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Una mujer mapuche en el Palacio de La Moneda, en Santiago de Chile, el lunes 31 de agosto de 2010, durante la entrega de una carta al presidente Sebastián Piñera.

Foto: Efe, Claudio Reyes

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El ministro del Interior chileno reconoció que la justicia militar de su país a veces abarca más terreno de lo habitual en un sistema democrático.

El gobierno chileno cedió ante la huelga de hambre que mantienen 32 mapuches hace 53 días, mientras algunos de los huelguistas ven agravado el deterioro de su salud. El presidente Sebastián Piñera no habló sobre el tema. En su lugar lo hizo el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, que reconoció deficiencias en el sistema judicial.

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“No creo que sea justo que lleguemos al Bicentenario con 32 presos políticos en huelga de hambre”, consideró María Tralcal, vocera de los 32 presos mapuches que mantienen esa medida de protesta desde hace 53 días. Según informes médicos, los huelguistas “ya entran en una etapa crítica”, dijo Tralcal a Radio Cooperativa. Tres de ellos fueron internados la semana pasada.

Dos menores de edad, que cumplen condenas en un centro del Servicio Nacional de Menores, se sumaron a la huelga también para reclamar que el gobierno se comprometa, de forma escrita, a no aplicar la Ley Antiterrorista en las causas mapuches ni seguir un doble procesamiento contra ellos en la justicia civil y militar.

“Sumar más gente a la huelga, y [entre ella] menores, es una insensatez”, respondió el ministro del Interior y mano derecha del presidente Sebastián Piñera, Rodrigo Hinzpeter. Agregó que “el sentido común, el sentido de cordura indica deponer la huelga de hambre”, informó el diario chileno La Tercera. Anunció que el gobierno va a “buscar el diálogo” con los mapuches “para perfeccionar” las “normas contra el terrorismo”, y prometió que la Ley Antiterrorista será modificada con un proyecto que se enviará al Congreso la semana que viene. También se enviará una iniciativa que acotará las funciones de la justicia militar: “Tenemos un sistema en que la justicia militar a veces actúa con mayor amplitud que la propia de un sistema democrático”, reconoció Hinzpeter.

La oposición aplaudió el anuncio. Pero no recibió bien el rechazo en Diputados de su propuesta de que la Comisión de Derechos Humanos investigue si la foto que mostró a los mapuches en huelga junto a un plato de comida fue sacada por un gendarme, por orden de sus superiores, para desacreditar la protesta, y si “funcionarios de la Intendencia de la Región de La Araucania” dieron falso testimonio para perjudicar a los mapuches a cambio de un pago de la fiscalía.

“El gobierno se pronunció sobre la huelga de hambre recién después de 50 días y cuando tres presos políticos mapuches han debido ser llevados en estado crítico a los hospitales”, dijo un vocero de los huelguistas, Erick Millán, y agregó que se necesita “un documento escrito” de la promesa del gobierno.

Un grupo de estudiantes mapuches que protestaban ayer recorriendo los patios del Palacio de la Moneda se cruzaron con el presidente Piñera que, consultado por la prensa, no quiso pronunciarse sobre los anuncios de su ministro, informó El Mercurio. Desde el comienzo de esta nueva etapa del conflicto de los mapuches, Piñera sólo se refirió a ellos para anunciar que acordó con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, que se cortaría los nexos, que no fueron demostrados, de esa comunidad indígena con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

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