alcaldes blancos. Ahí tenemos que tener muy claro que, ya que en la campaña política todos marcamos como objetivo mejorar las condiciones de vida de la gente, apliquémoslo ahora. Y van a contar con el apoyo de la intendencia para esas cosas.

-En 2005, tras el gobierno de Carlos Signorelli, el Partido Colorado perdió la intendencia a manos de los blancos. Cinco años después Artigas optó por el FA, pero con los dos departamentos vecinos [Salto y Rivera] colorados. ¿Se tendrá en cuenta este mapa político durante la gestión?

-Llama un poco la atención en Salto y Paysandú el triunfo de los partidos blanco y colorado. El FA tiene que analizar qué es lo que ha pasado para no volver a cometer errores. En Artigas el Partido Colorado [PC] pasó de tener seis a tres ediles; el FA, de nueve a 16. Ayer [por el martes] estuve en contacto con el intendente electo de Rivera [Marne Osorio] un ratito, y hay buena apertura. Me parece muy interesante poder hacer cosas como departamentos de frontera y llegar a acuerdos.

-¿Cuándo fue la primera vez que escuchó hablar de “los peludos”?

-Desde chica [se ríe]. En 1970 fuimos a Bella Unión con mis padres, tenía cuatro años. Recuerdo clarito el olor a la melaza en CALNU porque estuve visitando el ingenio. En esta nueva etapa, cuando volví a entrar, enseguida, el olor era el mismo. Ahí ya oía hablar de los peludos.

No sólo Bella

-¿Bella Unión definió la elección?

-El proyecto de Alur pesó en todo el departamento. En mayo de 2005 el FA tuvo una cantidad de votos; ahora tiene un poco más, pero no es una cosa que haya disparado lejos. Fue un crecimiento paulatino y progresivo que también se puede atribuir al crecimiento demográfico que tuvo la ciudad. En el tema del caudal de votos hay que destacar que votó bien en otras partes. No se le ganó al Partido Nacional [PN] pero sí tuvo un importante caudal de votos en Sequeira, Campamento, Colonia Rivera. Eso hay que resaltarlo, no sólo Bella Unión es frenteamplista.

-¿Cuán identificado cree que está el FA con Raúl Sendic?

-Tiene una pesada historia porque fue quien empezó a organizar el movimiento cañero. Creo que para el FA es una figura fundamental.

-¿Por dónde va a empezar?

-En estos días vamos a empezar la transición, pero ya hay prioridades: la generación de empleo fuera de la intendencia. Por ejemplo, a las mujeres del medio rural que trabajan con lanas y no tienen a quien vender, la intendencia debe buscarles el canal de comercialización. Estamos trabajando en un proyecto de reactivación de la cadena agrícola, que va a generar más de 200 puestos directos. Luego vamos a enfocarnos en ofrecer opciones para seguir estudiando en el departamento y también en tener lugares para la recreación, y opciones a nivel cultural: generar espectáculos, recuperar la biblioteca municipal y un ómnibus cultural. Uno se pregunta por qué no se hicieron estas cosas, porque la mejor campaña política que podés hacer es la sumatoria de cosas que hiciste a lo largo del período.

-Decía que le cayó la ficha de que había ganado el lunes de madrugada. ¿Cómo fue cuando llegó a Montevideo?

-Ahí tomé la dimensión que tuvo el alegrón que vino desde Artigas. Me impactó. La primera meta quedó cumplida: todos los ojitos se enfocaron en Artigas y van a seguir enfocados allí, van a estar mirando cómo vamos a llevar la gestión, y ésa es una de las cosas que le hemos pedido a la población de Artigas. Que nos tenga en la mira es fundamental y si el resto de Uruguay está, mejor. Es más: las tres intendentas vamos a estar en la mira.

-¿Cómo se puede potenciar el Congreso de Intendentes como instancia orgánica?

-Con cosas que realmente sean concretas. Me gusta ser práctica, no me gustan las reuniones muy largas y teóricas si sabés que es difícil bajarlo a la práctica. Las intendencias tienen que interactuar, intercambiar; alguna tiene ir viendo esta interconexión, que debe ser potenciada con el apoyo que pueda dar el gobierno nacional.

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