“Bueno, son las 6 de la mañana! A partir de este momento, el Pueblo Venezolano comienza a escribir otra página de esta historia! Al Ataque!!”, era uno de los gritos de guerra que desde primera hora publicaba el presidente venezolano, Hugo Chávez, en su Twitter, para motivar a los venezolanos a votar en las elecciones legislativas celebradas ayer. “Vamos que la Patria espera” era otro de estos llamados.
“Todos a aprovechar la bella mañana, a votar temprano, a ganarle a la lluvia”, convocaba también el líder de la oposición, Ramón Guillermo Avelendo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad, en declaraciones al canal Venevisión.
Los votantes respondieron. Observadores internacionales, opositores y oficialistas destacaron la alta participación en la votación en las legislativas venezolanas de ayer.
Chávez aseguró que “cerca del 70%” de los más de 17 millones de venezolanos llamados a votar asistieron a las urnas, según las últimas proyecciones que recibió. El mandatario recordó que antes de su llegada al poder, en 1999, había hasta 70% de abstención, informó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.
La oposición busca alcanzar más de un tercio de la Asamblea Nacional -al menos 56 de sus 165 miembros- para impedir que el oficialismo obtenga los dos tercios restantes y con ellos la mayoría especial que representan. De esta forma la Mesa de la Unidad podría bloquear algunas iniciativas de mayor alcance del oficialismo. Para el gobierno es elemental alcanzar esos dos tercios (110), que le permitirían continuar gobernando sin que los legisladores opositores signifiquen un problema.
Por eso el presidente se involucró personalmente en la campaña, en la cual su proyecto político está en juego. Además, Chávez y sus adversarios ya piensan en las presidenciales de 2012, para las cuales las elecciones de ayer funcionaban como una prueba.
Durante la campaña, la oposición apuntó a la inseguridad en las ciudades venezolanas, que fue el tema central en los últimos meses. Chávez niega un aumento de los homicidios -se estima que alcanzan los miles anuales-, aunque rechaza dar cifras oficiales, y propuso nuevos planes para mejorar la seguridad. La economía fue otro de los blancos de los opositores. Con una inflación notoriamente al alza, Chávez aseguró que éste es sólo un traspié antes de alcanzar la economía socialista.
A la crisis económica se agregaron en los últimos dos años apagones y políticas de racionamiento de agua, que sumaron nuevos elementos a la oposición, informó la agencia de noticias Reuters. También se mantuvieron en el tapete los enfrentamientos entre la prensa opositora y las políticas de medios del gobierno. Este tema, y el debate sobre la libertad de prensa, tuvo uno de sus últimos episodios en las recientes limitaciones del gobierno a la publicación de fotografías “sanguinarias” en algunos diarios.
Al cierre de esta edición los resultados -que serían dados a conocer exclusivamente por el Consejo Nacional Electoral al estar prohibida la divulgación de sondeos a boca de urna- no habían sido informados. Las últimas encuestas fueron publicadas hace ya dos semanas, porque en la previa a la votación estaba prohibido difundirlas. Esos sondeos arrojaban resultados muy distintos sobre los escaños que corresponderían a unos y a otros.
Cuando fue a votar, Chávez declaró que le “extraña mucho” que sus rivales digan que él está “como pa’ barrer el piso en apoyo popular”, y que sin embargo no convoquen a un referendo revocatorio de su mandato, citó la agencia EFE. El presidente añadió que su país “es epicentro de una batalla de alcance continental y mundial”, y lo que hoy resulte aquí tendrá impacto” en el mundo. A continuación explicó: “Aquí hay una batalla que es mundial entre el modelo capitalista, en su fase superior, el imperialismo [...], y el proyecto socialista que lamentablemente en el siglo XX no pudo consolidarse”.