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Familiares esperan a recoger los restos mortales de sus seres queridos tras un atentado suicida ayer en un centro de reclutamiento militar en Bagdad, Irak.

Foto: EFE, Mohammed Jalil

El dedo en la llaga

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Bagdad sufrió uno de los peores atentados del año a días de una retirada de Estados Unidos.

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Un atentado suicida contra un centro de reclutamiento de la Armada iraquí mató a 57 personas y dejó heridas a otras 123. El atacante suicida activó su cinturón con explosivos en medio de cientos de jóvenes que esperaban turno para alistarse en las Fuerzas Armadas iraquíes, en el centro de Bagdad, informó el Ministerio iraquí de Defensa a la agencia de noticias EFE.

A 15 días del comienzo de la retirada del Ejército estadounidense, el atentado, uno de los más sangrientos del año, se enmarca en una campaña de ataques contra policías y soldados iraquíes que se preparan para asumir el control total de la seguridad el 1º de setiembre. En esa fecha, que marcará el final de la misión de combate de Estados Unidos, de siete años y medio de duración, deberían quedar 50 mil soldados de ese país en Irak con misiones de capacitación y protección.

En julio comenzó el actual pico de violencia y ese mes murieron 535 personas, mientras que en junio las muertes por esa causa fueron 284. Recientemente, y en previsión de la retirada, el Ministerio de Defensa iraquí lanzó una nueva convocatoria para reclutar jóvenes voluntarios y las medidas de seguridad en el centro de reclutamiento no eran suficientes, reconoció el portavoz de esa instalación, el general Qasem Ata, informó EFE.

Un miembro de la coalición Alianza Nacional Iraquí, la tercera mayor del país, Yumaa Al Atuani, insistió en que la situación de seguridad en el país no es estable, “estén o no las fuerzas estadounidenses”, y que los grupos armados demostraron su capacidad de atentar contra cualquier objetivo, atravesando cordones de seguridad.

La violencia se suma a la inestabilidad política debido a las disputas entre las facciones políticas mayoritarias chiitas y una alianza multisectaria respaldada por sunitas, que no logran un acuerdo para formar el nuevo gobierno desde las elecciones del 7 de marzo. Según la agencia de noticias Reuters, funcionarios iraquíes y estadounidenses afirman que los insurgentes intentan explotar las tensiones políticas.

El lunes, la coalición sunitas vencedora anunció que suspendía las negociaciones que mantenía con la plataforma del saliente primer ministro, Nuri al Maliki, para formar el ejecutivo.

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