El crimen organizado mexicano asesinó el lunes al candidato a gobernador de Tamaulipas para las elecciones estatales del domingo, Rodolfo Torre Cantú, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI). Se trata del primer candidato a gobernador asesinado desde 1994, pero en lo que va del año, a su muerte se suman otros homicidios: los de dos candidatos a concejales del PRI y dos candidatos a alcalde del gobernante Partido Acción Nacional (PAN) para las elecciones del domingo, que se celebrarán en 12 de 32 estados mexicanos.
Torre, diputado federal por el distrito V de Tamaulipas, contaba también con el respaldo del Partido Verde (PV) y del Partido Nueva Alianza (Panal) y era el favorito para suceder al gobernador Eugenio Hernández, también del PRI.
El candidato, que también fue secretario de Salud y director general de los servicios de Salud del gobierno del estado de Tamaulipas, de 2005 a 2009, fue baleado junto a parte de su comitiva mientras viajaba al aeropuerto de Ciudad Victoria. Cuatro personas fueron heridas y otros cuatro acompañantes murieron: el diputado local Enrique Blackmore Smer y los guardias de seguridad Luis Gerardo Sotero, Rubén López Zúñiga y Francisco David López Catache.
Luego del asesinato, el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Jesús Murillo Karam, dijo que suspender las elecciones sería “lo peor” porque los responsables de los asesinatos habrían logrado su “objetivo”. Al respecto, el portavoz del Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas, Arturo Muñiz, explicó a BBC que la ley electoral estatal establece que sólo pueden convocarse votaciones extraordinarias en caso de que no se instale la mitad de las urnas, aunque no está previsto qué hacer en caso de la muerte de un candidato. “Nunca pensamos que se pudiera dar esta situación”, indicó. Finalmente, el presidente del Instituto, Jorge Luis Navarro, informó en una rueda de prensa que las elecciones no serían suspendidas y precisó que corresponde a la alianza que respaldaba al candidato nombrar a un sustituto, indicó el diario mexicano La Jornada.
“Es una situación inédita, se trata de un abierto desafío del crimen organizado que trágicamente está mostrando su poder. Con toda proporción guardada, en México no había ocurrido esto, salvo en el caso de Luis Donaldo Colosio”, del PRI, quien fue asesinado en 1994, dijo al diario mexicano El Universal Jorge Alcocer, director de la revista Voz y Voto. Alcocer es, además, político y colaborador del presidente mexicano, Felipe Calderón.
En las primeras horas de ayer, Calderón condenó el “cobarde asesinato” y aseguró que fue un atentado del crimen organizado “no sólo contra un candidato de un partido, sino contra las instituciones democráticas”, con la intención de acobardar a los electores e influir en las elecciones. Luego de expresar sus condolencias dijo que ofreció a la líder del PRI, Beatriz Paredes, y al gobernador Hernández el apoyo incondicional del gobierno para investigar los hechos y brindar seguridad para las elecciones, informó El Universal.
Horas después se realizó una sesión de urgencia del gabinete de seguridad, donde todos los asistentes, incluido Calderón, lucieron corbatas negras. Después de ese encuentro, Calderón envió un segundo mensaje a la población. El presidente indicó: “Hoy hemos comprobado que el crimen organizado es una amenaza permanente; debemos cerrar filas para enfrentarlo y evitar que se repitan acciones como el cobarde asesinato que este día ha conmovido al país”. Agregó que México no puede permitir que el crimen organizado imponga “su voluntad y reglas perversas”, informó BBC.
El presidente convocó al diálogo a todas las fuerzas políticas, empresariales y sociales para ofrecer “una respuesta no sólo de gobierno, sino de Estado, a un enemigo común que amenaza a México”. En este sentido agregó que el gobierno “no sólo está dispuesto a actuar”, sino también “a escuchar y a dialogar” para “fortalecer la estrategia del Estado para la seguridad pública”.
En respuesta, el PRI aceptó el diálogo convocado por el presidente aunque exigió que sus aportes sean escuchados y considerados. Luego del asesinato, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, reconoció que recibió amenazas de muerte directas y aseguró que también fueron amenazados el actual gobernador de Tamaulipas y los gobernadores de Chihuahua, José Reyes Baeza, de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla, y de Veracruz, Fidel Herrera, informó la agencia de noticias EFE. Los medios mexicanos llamaban ayer a la gente a votar en forma masiva para dar una respuesta contundente a este tipo de ataques. El editorial de El Universal indicaba que es necesario refutar el mensaje que parece decir: “Quienes deciden no son ustedes, sino nosotros” y agregó que “ejecutar a un candidato es intimidar a los electores, es atacar al voto, piedra angular de la democracia”.