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Luis Romero y Alejandro Gómez, ayer, en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Foto: Javier Calvelo

Economía de trueque

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Gobierno devolverá descuentos a los trabajadores y la banca oficial de AEBU autorregulará sus servicios.

Cuando el fracaso de la negociación del lunes hacía temer un endurecimiento del conflicto, el Poder Ejecutivo y la banca oficial de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) lograron ayer avanzar un casillero. Firmaron un documento que establece que el gobierno devolverá los descuentos a los trabajadores en diez días hábiles a cambio de que el sindicato autorregule sus movilizaciones y no adopte medidas distorsivas consecutivamente en el mismo sector.

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La reunión de ayer no estaba prevista. Sí iba a haber un Consejo de Banca Oficial de AEBU para decidir medidas, a raíz de la efectivización de los descuentos a los funcionarios del Banco República que adhirieron a los paros. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) convocó al sindicato, lo que motivó la suspensión del encuentro del órgano gremial.

Según Pablo Colomer (espacio 17, MPP, PCU, PVP y aliados), las autoridades del MTSS esperaron a la delegación gremial con un acta redactada. Este documento contenía cuatro puntos: la devolución de los descuentos efectuados en un plazo de diez días hábiles, el compromiso del sindicato a aceptar la autorregulación de los servicios bancarios más importantes -incluyendo la no reiteración de medidas distorsivas consecutivas en un mismo sector-, la participación del gremio en la modernización del clearing y el comienzo de la discusión de un nuevo convenio colectivo una vez devuelto lo quitado en los descuentos.

El director de Trabajo, Luis Romero, advirtió que “si se rompe” este acuerdo, “para alguien la mano va a ser complicada”. Además, según dijo, el documento firmado permitirá trabajar hasta el 20 de enero para “comenzar a tratar el convenio colectivo con todo limpito”. “De aquí en más todo el mundo sabe que los paros distorsivos tienen un costo”, deslizó. Respecto del momento en que se trataría la plataforma sindical (equiparación salarial de los funcionarios ingresados en el “tres por uno”, trabajadores que desempeñan funciones por encima de sus cargos y traslados arbitrarios, entre otros), el jerarca dijo que “compete al sindicato ponerlo en la mesa”, en tanto aclaró que “hace tres o cuatro reuniones que ellos no mencionan esos temas”.

Desde las listas 98 y 33 (minoría en la banca oficial, y que ha actuado en bloque hasta ahora) se mostraron conformes con el acuerdo. El dirigente de la 98 (Articulación) Ricardo Ibarburu dijo que la salida “es la misma que [la coalición mayoritaria] viene diciendo que no hace 90 días” y estimó que “por suerte se llegó a una salida”. La situación es más complicada desde la lista 17, cuyo principal aliado, la lista 810, integrada por radicales de izquierda, ya manifestó su disconformidad con lo acordado.

Para el dirigente Alejandro Gómez, con la autorregulación “se nos introduce una reglamentación sindical”; cuestionó que el punto sobre la discusión de la modernización del clearing “apunta al proceso de privatización de su digitalización”, algo rechazado por el sector. Según dijo, sería “un error” que el consejo de banca oficial, que sesionaría el viernes, terminara de ratificar la propuesta, y anticipó que su sector propondrá que el tema lo resuelva una asamblea general.

Sin embargo, los integrantes de la 17 manifestaron su conformidad con la decisión, aunque establecieron sus matices. Colomer vio con buenos ojos el acta y dijo que “es un paso importante para el sindicato”. Otro dirigente, Dante Romero, consideró que “se está en tablas con el gobierno” y sostuvo que la situación está “sostenida por alfileres”: “Más allá de arribar a buen puerto, quedan cosas pendientes”. Romero estimó que su sector estaría votando el acuerdo el viernes. Si eso pasa, sería la primera vez en todo el conflicto que se registra un encontronazo entre la 810 y la 17, que poseen seis de los 11 consejeros.

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