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Constanza Moreira y Eduardo Lorier, el sábado en el Plenario del Frente Amplio.

Foto: Javier Calvelo

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Comunistas temen que el FA avance hacia un modelo partidario similar a la Concertación de Chile.

La derrota electoral de la centro-izquierda en Chile caló hondo entre los frenteamplistas: el secretario general del Partido Comunista del Uruguay (PCU), Eduardo Lorier, tiene temor de que el Frente Amplio (FA) pierda sus características de movimiento y coalición -algo “inédito” entre las izquierdas de América Latina, según dijo- y avance en forma paulatina hacia una “mera coalición de sectores” al estilo de la Concertación de Partidos por la Democracia de Chile. “Sería muy inconveniente para el país y un error táctico que pagaríamos muy caro, porque más tarde o más temprano se nos va a aparecer un Sebastián Piñera en el camino”, advirtió el senador, en diálogo con la diaria.

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Sus reflexiones surgen en el marco de la discusión del Plenario Nacional de la fuerza política,que este fin de semana comenzó un balance autocrítico del retroceso electoral a partir de los documentos que aportaron los grupos políticos, los comités de base, las coordinadoras y los militantes que escribieron en el sitio de internet del FA.

Lorier reiteró su convicción de que los comités de base son un “elemento central” para el FA y están “abiertos para todo el mundo”. “Los comunistas no nos vamos a sentir culpables por ser una organización política que les da importancia a los comités y que se interesa por estar permanentemente en contacto con las bases. Tal vez lo mejor sería que otros compañeros, que a veces aluden al PCU sin nombrarlo explícitamente, concurran un poco más a los comités y se pongan en contacto con los frenteamplistas”, propuso.

La polémica sobre la representatividad de los ámbitos de conducción del FA ya había surgido antes. El grupo Banderas de Líber, por ejemplo, propuso que los “órganos máximos” del FA empiecen a ser las convenciones nacionales y departamentales, dispuestas por la Constitución de la República y que reflejan los resultados de las internas partidarias. “Son los organismos más democráticos que tenemos, las eligen medio millón de frenteamplistas. Para apreciar su amplitud, recordemos que cualquier agrupamiento puede presentar una lista y si convoca sólo mil votos ya tiene un convencional y menos [voto] en las departamentales. Su funcionamiento efectivo tendrá además la virtud de clarificar el fragmentado panorama interno”, detallan desde este grupo, integrado por muchos ex PCU y que nació como un respaldo a la precandidatura de Danilo Astori.

La editorial del viernes pasado del semanario El Popular sale al cruce de esta iniciativa, que en caso de prosperar implicaría la “desaparición” del Congreso del FA y una forma de “decirle adiós” a “aquella visión de izquierda” que hablaba de avanzar de una democracia electoral a una participativa. “La insatisfacción con democracias sólo electorales y con ciudadanías meramente espectadoras heredadas de décadas de neoliberalismo explica el ascenso de gobiernos de izquierda en América Latina, pero al parecer nosotros deberíamos ir en sentido contrario”, ironiza el editorialista José Luis Perera, quien vaticina que si el planteo de Banderas de Líber se concreta, “sería el paso que nos faltara para terminar de ser iguales a los partidos tradicionales”.

Mirar atrás

El intercambio interno del FA recién arranca. Durante la reunión desarrollada sábado y domingo en el Club Banco Hipotecario se formaron tres comisiones: una sobre balance electoral, otra para evaluar la situación política actual y la tercera sobre reestructura y modificaciones estatutarias. Los informes de estos ámbitos fueron presentados en la reunión plenaria y el análisis continuará en noviembre. El sábado, en una de las comisiones, la senadora Lucía Topolansky (Espacio 609) repitió un argumento que había hecho público en los días previos: que el FA necesita preparar figuras para 2014 y que sería bueno saber cuanto antes si Tabaré Vázquez aspira a ser un candidato para esa instancia.

Por último, la declaración aprobada por el Plenario señala que este proceso de autocrítica se lleva adelante para “corregir carencias” respecto al accionar político del FA, en un marco de “fraternidad, amplitud e imprescindible franqueza”. En la discusión quedaron planteadas carencias en la participación (sobre todo en los jóvenes), se detectaron problemas de comunicación dentro de la fuerza política, y de ésta con la sociedad, y dificultades para llegar a acuerdos políticos y electorales, y para extender la base de acumulación social y política. El FA tendrá que “construir una estrategia” para esta etapa y con estos primeros avances, según interpretó el Plenario, ha quedado en evidencia que existe voluntad para “continuar con el proceso” a través del “enriquecimiento colectivo”.

El senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) pidió “amplitud de cabezas” para tomar decisiones que garanticen un mayor equilibrio entre las bases y los sectores políticos, porque hoy el predominio lo tienen las primeras, un tema que ya había sido plasmado en el documento nuevoespacista. “Hubo una derrota porque tuvimos un gran problema de amplitud y hoy lo importante es que la gente hable para que sea tenida en cuenta”, reflexionó Michelini.

Hebert Bousses, vocero del Movimiento de Participación Popular (MPP), coincide en que “no hay ningún método organizativo que no se pueda revisar” y por eso el FA tiene que estar dispuesto a recepcionar todos los puntos de vista. “De este Plenario Nacional no salieron definiciones, pero antes de fin de año tenemos que tener claros nuestros objetivos y las estrategias para este quinquenio”, estableció. Para el diputado José Carlos Mahía (Asamblea Uruguay) es fundamental “analizar en perspectiva” cuáles son las actitudes que han asumido los sectores frenteamplistas al momento de relacionarse con el gobierno. “Lo planteamos desde un lugar de profundo involucramiento con el gobierno de Tabaré Vázquez y con éste de José Mujica. Hemos sido consecuentes en la tarea de militar desde adentro del gobierno”, reivindicó. Mahía considera que una tarea clave para el futuro consiste en “acercar” a la fuerza política al votante frenteamplsita. “No podemos reeditar las experiencias de las últimas grandes decisiones, como el Congreso que resolvió las precandidaturas presidenciales y las resoluciones que se tomaron para las departamentales de mayo”, argumentó el diputado canario.

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