En las próximas elecciones más de 700.000 paraguayos que integran el padrón electoral pero residen en el exterior podrán emitir su voto, luego de que ayer se aprobara en referendo una enmienda al artículo 120 de la Constitución, que les prohibía hacerlo.
Los paraguayos residentes en el exterior se estiman en 1,1 millones de personas, según dijo el titular de la Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales, Samuel Lugo, a la agencia de noticias EFE. Ese número resulta significativo para un país de seis millones de habitantes, en el que tres millones estaban habilitados para votar ayer.
De acuerdo con el funcionario, residen unos 800.000 paraguayos en Argentina, unos 150.000 en España, y unos 70.000 en Estados Unidos.
Con el consenso político a favor del Sí a la enmienda, la discusión al respecto transcurrió en otros ámbitos, como los distintos foros de internet. En ellos, según informó el diario paraguayo La Nación, unos argumentaban que el derecho a elegir gobernantes es exclusivo de quienes residen en el país, porque sufrirán más directamente las consecuencias de la decisión. Otros sostenían que también quienes tuvieron que emigrar tienen derecho a pronunciarse acerca del rumbo que debe tomar su país, al que podrían regresar.
El entusiasmo en los debates, sin embargo, no prometía reflejarse en una concurrencia masiva a los centros de votación. Se esperaba para ayer “una baja participación”, cercana al 20% del padrón, dijo a EFE el asesor del Tribunal Supremo de Justicia Electoral, Carlos María Ljubetic. El funcionario lo explicó diciendo que en esta votación no hay un candidato, que es “un elemento motivador”. Pero la participación se situó incluso por debajo de esas expectativas y rondaba el 10%, informaron la agencia y medios loclaes.
Ljubetic agregó que aunque el voto es obligatorio y se prevé una multa para quien no lo emita, “por una deficiencia legislativa no se ha establecido el órgano perceptor, entonces no se la puede aplicar”.
Otro problema formal vinculado al referendo fue planteado a último momento, el viernes, cuando el ex diputado del Partido Colorado Luis Villamayor presentó ante la Corte Suprema de Justicia un pedido de suspensión de la consulta. Argumentó que es inconstitucional porque una modificación de este tipo sólo se puede introducir desde una Asamblea Nacional Constituyente, y no por referendo.
Ljubetic opinó que ese planteo era “improcedente”, que no tendría eco en la Justicia, y que presentarlo dos días antes de la votación era una muestra de la mala fe de Villamayor, señaló el diario ABC Color.
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El de ayer fue el primer referendo que se organiza en Paraguay desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner, que se extendió de 1954 a 1989. Un triunfo del Sí, significaría además la primera modificación que se introduce a la Constitución elaborada en la transición democrática, en 1992.
El presidente paraguayo Fernando Lugo, defendió la enmienda constitucional, pero también el referendo como mecanismo, y dijo que esta votación sería un hito para consolidar una democracia que incluya, además de la representación política, la “participación ciudadana en la toma de decisiones”.
Lugo dio su discurso en la teleconferencia “Diálogos Paraguay”, que mantuvo el domingo 2 con representantes de la comunidad paraguaya en Estados Unidos, Argentina, España y Brasil. Fue una de varias actividades organizadas para promover el referendo. Otras autoridades, entre ellas el vicepresidente Francisco Franco, hablaron frente a paraguayos residentes en el exterior, en el IV Congreso de la Migración, que se desarrolló en la sede del Parlamento, y en el que todos los participantes se manifestaron a favor del Sí.
“Hay ciertos sectores que dicen que los que hemos dejado Paraguay ya no estamos interesados en lo que aquí sucede. Al contrario. Ésta es la prueba más palpable de que sí estamos pendientes”, dijo Dionisio Recalde, integrante de la comunidad paraguaya en Nueva York.
En una caminata de cierre de campaña por el Sí, los organizadores manifestaron en una proclama que los residentes en el exterior “tienen derecho a participar de asuntos públicos” de Paraguay y que “la aprobación de la enmienda, significará el reconocimiento a una de las principales fuentes económicas del país, representada por las remesas”.
En sintonía con ellos, el vicepresidente Franco, dijo en el IV Congreso: “Vengo hoy en nombre del gobierno a pedirles disculpas por esos malos paraguayos que en 1992 sancionaron la Constitución prohibiendo el voto a los radicados en el extranjero”.