Al entrar a la página web de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer (www.janbrewer.com), salta una ventana con una invitación a apoyar a la ley que criminaliza a los inmigrantes ilegales: “Únete a mí en el pronunciamiento ante Washington y en la protección de los ciudadanos de Arizona”. Si uno cierra esa ventana, otro recuadro ofrece la misma invitación. Abajo, un titular indica que el fiscal general Eric “Holder [contrario a esa norma] no leyó la ley de Arizona que critica”.
Mientras las reacciones contrarias a la ley ganan terreno, Brewer se defiende y asegura que la medida “es una respuesta al problema de la inmigración ilegal”.
Desde 1979, la gobernadora vive en Arizona, el estado que mostró un mayor porcentaje de crecimiento atribuible a la inmigración: 15%.
Ya en marzo del año pasado, Brewer pedía al presidente Barack Obama que enviara un refuerzo de 250 soldados de la Guardia Nacional a los 626 kilómetros de frontera de su estado con México. Le fueron negados.
La capital de Arizona, Phoenix, es una de las ciudades más afectadas por los cárteles de droga mexicanos y los crímenes relacionados a ellos, como secuestros y extorsiones, indicó en 2009 Roger Rufe, director de coordinación de operaciones del Departamento de Seguridad de Estados Unidos.
Sin respuestas para contener lo que la gobernadora definió como una “invasión”, Brewer, que asumió su cargo el 21 de enero de 2009, decidió aprobar la ley más polémica en lo que va de 2010.
En la biografía de Brewer publicada en la página del gobierno de Arizona -la misma que se lee en su web personal-, se destaca que desde 1982 ocupa cargos estatales y que sus reformas lograron recortar los gastos del estado.
Nacida en Hollywood, California, Janice Kay Brewer pasó sus primeros diez años en una base naval estadounidense, donde trabajaba su padre como supervisor.
Según contó Brewer -madre de tres niños, uno de ellos muerto en 2007-, ella empezó su carrera política en el colegio privado al que enviaba a sus hijos. Al relatar esos inicios al diario local Arizona Republic, dijo que quedó impresionada con su propio poder de gestión. Al quedar vacante un cargo en el Congreso, “pensé, ‘bueno, quizás puedo tener un impacto mayor en la educación si entro al Poder Legislativo’”, declaró.
Técnica en radiología, casada con el médico John Brewer, la actual gobernadora ingresó a la Cámara de Representantes de Arizona y cuatro años después a la de Senadores, en la que lideró la bancada republicana desde 1993. Desde el Congreso impulsó varias leyes relativas a ese tema. Una de ellas, por ejemplo, prohibía la venta de discos con letras “ofensivas” a menores de 18 años.
En 1996 asumió como presidenta del gobierno local de Maricopa, el cuarto mayor condado de Estados Unidos. La revista estadounidense Governing, que había calificado las gestiones anteriores como las peores del país, destacó la suya como una de las mejores.
El 45% de los votantes de Arizona la eligió en 2002 secretaria del estado de Arizona (un cargo equivalente al de vicegobernador), y desde ese cargo impulsó una nueva legislación para que, si un gobernador se retiraba de su cargo, fuera reemplazado por otro del mismo partido, informó el diario estadounidense The Washington Post.
Esa iniciativa no tuvo éxito, y la republicana Brewer accedió al gobierno cuando su antecesora, la demócrata Janet Napolitano, renunció al cargo para asumir como ministra de Seguridad Nacional a comienzos de la administración Obama.
Brewer se presentará a las elecciones gubernamentales de este año y se enfrentará con los republicanos Dean Martin y Owen Mills. Dueña de un BMW convertible, en el que suele escuchar la legendaria banda ABBA, Brewer aprobó varias leyes que Napolitano había vetado, incluida una antiaborto y otra sobre el derecho a la tenencia de armas.