El presidente de Brasil, Lula da Silva, visitó a su par de Paraguay, Fernando Lugo en la ciudad fronteriza de Ponta Porá. Tenían previsto tratar temas relacionados con la gestión común de la represa Itaipú, pero el ataque de la semana pasada contra el senador paraguayo Robert Acevedo, en el que murieron su chofer y su guardaespaldas, puso el tema de la seguridad fronteriza en la agenda.
Antes de la reunión, el ministro brasileño de Justicia, Luiz Paulo Teles Barreto, señaló que es muy importante prevenir los “crímenes que afectan a los dos países” por la violencia en la frontera, que se presume vinculada a acciones del Ejército del Pueblo Paraguayo y la organización criminal brasileña Primer Comando de la Capital.
Estos grupos “se metieron con los gobiernos de Brasil y Paraguay. Ahora vamos a enfrentarlos”, dijo Lula luego de la reunión, en conferencia de prensa. Agregó que los gobiernos “no serán intimidados” por ataques a senadores o amenazas. “Si no los detenemos ahora, esta región va a convertirse en una Ciudad Juárez en poco tiempo”, advirtió el mandatario brasileño, según indicó la cadena O Globo.
Para reforzar la seguridad en la frontera, Teles Barreto anunció un incremento de los cuerpos policiales de esa zona, a partir del 15 de junio. Serán coordinados entre la Policía Especializada de Frontera y la Policía Federal de Brasil, junto con los ministerios de seguridad pública brasileño y paraguayo.
El ministro indicó que este proyecto se extenderá a 11 estados fronterizos de Brasil, informó Agência Brasil.
En la mañana de ayer Lula anunció en su programa radial “Café con el presidente” que su gobierno invertirá alrededor de 400 millones de dólares para la construcción de una línea de transmisión de energía desde Itaipú hasta Asunción. Lo hará para que Paraguay “pueda utilizar más energía” de la hidroeléctrica, dijo el mandatario, según informó el diario Folha de São Paulo.
Luego, en la conferencia de prensa, Lula aseguró también que este año comenzará a construirse el segundo puente que unirá la ciudad brasileña Foz de Iguazú y la paraguaya Ciudad del Este, otro proyecto pactado entre ambos países. De acuerdo con Lugo, este emprendimiento “permitirá nuevos proyectos empresariales y productivos, que generarán mano de obra”.
El mandatario brasileño también expresó su deseo de que el Congreso de su país apruebe pronto el proyecto en el que Brasil aceptó triplicar el importe que le paga a Paraguay a cambio de la energía de Itaipú que no utiliza. De aprobarse, Brasil pasaría a pagar 360 millones de dólares por año por esa energía. Pero Lula aclaró que el Congreso es autónomo y que respetará su decisión. Algunos legisladores brasileños declararon al diario paraguayo ABC que la discusión sobre el tema, que está postergada en el Senado brasileño, seguramente tenga que esperar hasta 2011, cuando asuma un nuevo gobierno.